Without end [ Kagehina ]

III - Nuevo amigo

Hinata está muy emocionado en el transcurrir del partido, puede darse cuenta de la perfección en las colocaciones de Kageyama, haciendo que él quiera hacer mejor sus remates y papel como señuelo. Se queda fascinado como sus compañeros de equipo pueden rematar a una perfección increíble por la pelota acoplarse al rematador. Es algo mágico que hace que la adrenalina de Hinata se desborde.

Kageyama se queda impresionado de los increíbles saltos del pequeño que mide poco más de un metro sesenta. Y entre todos los que hay en el partido, parece que solo juegan ellos dos. Se miran todo el rato, siguiendo los movimientos del otro, sintiendo como congenian a la perfección a cada minuto del partido.

Hinata, un fanático del vóley y Kageyama, otro fanático del vóley parecen hechos el uno para el otro tratándose de la cancha. Son para él otro como tener un puzle y buscar la pieza, hasta que se ven y la encuentras, completando eso que les falta.

Después de terminar el partido como ganador el equipo de Kageyama por su increíble colocador, Hinata después de las formalidades al finalizar los partidos, corre hacia Tobio que guarda su botella y toalla en la mochila mientras que la gente aplaude y grita por los ganadores.

—Bien jugado —extiende la mano el pelirrojo.

—Lo mismo puedo decir, es increíble como rematas y saltas —estrecha la mano, notando como los sudores se mezclan creando calor en las palmas de las manos. Ambos mientras mantienen sus manos estrechadas, sonríen. Es curiosa la conexión entre ellos.

Después de un minuto con el contacto físico de sus manos a las ajenas, al fin se sueltan, ambos con sus bolsas a un lateral. Entonces, es ahí cuando inconscientemente comienzan a hablar sobre el partido, con onomatopeyas definiendo remates, colocaciones, salvadas...

No se dan cuenta de que se dirigen fuera del pabellón, sin darse cuenta que sus equipos están aun dentro. Ahora mismo son ellos contra el tiempo y la gente, olvidando de que viven en un planeta con personas diferentes pero iguales que ellos.

Hinata habla súper emocionado gesticulando algunas palabras mientras que Kageyama lo mira atento con una sonrisa de estar prestando bastante atención. Se le hace mono las expresiones en la cara de Shoyo y a este se le hace divertido ver como Kageyama asiente sin más.

Desde hace rato que están frente a las puertas del pabellón, a aproximadamente diez metros de distancia, sin darse cuenta que el Karasuno se aproxima a ellos.

—Espero poder jugar más partidos contra ti y contigo. Si son así de divertidos, quiero que siempre estés ahí. Se siente tan emocionante —Kageyama en el fondo de su corazón corresponde el sentimiento de emoción por el partido de antes.

—Ojala ser del mismo equipo, siento que podríamos ser un buen dúo.

—¿Tu también has pensado lo mismo? —sonríe de oreja a oreja Shoyo, mostrando sus labios crear una línea curvada, provocando la mirada de Kageyama posadas en estos.

Al darse cuenta de que se ha quedado embobado, haciendo esperar una respuesta a su nuevo amigo, agita su cabeza—Sí, yo también.

A unos seis metros se oye la voz de Daichi, reclamándolo—¡Hinata, vamos, ven! —el castaño está confundido viendo como interactúa con alguien de banda opuesta.

—¡Un segundo! —grita. Mira a Kageyama—Me tengo que ir, pero recuerda lo del sábado —iba a marcharse hasta que recuerda una cosa—¿Me das tu número? —mientras saca su teléfono.

—Oh, claro.

Intercambian números, y ahora sí, Hinata sacude su mano sonriendo mientras lo mira, corriendo hacia la dirección opuesta—¿Qué hablabas con él para tardar tanto? —comenta un enfadado Ukai.