Rainelis Rosario
Me levanté aproximadamente a las 7:43 de la mañana, tarde un poco en salir de la habitación, tenía miedo por lo ocurrido está noche.
— buenos días Rai, puedo pasar?— escuché la voz de isa al otro lado de la puerta— adelante— dije temiendo lo que podría pasar— venía para poder hablar contigo, sobre lo que pasó ayer— se sentó a un lado mío— no te preocupes Isa, fue en parte mi culpa, debi de explicarte bien, y la manera en la que te dije que no queri…— ella me interrumpió— no, no fue tu culpa, fue mia, no debí de golpearte, ni mucho menos insistir en hacerlo, no permitas que te vuelva a poner un dedo encima sin tu consentimiento, entendido?— hablo mientras agarraba mi mano— esta bien— asentí— estaba pensando en salir a desayunar a un lugar especial, quieres ir?— me sonrio— claro que si, solo dejame arreglarme— le grese la sonrisa.
Y así fue, me arregle y fuimos a desayunar a un restaurante, bastante bonito, pero me sentía algo incómoda ¿El motivo? Todavía no lo logro entender.
— …entonces, está todo bien?— de que estábamos hablando?— disculpa, estaba entretenida ¿Que paso?— le sonreí— voy a salir toda la semana, temas de trabajo, si necesitas algo solo dile a los guardias, tratare de mantenerme en contacto contigo ¿Está bien?— alzó las cejas— está bien— le di un beso en el cachete y fue por sus maletas, las cuales ya estaban echas— cuídate mucho— le susurré, ella solo me sonrió, me dió otro beso en el cachete y se fue.
Dos horas desde que isa se fue, y estaba pensando en ir a la cafetería que habíamos ido anteriormente ella y yo, así que me arregle y fui camino a esta misma.
— buenas tardes, señorita— me dijo una de las meseras— buenas tardes, desearía pedir un frappé — le entregué la carta— un clásico?— me preguntó— si— asentí— solo que cuando usted pague, tendría que ir a la caja— apunto a esta misma— está bien— suspiré, el día estaba soleado, talvez despues de esto podría ir a tomar el sol a la playa, eso me vendrá bastante bien— aquí está su pedido— escuché una voz familiar— muchas gracias…— mire enfrente, y la ví, Alondra Michelle— Alondra— sonreí— hola Rai— cómo estás?— tenia una sonrisa de boba— bastante bien ¿Donde está, Isabella?— porque pregunta por Isabella, debería de preguntar cómo me encuentro, en estos momentos Isa no importa— salió, estaré sola toda la semana— eso es una indirecta, porfavor capta— okey, si quieres, digo, como vas a estar sola, podremos salir— Alondra Michelle, por fin capta una indirecta?— dejame ver que dias puedo¿Podrías pasarme tu número? Para poder decirte— ella solo asintio, anoté su número de celular en una servilleta con una pluma que me prestó ella— estamos en contacto— dicho esto me pare de mi asiento, y fui directo a la caja para poder pagar— señorita, Rosario— el guardia de Isabella me detuvo— que necesitas?— levante las cejas— la jefa, Isabella, me dijo que le informara que iba de regreso a la casa — mierda— entonces volvamos— sonrei. Estaba planeando salir con alondra este jueves, pero ahora no estaba segura si podría, ya que Isabella, estaría en casa ¿Porque volvió a la casa? Talvez cancelaron el trabajo que iban a hacer.
Llegue a la casa e Isabella me estaba esperando sentada en el sillón de la sala— hola isa ¿ que fue lo que pasó? — pregunté— problemas, oye ¿ A dónde fuiste?— se paró— a una cafetería— sonreí un poco nerviosa— ¿Cuál cafetería?— se acercó a mi— no me acuerdo de su nombre, pero, fui a dónde anteriormente salimos las dos— me tomo de las manos— no regreses a ese lugar porfavor— sonrió— ¿ Porque, el lugar es muy bonito, y los meseros son amabl…— no me dejó terminar— no quiero que vuelvas allá y punto, podríamos ir a otro lugar— porque tomo esa decisión?— está bien, ahora, iré a dormir un rato, estoy cansada— claramente estaba mintiendo, realmente estaba luchando por el dolor que sentía, ya que ella de un momento otro, creo que sin darse cuenta, me estaba apretando muy fuerte, mis manos estaban rojas, tenia miedo otra vez, tanto tiempo sin sentir esto, es extraño volver de lo que tanto escape.
Dos días después
Isa estaba planeando una reunión con un par de sus amigos, en la casa, no conocia a ninguno así que tendria que socializar.
— buenas noches, bienvenidos, adelante— escuché a lo lejos, fui camino a la sala — Isabella, quien es ella?— pregunto un chico alto, pelinegro, ojos azules, se veia que hacía ejercicio— soy, Rainelis— le di la mano— yo Marcos— me sonrió— bueno chicos, ahora iré por las bebidas, Rai, porfa ven a ayudarme— yo asentí. Isa escogió un par de bebidas entre ellas whisky, vodka, cerveza, ron, entre muchas otras que tenía en el cuarto de alcohol— con estará suficiente ¿Tu vas a convivir con nosotros?— lo pensé un poco y respondí— no gracias, creo que estaré en la habitación— ella me sonrió— está bien, si necesitas algo solo manda un mensaje— me dio un beso en la mejilla, agarro las bebidas y se fue, yo salí de la cocina y iba camino a la habitación pero Marcos me habló— disculpa, Rai ¿Donde se encuentra el baño?— alzó las cejas— al fondo, a la derecha, al lado de la estantería de herramientas— hice una seña con la mano, indicando el camino, él camino al baño, y yo entre a la habitación, por alguna extraña razo mire a donde anteriormente estaba Marcos, y este mismo estaba mirándome entrar a la habitación, fue extraño, muy extraño.
2 horas después
— hasta pronto, nos vemos— estaba hablando con Martin, por teléfono, me iba a acostar un rato a dormir, tenia mucho sueño, pero esto fue interrumpido por alguien que llamo a la puerta— quien es?— nadie respondió, no le tome importancia, y me dispuse a cambiarme de ropa— eres muy bonita— escuché la voz de alguien detrás mio, era Marcos, ¿que carajo estaba haciendo aquí? Me tape rápidamente la parte superior de mi cuerpo la cual solo la cubría mi brasier— disculpa Marcos, podrías salir, me estoy cambiando— dije nerviosa— no, no quiero, aquí estoy bien— se sentó en la cama— no es una pregunta, sal de la habitación— señale la puerta— o sino que— hablo serio— llamaré a Isabella— ¡¿Cómo mierda iba a llamarla, mi celular estaba en la cama, dónde estaba sentado justamente él?!— estoy seguro que no contestara, así que solo guarda silencio y no grites— se levantó de la cama, y se estaba acercando a mí, intente correr a la puerta pero el me detuvo, me agarró de la cintura y me tiró a la cama, la toalla con la cual me estaba tapando cayó al piso, y ahora estaba solo en brasier.
Intente agarrari teléfono para llamar a Isa, pero no lo encontraba— buscabas tu teléfono? Lamento decirte que yo soy más inteligente que tú— saco mi celular de su bolsa del pantalón, y lo dejo sobre la mesa— porfavor, no me hagas nada— las lágrimas amenazaban salir del miedo que sentía— cállate, en estos momentos haré lo que se me plazca— se aventó a la cama, me agarro de las manos, y empezo a besar mi cuello, algo, asqueroso, con cada beso, bajaba un poco más, empezó a llegar a la tela de mi brasier— ¡suéltame!— las lágrimas caian de mis ojos, patalear era lo único que podia hacer— cállate la boca— siguió besando mi cuerpo, y como un milagro, Isabella, entro por la puerta de la habitación.
Marcos, no sé había percatado de esto, pero yo si, Isabella al ver lo que pasaba, se lanzó contra Marcos, lo levanto de la cama y lo tiró al piso— ¡que mierda, Marcos!— yo me tape con la sábana de la cama— Isabella, perdón, pero ella me provocó y no pude resistirme— ¿ahora es mi culpa que intentarán abusar de mí?— yo conozco muy bien a Rai, y ella no es asi, además ¿Dime porque carajos está llorando? Sabes algo, mejor cállate, llamaré a mis guardias— Marcos, se levantó rápidamente e intento correr pero Rafael, uno de los guardias de isa, lo detuvo— ya sabes que hacer— el guardia solo asintio y lo llevo a una habitación.
Isabella, algunas veces llevaba gente a la casa, y después de emborrachar a estas personas un poco, los metía en una habitación ¿Que pasaba ahí? No lose, pero nunca se escuchaba nada ahí adentro.
aquí andamos, un capítulo un poco más largo de lo normal. besos en los labios, me dicen las faltas de ortografía 🫵