C O N R A S G U Ñ O S

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El día había pasado con algo de tensión, no era Charlie la única que lo había notado en el hotel los leves pero peligrosos roces que estaban teniendo sus padres.. o bueno, Lucifer y Alastor.

La noche anterior los había escuchado discutir, al parecer por algo ocasionando por mimzy, no le agradaba mucho a su padre, y por lo que sabía a Alastor le gustaba demasiado llevar eso muy lejos; Tal vez no sería mala idea dejarlos solos una tarde,

Para que se reconcilien y esas cosas.. esperaba con grandes e ilusas esperanzas que el hotel no forme parte de un gran conflicto.

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Lucifer mentiría si dijera que no amaba que Alastor lo rasguñara o encajara sus garras sobre su espalda a la hora de tener relaciones sexuales, pues le causaba cierta excitación sentir sus manos deslizarse sobre su espalda y apretarla, rasguñarla y demas liberando todo su placer acumulado; Al igual que con Alastor, adora que el rey deje las marcas de sus manos sobre su cintura o muslos, marcandolo como su propiedad, suya y solamente suya.

No llevaban mucho tiempo desde que se quedaron solos después de que Charlie les avisó que irían a dar una vuelta por el barrio caníbal, claramente no desaprovecharía aquella oportunidad de hacer a Alastor pagar por los celos que le hizo pasar, aunque este estuviera completamente de acuerdo en el fondo.

Le gustaba sentirse dominado por él, y no había mejor cosa que ver las marcas o rasguños que le dejaba a la hora de apretar su cintura para mantenerlo quieto o pegado a su cuerpo, justamente como lo estaba haciendo en ese momento.
No llevaban mucho de haberse encerrado en los aposentos de Lucifer, quien mantenía al pelirrojo sobre la cama después de haberlo provocado indirectamente frente a todos,
al principio, el pelirrojo se había molestado, ¿Cómo se le ocurria? lo había echo pasar una vergüenza increíble cuando comenzó, no sabía ni dónde meter la cabeza para ocultarse de aquella escena donde también estaba participando.

No tardó demasiado en caer, pues sentir las manos de Lucifer recorrer sus muslos y apretarlos, encajar sus garras sobre estos mientras preparaba su entrada con otros dos dedos de su otra mano, era demasiado.
Le excitaba en demasia sentirse tocado por su pareja, y era algo que nunca admitiría en voz alta, definitivamente eso agrandaría mas el ego de aquel rubio


— ¿Te esta gustando, querido? — Murmuró con la voz ronca, ocasionando un gemido gustoso en el pelirrojo quien arqueo su espalda intentando cerrar sus delgadas piernas, rápidamente el rey deteniendo aquella acción con su mano libre sin mucho esfuerzo.

— ¡L-Lucifer! — Lloriqueo, se sentía más sensible de lo normal, probablemente su celo no tardaba en llegar. Suspiro, desviando su mirada hacía otro lugar de la habitación mientras sus manos apretaban las sábanas con fuerza, poco después viendo de reojo como el mas bajo se acomodaba para entrar en él.

— Tan lindo.. te enseñaré como no debes conportarte con los demás, eres solamente mío, Alastor. — Susurro, inclinandose sobre sus labios para morderlos, sus manos yendo hacía la cintura de Alastor para mantenerlo quieto al mismo tiempo que comenzaba a embestir su interior con rapidez, le encantaba tenerlo a su control, su disposición.

Ver sus expresiones eran la gloria, como sus ojos derrepente se volteaban cuando era demasiado, como su sonrisa se distorsionaba por el placer. Nunca se cansaría de apreciarlo en aquella faceta, cuando el pelirrojo estaba tan sumido en el placer que le pedía al rey que lo marcara de mil formas, dejando todo su cuello y pecho lleno de mordidas.

— ¡Mgh! — Un sollozo por parte del más alto se hizo presente de manera ruidosa, sus piernas rodearon la cintura del mas bajo y lo atrajo hacía él, al mismo tiempo que sus manos rodeaban su torso, encajando sus garras en este, rasguñando toda su espalda a su paso.

Le gustaba arañarlo, ver aquellas marcas en la piel del más bajo durante la mañana siguiente era tan.. excitante de cierta manera, le gustaba ver que solo le pertenecía a él aquel ser de baja estatura, saber que solo el podía ocasionar aquellos rasguños.

No tardó demasiado en correrse, sintiendo como las garras del mayor se encajaban en su cadera haciendo heridas profundas, rasguñando su sensible piel dejandola rojiza al mismo tiempo que también terminaba en su interior, haciéndolo retorcerse sobre aquella cama en varios fuertes y largos gemidos.

Era un jodido desastre a los ojos de Lucifer, algo tan erótico de ver. Su mirada bajo hacia los muslos del pelirrojo, haciendo que sus manos fueran a parar allá donde apretó las anteriores mordidas que había echo, dejando aún más roja la zona, le gustaba marcar su piel, aun mas sabiendo que el contrario estaba completamente de acuerdo.

— ¡Ah! — Se quejo, sus piernas intentando cerrarse ante los apretones, suspiro cansado, sus ojos cerrandose unos segundos sintiendo el leve sueño apoderarse de su cuerpo, pronto las heridas comenzarían arder, pero no se quejaba.

— ¿Ya te cansaste? Que poca resistencia, querido. Aún no acabamos tú y yo.

El rubio susurro sobre sus labios, la posición cambiando nuevamente dejándolo sobre la cama como perrito, sabía que su cuerpo no iba a salir intacto de aquella energética actividad.

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Sinceramente no me gusto como salió, lamento mucho la demora, he estado teniendo muchos problemas en casita y tengo bloqueo mental, prometo actualizar mejor cuando esté un poco mas tranquilo, que mi escritura cambia demasiado cuando no lo estoy. 😞

Besitos.

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⏰ Última actualización: Sep 02 ⏰

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