Alondra Michelle
Un día normal como cualquier otro, hasta ahora, estaba en mi habitación y un número desconocido me mandó mensaje entre al chat el cual decía lo siguiente:
-Hola talvez no me conoces pero te recomiendo que te alejes de Rainelis Rosario.-
— porque? Algún problema con eso?
—solo hazlo, no tengo porque darte explicaciones-
— y yo no tengo porque hacerte caso, así que podrías dejar de enviarme mensajes? Gracias
No sabía quién era así solo bloqueé ese número y volví a lo mío pero otro maldito mensaje, porque ahora? Enserio queria descansar, ví el mensaje desde la barra de notificaciones y decía algo así:
Hola, soy Rainelis, quería ver cuando estabas libre para poder ir a comer algo-
—hola, si claro déjame ver si estoy disponible alguno de estos días 😉
Realmente no tenía nada que hacer pero no me quería ver cómo alguien que no hace nada y está todo el día acostada en su habitación viendo su celular o leyendo algún libro para poder escapar de mi realidad.
Después de unos minutos le envié un mensaje diciéndole que estaba libre este viernes, ella aceptó y dijo que estaba bien ese día, también me preguntó sobre la comida que me gusta y los restaurantes que suelo visitar. Al parecer está chica era muy perfeccionista con las cosas. Después de ver a dónde íbamos a ir y hablar un rato de cosas irrelevantes ya teníamos hora, día y lugar a dónde iríamos.
¿Porque estaba nerviosa por salir con ella? Deje de pensar en eso pero mi mente se preocupo por qué iba a llevar para esa salida. ¿Que tal si no me veo bien? ¿Y si mi cabello se ve mal ese día? Las preguntas y el miedo me empezaron a invadir y ahora quería cancelar la salida.
Otra vez este problema, odiaba esto el sentirme así, alguien llamo a la puerta de mi habitación y me saco de mis pensamientos— hija saldré a comprar comida ¿Quieres que te traiga algo?— escuché una voz grave y supuse que era mi padre— no gracias, ya comí— le menti.
Si, otro problema más, no comía. Aveces todo el día me la pasaba sin comer, odio mi físico y lo que piensen los demás de mi cuerpo, yo soy asi, siempre pongo en primer lugar las opiniones de los demás.
Rainelis Rosario
Después de esos mensajes que le envié a alondra no hable con nadie más, estaba enfocada en lo que iría a pasar el viernes, y que era lo que me pondría ese día, quería algo casual pero no tanto, algo llamativo pero un poco discreto. Okey puede sonar raro pero yo me entendía.
Diana me tomo desprevenida al entrar a la habitación, y verme eligiendo ropa no le pareció a está.
— ¿a dónde irás?— me preguntó sería— el viernes saldré— hablé temblando, ya que no quería armar otro escándalo— y se puede saber con quién—vi como apretó la mandíbula— con un amigo—estaba intentando guardar la ropa de nuevo en el armario— ¿con cual amigo?—se cruzó de brazos— con mi mejor amigo— me senté en la cama— Martin? Pero no que era temporada de exámenes— mierda lo olvide, ni para mentir sirvo— s-si pero necesita despejarse— ella se acercó a mi— llámalo, quiero saber si es cierto— me levanté de la cama fingiendo estar enojada— ¿acaso no confías en mí?— me agarró de la muñeca un tanto fuerte— solo necesito asegurarme, y si es cierto no vas a tener ningún inconveniente con llamarlo ¿O si? ¿Acaso me ocultas algo?— cada vez me apretaba más la muñeca— porfavor suéltame me lastimas, le llamaré, tranquila—.