Rainelis Rosario
El destino es un poco raro, un día puedes estar en la punta de la montaña y al otro estar en lo más bajo de la tierra, no te das cuenta cuando pasa eso, y si así fuera, no tendrías porque estarte preocupando por lo que pasará después, porque al fin y al cabo, va a suceder.
Alondra había salido hace un par de días( tres días) y no había regresado, la llamé y mandé mensajes infinidad de veces pero nunca contestaba, estaba realmente muy preocupada, anuncié esto con la policía, me dijieron que iban a hacer lo posible por tratar de localizar a Alondra.
La razón por la que había salido era porque sus compañeros de la universidad la habían invitado a una reunión en un club, ella dijo que se llevaba muy bien con ellos, le dije que no había problema solo que no regresará tan tarde porque es peligroso manejar de noche, Alondra no bebe alcohol así que eso no me preocupaba, ahora que lo pienso, no debí de dejar ir sola. genial, tenía solo un trabajo y era cuidarla ¿Y que hice? Exacto, todo lo contrario a eso.
Estaba en la sala, de la casa de Alondra "viendo" la televisión, realmente solo estaba encendida porque no quería sentirme tan sola, y así como Alondra desapareció así mismo apareció. Escuché la puerta de la entrada abrirse, mire rápidamente a esta, no esperaba a nadie asi que me asuste, cuando ví a alondra parada en la puerta de la entrada, muchos sentimientos se encontraron.
— Alondra…— susurré y corrí a ella, la intenté abrazarla pero me lo impidió— ¿Que pasa? ¿Porque desapareciste así? ¿Estás bien?— ella no contesto— Michelle ¿Estás bien?— ella me miro— no me digas así— dijo neutral— entonces contesta mis preguntas ¿Que te pasa?— no dijo nada y camino a la cocina por un poco de agua— Michelle, dime qué fue lo que pasó— levanté un poco la voz— ¡te menti, no fui con unos amigos, fui con una chica al club, y la bese. No podía con la culpa, no podía siquiera verte y no puedo, pero tenía que volver a la casa!— me grito— oh…— guarde silencio por un momento y volvi a hablar— …esta bien Alondra, seguro lo que tomaste era muy fuerte— nos quedamos calladas las dos hasta que ella rompió ese silencio — perdón, Rai…— fue lo único que dijo. El sentimiento de no poder llegar a ser suficiente para Alondra me estaba matando.
Alondra Michelle
¿Recuerdan a Ashley? Al final si le di mi número de teléfono, no había hablado muchas veces con ella, siempre me invitaba a fiestas, yo decia que no, y está vez la cual me invitó a una discoteca, le dije que si, necesitaba despejarme y olvidarme de todo lo que estaba pasando.
— ¡oye Alondra!— grito Ashley desde una mesa— hola, solo somos tú y yo?— ella asintio. Entre algunas bebidas, empecé a sentir algo de culpa por lo sucedido con Isabella, aunque yo no hubiera hecho eso sentía culpa, Joseph era parte de mi familia, y si le digo a Rai sobre eso, talvez querrá dejarme.
— oye Alondra, no sé en lo que estás pensando, pero tienes que dejar eso de lado y disfrutar lo que tienes al rededor, ten otra bebida— me entrego otra de sus bebidas, las cuales no sabía que era lo que contenía, varias bebidas, alguno que otro mareo, y eso fue suficiente para empezar a alucinar ¿Que tenían esas bebidas? — ahora que estás así…— no alcance a escuchar lo demás, era la voz de Ashley pero su cara ¿Rai?— ¿que haces aquí Rai? — ella se empezó a reír— están funcionando, ahora bonita ¿no quieres darme un beso por ayudar a olvidarte de tus problemas?— ¿porque decía eso? No lose, pero Rai se veía muy bonita. De un momento a otro "Rai" estaba encima mío, besandome, besando cada parte de mi cuello y boca. Todo lo veía muy borroso.
Desperté por la mañana en una habitación que no conocía, junto a ¿Ashley? Estaba desnuda, no me acordaba de nada, pero era más que lógico que me había acostado con ella— mierda— susurré, me cambié, agarre mis cosas y salí rápidamente de ahí, no tenía las agallas para ir a mi departamento, no quería ver a Rai, y mucho menos después de haberle mentido y engañarla con otra chica. Cuando llegue a mi departamento no dije nada, ella insistía en que le contará y lo hice, pero solo le dije lo del beso. Después de eso entre al baño, todavía tenía algunas marcas de chupetones en el cuerpo, pero había una la cual se lograba ver solo un poco, estaba en mi cuello, la playera cubría gran parte de este, pero se alcanzaba a apreciar una parte de el.
— Alondra — escuché al otro lado de la puerta—¿Que pasa?— respondí— ¿segura que estás bien? — escuché como suspiró— estoy bien ¿Tu estás bien?— mentí — si…— escuché como empezó a sollozar, salí rápidamente del baño y ella estaba por salir de la habitación pero la detuve— Rai, porfavor perdóname— la abracé— te perdono Alondra, pero…— empezó a llorar— …no soy suficiente para ti, solo mírame— dijo entre lágrimas— no, no digas eso, escucha— tome su cara entre mis manos — eres lo mejor del mundo, y aveces me preguntó como alguien tan perfecta como tu, puede estar conmigo, nunca digas que no eres suficiente para alguien, eres lo mas perfecto del mundo creeme que tú forma tan bonita de querer y tus ojos, esos ojos los cuales al verlos, ves el espacio, esos rizos, tus pestañas, tus cejas, tus labios, tu me haces olvidarme de todo, eres todo lo que está bien en el mundo…— le dió un pequeño beso, el cual daba entender lo mucho que la amaba.
Rainelis Rosario
No solo lloraba por no ser suficiente para Alondra, llegué a ver un chupetón en su cuello ¿Realmente me había contado todo? Creo que solo me contó lo del beso, para no ¿Lastimarme? Pero me lastimo más saber que me estaba mintiendo. Y soy una estúpida, tal vez, pero después de todo lo que me dijo enseguida la perdone, pero es que ella sin importar lo que haga, siempre la voy a perdonar por todo.
Oh……
Hola, hoy no hay besos 🫵