F U E R A D E C A S A

1.5K 129 12
                                    

.

.

.

Lucifer tenía en cuenta que su amado pecador no podía salir tantas veces de su anillo, por lo que lo hacían cada cierto tiempo cuando Alastor quería acompañarlo a las reuniones que solían hacer los pecados, nada importante, la mayoría de veces lo hacían por platicar y sacar cualquier tipo de chisme de sus anillos.

Está vez no había sido diferente, el rey del infierno había recibido una “cordial” invitación de Asmodeus a una pequeña reunión, dónde planeaba llevar a Alastor.
¿Por qué?
Por qué podía y quería, además de que le había comentado hace unos días que deseaba salir con él a pasar el tiempo, aunque claro no era lo mismo, iba a tener a los pecados jodiendolo posiblemente.

— ¿Estás listo, querido?

Pregunto el soberano una vez entro a la habitación del palacio, se habían estado quedando últimamente ahí para poder tener más libertad, su hija lo había entendido muy bien. Observo al pelirrojo terminar de arreglarse y se acercó por detrás, sus manos rodeandolo para abrazarlo por la cintura.

— Dame un momento..

Se terminó de acomodar su esponjoso cabello que parecía no quedarse quieto, suspiro rendido después de haber intentado todas las formas posibles, no entendía por qué estaba así. Suspiro y su expresión rápidamente cambio cuando sintió los brazos de Lucifer rodearlo, se sentía tan cálido y nunca lo iba a negar, adora estar junto a él cuando algo no le sale bien, sabe exactamente como calmar su poca paciencia.

— ¿Otra vez tu cabello?

Pregunto el soberano acariciando su rostro con delicadeza, observando el asentimiento del más alto ante su pregunta, se separó poco después y lo observo.

— Te ves adorable así. ¿Ya vamos? Llegaremos tarde.

— Tú siempre llegas tarde de igual forma, Lucifer.

El rey chasqueo sus dedos para abrir un portal hacía el anillo de la lujuria donde se reunirían todos para charlar y más cosas, entro junto con Alastor observando el lugar.

— ¿Hay tiempo para observar todo aquí antes de entrar?

— Ah.. bueno querido, no creo que importe si llegamos unos minutos tarde.

Después de lo dicho se dejó guiar por Alastor hacía dónde las cosas llamaban su atención, no iba a salir de ahí sin gastar, y no le molestaba, tal vez encontraban algunas cosas que podían servirles mas tarde..

( 📻 )

Sus ojos rodaron una vez más ante las conversaciones de los pecados y sus anécdotas, algunas eran un poco turbias como las de Asmodeus, por lo que trataba de ignorarlo o simplemente concentrarse en sus pensamientos, o era así hasta que sintió la mano de Lucifer en sus muslos por debajo de la mesa.

— ¿Que crees que haces?

Murmuró en voz baja disimuladamente, lanzandole una mirada molesta, comenzaba a subir hasta su entrepierna de a poco y no solo le ponía nervioso que se le saliera algun sonido, si no también que los descubrieran.
Era una sensación rara de excitación y vergüenza de ser descubiertos, le encantaba la adrenalina, para que mentía.

— ¡Oh! perdóname querido, fue un accidente.

El vaso de vino ahora derramado en el traje del pecador no fue solo una excusa, pues Lucifer había chocado con la mesa a propósito para poder retirarse de ahí, levantándose mientras sostenía el brazo de Alastor.

30 Días OTP - Appleradio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora