Es difícil.
Es complicado.
Cogidos de las manos, pasando los dedos entre los ajenos, entrelazando. Saliendo de allí sin preocuparse de nada, ni de su equipo, ni del premio. Ahora solo quiere aprovechar el tiempo con Kageyama, ahora quiere estar todo el tiempo posible antes de su final ya escrito.
Cuatro años. [...]
—¿Sabes a dónde vamos a ir hoy? —pregunta el azabache con un niño en brazos, dando un beso en la frente de Hinata.
—¿A dónde? —emocionado, aunque algo mal en su interior, después de todo...
—Ya verás. Va a ser un gran día. Vístete que vamos a ir en media hora —Hinata acaricia el pelo del niño y va a la habitación, a ponerse algo elegante.
La hermosa familia pasa por la puerta de ese piso tan grande. No pequeño.
¿Desde cuándo?
El niño se queda en casa cuidado por su canguro privado. Hinata ha logrado mucho dinero por su profesión en el "vóley" y el trabajo de...
—Es aquí, me han dicho que la persona que hoy expone aquí, es alguien con mucho talento —Hinata mira un poco por encima el lugar desde fuera, ¿Una galería... de arte? Ambos entran al interior.
Tan solo hace falta girar su cabeza y cuerpo para ver los cuadros y reconocer el autor—Es de él.
—¿De quién? —entrelazando su mano con la de Hinata.
—No, nadie. Solo alguien del pasado. No es nada malo —agita su cabeza y con su mano libre crea un puño. Un puño.
Se teme lo peor si siguen avanzando. Lo curioso es que la mayoría de cuadros tiene la etiqueta de "vendido". Y los precios no son muy baratos que digamos. Hay tanta gente importante y elegante.
Hinata ve a alguien desde lejos. Oh no.
—Mira, van a hacer una presentación del autor, ¿vamos? —tirando de Hinata.
—Claro —no quiere ir. Se sientan en unas sillas elegantes y frente a ellos alguien con un micrófono en la mano. Un micrófono, solo es eso.
Ojos brillantes por lágrimas que no escapan pero se notan. Al menos no la persona sentada a su lado. Tres, dos, uno...
—Esta galería va dedicado a una persona que he amado por mucho tiempo. La mayoría no expresan mucho de quien se trata, pero hay una, que mostraré ahora, que he hecho con aquellas cosas que me recuerdan a esa persona —alguien más quita una tela roja de la pared, mostrando un cuadro.
—Oye, ¿algún día me dibujarías a mi?—comenta emocionado Hinata, entre sus brazos, sentados. Kageyama pintando sobre el lienzo mientras Hinata le tapa un poco la visión.
—El día que más te quiera, lo haré.
La gente aplaude ante tal cuadro, tan hermoso. Sus miradas se juntan.
¿Cómo hubiera sido su vida juntos? ¿Cómo hubiera estado su vida si hubieran comenzado bien desde el inicio?
Nada más verlo en aquel bar, le besaría sin pensarlo, le diría que lo ama y que ha sentido un flechazo. Kageyama diría lo mismo y seguirían besándose. La noche pasaría todo el rato con labios unidos.
En los partidos, Kageyama estaría ahí, esperándolo con brazo abiertos, dispuesto a ser abrazado. Susurraría un te amo mientras la gente alaba la partida.
Hinata iría a todas las galerías de Kageyama. Entrelazarían sus manos y tendrían momentos íntimos, solos y felices.
Hinata no tendría que preocuparse por perderlo.
Aquella noche de pelis con la hermana de Kageyama, se habrían besado y habrían hecho el amor. Ambos serían tan bonita pareja. Si hubieran comenzado bien desde el principio.
Ahora todo sería lo mismo, pero en vez de estar Hinata con otro, estaría junto a Kageyama en un bar, y no en una galería. Habrían dejado sus trabajos para vivir juntos y nadie los retendría.
Estarían tan unidos e inseparables. Ambos diciéndose cosas cursis, besándose y sintiendo esos labios en los suyos. Pudiendo decirse todo sin miedos, como al inicio. Si tan solo hubieran aportado algo más, hubieran acabado juntos. No separados. No distanciados.
No gusta este nuevo comienzo. Odia saber que a pesar de eso cuatro años sigue amándolo como el primer día. Odia saber que se aman más que el primer día.
No puede aguantar sus lágrimas, ninguno de los dos. Perdiéndose de nuevo en esos mundos a través de la mirada. No lo hacen, pero lo piensan; "Abrazarte y besarte". Y todos esos pensamientos, solo han durado un microsegundo.
—Vámonos a casa —dice Hinata levantándose, separando sus ojos de los de su amor, ese amor que nunca dejará de amar.
—¿Tan pronto?
—Quiero irme a casa.
No va a decirle que nunca lo va a amar, porque su corazón siempre va a pertenecer a Tobio Kageyama. Y porque su corazón siempre va a pertenecer a Hinata. Porque se aman aunque el tiempo pase y tengan un nuevo comienzo.
Porque ambos no tienen un final justo. Ambos no pueden estar juntos. Porque aunque se amen, se hacen daño. Hinata camina a fuera, pero antes de hacerlo y mientras su pareja se aleja un poco, vuelve a girar su cabeza, volviendo a conectar miradas.
"Te amo", eso dicen los ojos de ambos, esos ojos aguados y brillantes, como si vieran lo más preciado del mundo. "Hasta siempre, nos veremos en todas las siguientes vidas".
—¡Vamos! —grita ya fuera del lugar, esperándolo, impaciente.
—Ya voy —Hinata al fin se va, aunque no quiera—. Perdona. He olvidado algo.
"He olvidado que sigo amando a la persona que siempre elegiré. He olvidado cómo se sentía enamorarse una vez más de la misma persona. He olvidad el significado de un amor a distancia". Ha olvidado que su amor por Kageyama es eterno, al igual que este por Hinata.
¿Acaso en todas sus vidas estarán sin final...?
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Without end [ Kagehina ]
Fanfiction¿Lo cambiarías sabiendo el final? ¿Conseguirías aceptar el cambio? ¿Podrías amarlo hasta el final? ---- Todos los derechos de autor al creador de la imagen de la portada ya que es de un manga fanfic de la serie Haikyu y solo quería decir que su bell...