Capítulo 14.

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—¿Tu amiga ya regresó de ese viaje?

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—¿Tu amiga ya regresó de ese viaje?

Me pregunta Spencer con curiosidad mientras introduce la llave en la cerradura de la puerta de su departamento. Han pasado un par de semanas desde lo de García, y creo que todos lo hemos tomado bastante bien, ella está mejor del brazo y ha vuelto a ser la misma de antes. Dijo que no va a dejar que ese horrible suceso borre una parte de lo que le identifica: el ver el lado bueno de las cosas.

—¿Jane?

La voz de Spencer me saca de mis pensamientos y tengo que parpadear un par de veces para enfocarlo mirándome con curiosidad mientras mantiene abierta la puerta para mí.

—Oh, ¿qué decías?—Soy sincera, y me adentro al departamento. Tiro mi mochila a un lado de la puerta y me giro a Spencer.

Lleva una camisa blanca con rayas negras y una corbata de tonos tierra. Es algo langiducho, casi de mi complexión pero un poco más alto. Y, es, extrañarme atractivo.

—Que si Lana ya regresó de ese viaje..

—Me dijo que iba a volver cuando...Ya sabes...-Ladeo el rostro, incómoda, es que no me gusta mencionarlo.—El accidente de García.

—Oh, entiendo.—Asiente y camina hasta el sofá donde deja su mochila café.—Y no volvió, supongo. ¿Tuvo algún inconveniente? ¿Estás bien con eso?

—No.—Me asomo a la ventana y recojo las cortinas. Spencer suele tener su departamento muy oscuro, y no me agrada mucho, quiero que los últimos rayos de sol de invierno iluminen el lugar.—Dice que cambió de opinión porque conoció a alguien.—Frunzo el ceño, tratando de recordar al tipo del que me habló.—Un italiano, creo...

—No pareces muy contenta por eso.

—Estoy bien.—Me doy media vuelta para verlo. El lugar luce mejor así.—Si ella es feliz, yo lo estoy. Y, si ese italiano le rompe el corazón yo estaré ahí para apoyarla y escucharla.

—Suena a que no ha tenido mucha suerte con eso.—Se quita el blazer y lo deja doblado sobre el sofá, muy ordenado.—¿Con cuántas personas ha intentado algo? La mayoría de las personas que no tuvieron el afecto y protección qué brindan los padres, suelen buscar en...

—¿La estás perfilando?—Me cruzo de brazos y enarco una ceja.

—¡No!—Sacude la cabeza, negando.—Perdón. E-es... La costumbre. Perdoname.—Se rasca la nuca avergonzado, y baja la mirada a sus pies.—Mejor empecemos lo que vinimos a hacer.

No puedo evitar sonreír al verlo así. Bajo los brazos y me quito el suéter gris y lo aviento al sofá.

¡Tengo noticias!

¡Muy buenas!

¡Gideon se va a casar!

Las chicas tuvieron razón al decirme que era buena idea ir a ver vestidos, porque en serio los vamos a necesitar. Sin embargo, cuando Gideon nos dio la noticia y Morgan insinuó que pasaremos toda la noche bailando, cierta enciclopedia andante, hizo una mueca. La cual noté al instante, y adiviné. ¡Spencer no sabe bailar! Pero no es tan malo, porque yo me ofrecí a ayudarle, y tenemos dos semanas para hacer que al menos aprenda a menearse a los lados.

Fallen leavesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora