XV - Decepción

108 8 1
                                    

Es un nuevo día. Un nuevo comienzo. Otra decepción. Abre los ojos y se gira, pero no hay nadie en la cama. Se levanta ya enfadado. Ayer Kageyama si estaba, ya no.

Va como siempre a la cocina. Sorpresa. Una nota. Como siempre.

Hinata, me tengo que ir. Me ha llamado una persona importante, y no te preocupes porque iré a ver tu partido. No faltaría por nada del mundo a verte triunfar. Espero que te guste el desayuno que te he preparado. Está en la nevera.

Por cierto, no olvides que te quiero.

Hinata lee el "te quiero" cinco veces. ¿Ha caído tan bajo, de verdad? Ya hasta fuerza a decirse a si mismo cosas así. No es propio de él. Pero aun así, el Hinata Shoyo de dentro piensa que por segunda vez se lo dice. Le gusta.

Aunque como psicólogo aun no con trabajo, puede saber con tan solo ver la cara de su novio, que de verdad lo ama, aunque él no sea de decirlo. Sacarse la carrera le valió la pena.

Quizás después de todo, Kageyama si vaya a aparecer en el partido. Quizás no tengan que separarse. Eso es bueno, muy, muy bueno, ¿no?

El grupo "Vóley" comienza a ser petado por mensajes, molestando al pelirrojo que desayuna. De hecho, el desayuno está delicioso, después de todo, lo ha hecho Kageyama, y aunque cocine poco, cocina increíble; a Hinata le encanta su comida, es un detalle que se acuerde.

Termina, pone la tele. Su cabeza vaga por pensamientos viejos. No sabe cómo pero ha llegado a la parte en la que se enamoró de Kageyama y no se dabas cuenta... Si es psicólogo, ¿cómo no se ha dado cuenta antes?

Echa la cabeza atrás y suelta un suspiro largo. Quiere dejar de rebuscar entre momentos antiguos y despejar su cabeza. Ay, duele demasiado estar siempre en el pasado y no en el presente, pero es difícil, cuesta no hacerlo. El pasado es la base en la que tú avanzas.

—¿Kageyama al final dejó el trabajo como barman? —demasiadas preguntas sobre él. Lleva su mano a la cabeza y frota con fuerza—¿Qué me pasa?

Acerca el teléfono y se pone a ver cualquier cosa. No presta atención a nada de lo que ve a pesar de su dedos seguir bajando y bajando—¿Realmente Kageyama va a venir? —el móvil se le cae de las manos y va a sus piernas, sin importarle.

Respira.

—¿Aún está enamorado de mi? —intenta usar su carrera como algo útil. Recuerda todas esas caras que puso ayer e intenta ver si realmente aun lo está, tiene serias dudas.

Kageyama ama a Hinata demasiado, aunque no sea bueno demostrándolo con palabras. Lo ama tanto que a veces le cuesta pensar con claridad. Y por eso el hecho de que se plantee dejar su carrera de pintor por él. ¿Sería buena idea?

Difícil. Única descripción que ambos tienen.

¿Por qué el amor es tan difícil?

Entrenan antes del partido, incluido Hinata

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entrenan antes del partido, incluido Hinata. Remata sin fuerzas, no quiere usarlas. Su única preocupación ahora es no ver a Kageyama por ninguna grada ni ninguna valla. Simplemente no hay nadie. El Karasuno se da cuenta de su constante despiste.

—Hinata, ¿qué te pasa hoy? —Ukai, apartándolo de la red y poniéndolo en el banquillo, frente a él.

—No es nada. Nunca hay nada —no miente. No hay nadie. Para él solo hay magia en un partido cuando él está a su lado. Como cuando jugaron enfrentados o él venía a los partidos. Era tan maravilloso sentirse mutuamente mientras juegan. No hay sonido pero si lágrimas.

Nishinoya al ver esto se acerca a su amigo, viendo como aprieta los puños sobre su pierna, llorando. Se acerca a él y se pone a su lado. Lo abraza.

—Entrenador, ya lo consuelo yo.

—Gracias, Nishinoya —El entrenador Ukai antes de irse, agita el revoltoso pelo de Hinata. Nishinoya siente como su hombro se humedece por su amigo. Siente lástima.

—¿Kageyama?

—Sí —se aferra más a su amigo. Ya le da igual las cámaras, la gente, la situación, que tenga que calentar o lo que sea, ahora solo quiere que su cuerpo deje de pesar tanto. Quiere soltar esa mochila atada con fuerza a su cuerpo—. Siempre está fuera y nunca nos vemos. Me había prometido que hoy vendría, pero no está aquí. Me ha dejado una carta como siempre antes de irse por la noche.

—Seguro que viene, aun no ha comenzado el partido, va a venir, tenlo... —suena la sirena. Comienza el partido. Nishinoya se muerde el labio, se maldice—. Seguro que ya está en las gradas. Vamos, hay que ganar y así poder ir a las olimpiadas algún año.

—Tienes razón.

Todos en sus posiciones. Hinata en el centro como bloqueador central. Los demás a su alrededor. Vuelva a sonar, les toca sacar a ellos, el Karasuno.

Saque perfecto por Asahi. Sale disparado al otro bando marcando punto. Empiezan bien. El partido continúa, mitad del set. El equipo contrario pide tiempo.

—Chicos, seguid así.

La sonrisa de oreja a oreja sale de su cara al ver como remata anotando el punto decisivo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La sonrisa de oreja a oreja sale de su cara al ver como remata anotando el punto decisivo. Ganan. Hinata se queda quito. Viendo un punto fijo. Al menos, ¿está bien?

—¡Buen trabajo! —se oye lejos, en ese mundo del que no pertenece.

Han ganado. Ya no está ahí para ser entrevistado o recibir elogios. Solo puede correr. Correr a la puerta de salida del campo. Donde quiere llegar ya. No está lejos. Salta a sus brazos abiertos. Enrolla sus brazos en la cintura y hunde el rostro en el hombro. Hermoso aroma que extraña.

—Has venido. Creía que no lo harías —solloza entre los brazos que los sujetas con fuerza, sin dejarle escapar o caer.

—No soportaría que nuestra relación se cortase —Hinata nota la sinceridad y solo quiere comerle la boca ahí mismo. Aunque algo le viene como un detonante al oír lo que Kageyama va a decir—. Sé que nunca digo esto, pero te amo. Siempre voy a elegirte a ti. Por eso, seguiré con mi carrera, pero desde aquí, donde podamos estar juntos. ¿No te parece genial?

Hinata separa la cabeza del hombro solo para besar los labios de Kageyama—Te quiero mucho.

—Y yo mucho más —Hinata se baja para estar frente a frente—. Ahora, ¿quieres que vayamos a hacer algo juntos, especial?

Con el sudor cayendo por su frente vuelve a llenar sus labios con los de Kageyama. Más bien ambos se juntan a la vez—Sí, me parece bien.

Kageyama llegó a mitad de partido. Aunque un Hinata esté sufriendo, el hecho de ver que se ha esforzado ha hecho que no se enfade.

Vuelven a ser ellos mismos en su mundo. El que han creado ellos dos. Las cámaras que los graban desaparecen. Los edificios y construcciones humanas ya no existen. Las personas se van. Solo ellos y una Tierra.

Without end [ Kagehina ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora