30 Días OTP - Appleradio.

M. AL ACTIVO

Lucifer no se consideraba alguien mal educado en la forma de no tener respeto a los demás presentes haciendo alguna acción sexual con su amado pecador,
¡Claro que no! Cómo haría tal cosa en el hotel de su princesita..
Pero no tenía manera de excusarse ahora mismo.

Alastor había echo que parte de la habitación de lucifer ahora estuviera ocupando un espacio en el hotel, pues este quería usar de excusa para irse el que tenía papeleos que hacer en el palacio, haciendo que todo ese montón de papeles junto a su escritorio aparecieran en la habitación desolada.
Solía entrar ahí pocas veces, en realidad, si había sido una excusa para irse del hotel, pues a pesar de que su hija le había dicho que era bienvenido a quedarse, sentía que aún no todo estaba arreglado y una pequeña tensión en el ambiente.

Se lo había comentado a alastor, pero este solamente le dijo totalmente lo contrario.

— No pienses que huir del hotel va resolver tus problemas con tu paternidad, quieres que esa tensión se esfume pero no haces nada para que sea asi, querido.

A veces le daba justo dónde más le dolía, pero tenía razón, se la paso queriendo evitar que las cosas fueran mas tensas sin saber que evitarlo lo empeoraba.

Dejando sus problemas de paternidad de lado, ahora mismo se encontraba sentado mirando los papeles mientrss observaba como todos los huespedes entraban como si nada, cada uno con una gran sonrisa, pronto se vio a la rubia emocionada acercándose a su padre.

— ¡Papá! ¿Interrumpo? Espero que no, pero ellos también quieren escuchar tu historia con mi madre.

El rey trago saliva cuando sintió un leve apretón en su entrepierna y un agudo sonido de interferencia, no creía que fuera el momento y mucho menos que se lo pidiera, si no mal recordaba, tenía un libro con eso escrito.

— Princesita.. ¿Por que no les muestras el libro?

Aclaro su garganta mientras apretaba con suavidad las hojas en mano, esperaba que la conversación no se alargará demasiado, pues tenía al demonio radio entre sus piernas debajo del escritorio. Habían descubierto un nuevo fetiche, hacer algo con la adrenalina de que alguien los descubriera; obviamente no querían eso si se trataba de que los descubriera alguien del hotel, en realidad, nadie. Solo era su imaginación, pues ambos cuidaban mucho aquella extraña relación sobre cualquier ojo.
Pero ahí estaba, tomando con delicadeza el miembro del soberano para subir y bajar su mano en todo el largo, apretando la punta junto con su lengua en algunas ocasiones.

— Lo hice, pero ellos quieren escucharla de ti. Además no está alastor, no quería que se molestará si la escuchaba.

Otro apretón en su entrepierna.

No era un secreto el odio que el pelirrojo le tenía a Lilith, ver sufrir a su rey era lo peor que pudo haber presenciado desde que llego al infierno.
Para Charlie, aún era desconocida la causa por la que la mujer se fue, para Alastor, era la razon por la cual solía proteger al rubio incluso si el salía afectado.
No soportaba escuchar su solo nombre.

— Charlie.. querida, estoy ocupado.

Volvió a sentir la lengua del pecador en su miembro, encargándose de la punta mientras sus manos lo masturban con algo de rapidez, como si estuviera intentando hacerle saber que odiaba escuchar todo lo que decían.

Pasaba sus manos cuidadosamente en un vaivén primero lento, aumentando la velocidad mientras los segundos pasaban, apretando con cuidado los testículos, haciendo que el rubio soltará un repentino jadeo que no había podido contener por la sorpresa, haciendo que angel entrecerrara sus ojos.

— Creo que tú papi está teniendo ciertos problemas Charlie, ¿No será mejor que vaya por algún vaso de agua o medicamento? Su voz cambio repentinamente.

Lucifer volteo hacia la araña, intentando excusarse rápidamente cuando vio a su hija tomar en cuenta sus palabras.

— ¡P-Para nada! No lo necesito, solo.. me dió algo de tos.

Bajo su cabeza con un leve sonrojo en sus mejillas, siempre que tenía al pelirrojo entre sus piernas era como estar en el cielo nuevamente, sabía que era algo inexperto, pero eso solo lograba hacer que se pusiera más duro entre las manos del pecador.

— Entonces te traeré agua yo, Acompañenme.

La rubia hizo una señal para que salieran de la habitación mientras se apresuraba a ir por el vaso rápidamente, era extraño y no tenía mucho sentido.
Su papá había estado muy bien y no daba indicios de estar enfermo, además que la tos había un tan repentina que no parecía real.

— Mierda..

La voz ronca del rubio salió porfin una vez dejaron la habitación, moviendo un poco su silla hacia atrás para poder darle más espacio al pelirrojo.
Podía observar aquellos ojos rojos mirarle fijamente mientras seguía encargándose de su miembro que en ningún momento dejó de estar duro.
Continuaba masturbando hasta que decidió meterlo en su boca, comenzando a lamer desde la base a la punta ahuecando sus mejillas para succionar.
En reaccion al soberano, tomo su cabeza y lo empujó con poca suavidad para que lo metiera aún más, haciendo que se corriera en su boca a los pocos segundos.

— Me encanta tu boca.

El demonio radio sonrió saliendo del lugar para pararse alado suyo, inclinándose un poco para poder besar sus labios de una forma más suave y amorosa, las manos del rey viajaron a la cintura de este atrayendolo.

— No soportaba el nombre de esa perra.

Rodo sus ojos refiriéndose a las palabras de Charlie momentos atrás, haciendo que lucifer solo sonría mientras suelta una carcajada.
La puerta de la habitación vuelve a ser abierta dejando ver a los individuos que anteriormente ya habían entrado, retrocediendo los pasos que dieron sl entrar rápidamente cuando vieron al pecador parado ahí.

— ¡Oh, Alastor! Pensé que llegarías más tarde.. dijiste que tenías una reunión pendiente.

El ciervo alzó una ceja, ¿Que estaba tratando de decir esa mocosa?

— ¿Estás diciendo que debería no haber llegado ahora? No me lo esperaba de ti, querida.

— ¡N-No! Eso no fue lo que quería decir. Papá, ¿entonces puedes?

Ofreció el vaso de agua mientras preguntaba, el pelirrojo entrecerró sus ojos, no se rendía.

— Me temo que lucifer tenía una vuelta a la cuidad caníbal, tal vez después.

El rubio solo cambio su expresión a una confundida, mientras era jalado disimuladamente por Alastor, dejando a todos en la puerta de la habitación viendo como se perdían en la salida del pasillo.

Que extraño había sido todo.

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