C H U P O N

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El hotel se encontraba en silencio mientras observaban a la pareja tener el momento más empalagoso que ellos hayan visto en su maldita vida.

Para angel, le parecía ciertamente tierno ver al "sonrisas" de esa forma, pues siempre creyó que era un insensible que solo buscaba cosas por interés propio.

Husk, bueno, el deseaba no presenciar otra escena más de esas, ya los había encontrado de mil formas por el poco respeto que le tenían al hotel y a los que habitaban ahí, aun se apiadaba de que Niffty limpiara todo pero lo agradecía.

Para Charlie, era lo mejor que podía presenciar, pues su papá ya había hablado con ella sobre la situación con su mamá y lo mucho que sufrió su abandono por el cielo, así que lo que más le hacía feliz era saber que su padre lo era, aún era extraño ver que era con Alastor, pero suponía que tenían sus cosas.

- Y bueno mis queridos pecadores, ¿Que tanto miran?

La voz del locutor los saco del trance a todos, quienes voltearon de forma rápida y nerviosa para otro lado, aún no se creían que ellos tuvieran que hacerlo dn lugar de que el soberano y el pecador cambiaran de habitación.

- Eh.. papá, no es por ser grosera pero de verdad creo que es necesario que no lo hagan si están frente a todos.

- Lo siento manzanita, no volverá a pasar.

Había cumplido.. o bueno, unos minutos, por que apenas Charlie y vaggie se retiraron el angel se lanzo a atacar el cuello del más alto, desabrochando el abrigo para poder tener mejor acceso a este, comenzando a lamer junto con suaves mordidas que pronto se tornarían rojizas a pesar de la poca fuerza.

Alastor tenía la piel sensible y eso era algo que le encantaba a lucifer,

Ver cómo sus manos quedaban marcadas en su piel cada que cuando tenían sexo le daba nalgadas, o cuando lo mordía intentando marcarlo, quería que supieran que el famoso demonio de la radio era suyo.
Que solo el tenía la oportunidad y era afortunado de verlo abajo suyo como quería.

- Jefe.. por favor, estamos aún aquí.

Husk hablo finalmente, sentía que estos estaban por tener intimidad enfrente de sus caras, tal vez estaba siendo exagerado, pero nunca se sabía cuando esos besos se convertirían en otras cosas.

- Vamos a la habitación, majestad.

Murmuró en voz baja agitado, sus manos acariciando y aferrándose a sus hombros mientras lucifer lo levantaba para caminar hacia el pasillo; casi desesperado, lo acorraló contra una de las paredes colocando su pierna entre las de Alastor, frotando con suavidad esta mientras le hablaba.

- ¿Me extrañaste mientras estuve fuera durante el día? Yo lo hice..

- Yo no, hasta libre me sent..

Sus palabras orgullosas fueron interrumpiendas por una simulación de una embestidas hacia su trasero, obligandolo a cerrar sus ojos, definitivamente el soberano sabía cómo callarlo cuando era necesario.

Había soltado un leve jadeo mientras abrazaba al rubio por los hombros, aunque ese ambiente desapareció al instante que el sonido de una camara los hizo salir de su trance, haciendo que el pecador volteara rápidamente a ver de dónde provenía. Para su gran sorpresa y para la desgracia de la araña, ambos lo habían visto antes de esconderse; pronto se pudo ver la sombra del demonio Radio hacerse grande mientras sus astas crecían.

— Tienes cinco segundos para correr, empieza desde ya.

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30 Días OTP - Appleradio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora