❤︎ | ❝you were so magnetic, it was almost obnoxious❞
Donghyuck estaba seguro que su carrera como artista y su vida en el mundo de entretenimiento le quitaron muchos años de adolescencia y vida normal, incluyendo la oportunidad de amar, o bueno hasta...
and i hate the way you love me and i hate that i still care friend
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Las semanas pasaron y Jiwon todavía no sabía cómo sentirse al respecto. Sabía que tenía que ir a la universidad, a sacar los semestres restantes adelante, pero simplemente no podía. El vago recuerdo de ella llorando en la noche la perseguía cada vez que se encontraba en la sombra.
— ¿Me estas escuchando? —la voz de Sangwoo la sacó de sus pensamientos—. Jiwon.
Las gotas de lluvia que golpeaban las ventanas de aquel auto solo hacia todo sentir más pequeño de lo que era. Una mano se posó sobre su muslo, pero no se sentía la calidez de siempre, parecía un viejo hábito sin sentido que habían adquirido. No significaba nada, o por lo menos eso sentía ella cuando él lo hacía. Su mayor miedo se volvía cada vez más real; amarla se había vuelto costumbre.
—Perdón —susurró.
—Deja de hacer eso —respondió él—, no pidas perdón por algo que no dejarás de hacer. Jamás me escuchas Jiwon, siempre estás ahí pero no piensas en mí. Al menos pretende que te importo.
Su respiración se entrecortó. Parpadeo rápido por dos razones; la primera, porque no sabía cómo reaccionar. Jiwon jamás había querido a alguien como ella amaba a Sangwoo. La segunda, quería hacer todo lo posible por no llorar. No frente a él. No otra vez.
— ¿Quieres repetir lo que dijiste?
Sangwoo suspiró. —Te recogeré él sábado para ir a mi apartamento después de tu show o lo que sea. No me llames estos días, voy a estar muy ocupado y no te voy a contestar. Haz lo que quieras ¿de acuerdo? Solo no me fastidies.
Y ella solo pudo asentir. ¿Cómo era posible que aquel hombre que alguna vez le prometió bajarle las estrellas pudo conformarse con pintárselas en un papel?
Cuando el semáforo cambio de rojo a verde, Jiwon sólo pudo mirar al chico. No comprendía que había pasado, porque sus ojos antes brillantes ahora se encontraban oscuros. Su corazón se hizo chiquito pensando en todas las veces que las risas llenaban aquel espacio pequeño. Los recuerdos se sentían como fantasmas que la perseguían todas las noches.
El sonido de la radio era lo único que se escuchaba dentro de ese mortal silencio. La mirada de la mocha se perdía en la oscuridad de la noche, mientras él no se daba cuenta del tornado de sentimientos que recorría su mente con cada segundo que pasaba. A él no le molestaba nada, nunca lo hacía. Solo bajó su mano del volante al muslo de la chica que ni siquiera era capaz de llamarle novia.
—No me gusta que estemos mal, amor —la voz gruesa de Sangwoo rompió el silencio—. He estado ocupado con cosas de la universidad, mi tesis de grado, tu entiendes ¿verdad?
Jiwon sólo asintió, la piel de su pierna sintiendo más presión.
—Eres la mejor —susurró—, tu siempre me entiendes.