𝗳𝗼𝘂𝗿𝘁𝗲𝗲𝗻

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you got your passion, you got your pride
but don't you know that only fools are satisfied?
vienna

—Donde tenga un examen más me voy a pegar un tiro —Jiwon suspiró pesadamente a la hora del almuerzo

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—Donde tenga un examen más me voy a pegar un tiro —Jiwon suspiró pesadamente a la hora del almuerzo.

Su cuerpo llevaba rezando por comida desde aquella mañana donde no había alcanzado a desayunar. Los últimos días habían sido extremadamente pesados gracias a los exámenes que parecían sólo llover desde el cielo.

El reloj marcaba las cinco de la tarde y el sol apenas se comenzaba a posicionar detrás del horizonte. Jiwon llevó sus manos a su rostro mientras sentía como las inmensa ganas de llorar se apoderaban de ella.

¿Acaso los profesores querían que reprobara las asignaturas? ¿Por qué tenía tantas cosas por hacer?

— ¿Cuando te toca el próximo examen? —Woobin preguntó, acariciando delicadamente la espalda de su amiga.

—Creo que la próxima semana tengo uno de tecnología farmacéutica, no doy más —respondió suspirando—. ¿Por qué no estudié otra cosa?

—Tu puedes Ji, de verdad —Woobin intentó consolarla—. No des la batalla por vencida tan rápido, yo te ayudaré.

Jiwon sonrió levemente al escuchar aquella respuesta. Algo dentro de ella sentía de todas formas que, no todo iría de verdad como Woobin decía, pero no quería hacerlo sentir mal al respecto.

Había algo dentro de ella que nunca dejaba de dudar de si misma. Y a pesar de siempre dar un buen desempeño en sus clases, nunca se volvía suficiente para ella.
Sus padres jamás la obligaron a sacar notas deslumbrantes, lo único que le decían era que diera lo mejor de ella y que no se conformara con la mediocridad. Que si podía hacerlo mejor, pusiera el empeño y no se sintiera satisfecha con lo mínimo. Solo una vez reprobó una clase en el colegio; recuerda muy bien ver una nota baja en matemáticas cuando las notas de su año escolar había terminado. Jamás la castigaron, porque sabían que se había esforzado, pero el resultado no era esperado.

Era extraño sentirse de esa forma. No era muy seguido que se sentía triste por lo académico, pero cuando lo hacía, el tiempo se sentía eterno. Se quedaba en si cama mirando al techo, recordando todo lo que tenía que hacer mientras que su pecho se siente incómodo. Una vez se sienta a estudiar, la información parece duplicarse mientras avanza. Era horrible.

— ¿Qué tal si terminamos de comer este helado y despejas tu mente un rato? —Woobin volvió a hablar—. Es de fresa, tu favorito.

Jiwon sonrió de nuevo y asintió.
Claro que no dejaría de pensar en todo lo que tenía que estudiar, o que su materia básicamente dependía de aquel examen pues sus otras notas no eran tal altas como para que no afectara su promedio.

𝗦𝗨𝗕𝗨𝗥𝗕𝗔𝗡 𝗟𝗘𝗚𝗘𝗡𝗗𝗦 | HAECHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora