❤︎ | ❝you were so magnetic, it was almost obnoxious❞
Donghyuck estaba seguro que su carrera como artista y su vida en el mundo de entretenimiento le quitaron muchos años de adolescencia y vida normal, incluyendo la oportunidad de amar, o bueno hasta...
the whole facade seemed to fall apart, it's complicated i know it won't work
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Había algo que jodía a Donghyuck a diario. Y eso era el maldito dolor de cuerpo que aparecía desde el momento en el que despertaba, hasta el momento en el que se acostaba. Ninguna pastilla lograba hacerlo olvidar de lo doloroso que era sentir sus músculos tensados, articulaciones tronando, el estrés que llevaba en sus hombros, la preocupación en su estómago.
Sus ojos ardían. Probablemente era el hecho de que llevaba horas bailando en una sala de practica con el aire acondicionado congelando el ambiente para la supervivencia de pingüinos o el hecho de que la falta de sueño ya le cobraba factura, acompañada del cansancio masivo en la época de regresos, o simplemente en las prácticas. Porque era verdaderamente agotador tener que bailar hasta tarde en la noche, en especial porque Donghyuck era un perfeccionista.
—Hyuck, vamos —Mark lo llamó. Sacándolo por completo de su trance.
¿A dónde iban? ¿A casa?
Las gotas de sudor que estaban acumuladas en su frente rápidamente fueron secadas por su camisa, el algodón de la tela dejando la piel húmeda. Incomodo. Su pelo iba en todas las direcciones, las puntas secas por los tintes que tanto llevaba y las miles de decoloraciones. Su gorra probablemente estaba sobre el sillón de la sala de ensayos, donde Jisung estaba sentado, su mirada fija en su teléfono y sus dedos moviéndose por la pantalla.
—Donghyuck, tenemos que ir con 127 —Mark volvió a hablar, esta vez más serio. Donghyuck asintió comprendiendo completamente que no tenía la opción de hacer nada como los demás miembros de NCT Dream.
Fue por su gorra, pues no iba a permitir que vieran como su cabello estaba despeinado. También agarró su saco, aunque sabía que no se lo pondría, pues pronto se derretiría por el calor como un helado bajo el sol.
Mark iba delante de él, hablando por teléfono.
—Si yo sé que no puedo hoy... —Donghyuck escuchó su voz, algo decepcionada—... no- no es que no quiera, simplemente no puedo, tengo que componer una canciones para el próximo álbum...
En poco tiempo, la puerta grande se abrió frente sus pies, revelando a los miembros de su otro grupo. 127 era divertido, en 127 el era el consentido. Siempre.
Saludó a los miembros con una sonrisa y un par de abrazos, como si no se hubiesen visto en años, pero en realidad se vieron en la mañana. Jungwoo comenzó a hablarle sobre los logros que había obtenido temprano en el día en el videojuego FIFA, el menos advirtiéndole que la próxima vez que jugaran, él le ganaría. Yuta le preguntó como le había ido en el club el otro día, Hyuck sonrió y dijo que se había divertido, le contó sobre la presentación en vivo y el mayor le dijo que tenían que ir un día de estos, a divertirse un viernes o sábado. Donghyuck solo asintió, algún día eso de seguro, pero primero, tenía que sacar las siguientes dos horas adelante.