Para toda la U.A.C es obvio que Jane y Spencer deberían terminar juntos. Los únicos que parecen no darse cuenta son ellos, que han desarrollado una hermosa amistad entre trucos de magia, chistes de filosofía e historias de miedo.
A pesar de que Jane...
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Me retoco el cabello por décima vez frente al espejo del elevador de la academia del FBI, donde mi esposo es profesor de intercambio. Dejó la unidad hace un tiempo, y Hotch le propuso este empleo para no alejarse tanto de los casos. Seguirá ayudándolos, pero solo en casos complicados e importantes.
No quiere perderse ni un día de este embarazo. Y es genial, porque los últimos días que viajó con la UAC me sentía muy sola en casa. Algunas veces, cuando Alex no viajaba me hacía compañía; le enseñaba a cocinar, ella traía nuevos libros e incluso me dio unas clases de latín. ¿Quién habla latín en estos tiempos? Creo que nadie. Pero es un idioma muy interesante y antiguo. Me gustan las cosas antiguas.
El ascensor se detiene y me saca de mis cavilaciones. Las puertas se abren en un pasillo oscuro, con varias puertas que supongo son los salones de clases. Hay varios chicos afuera, al parecer van a tomar alguna clase práctica, porque todos llevan exactamente la misma ropa: pants azul marinos, y una playera gris que dice fbi en una esquina.
Volviendo a lo que estaba... ¿Qué? ¡Ah, sí! ¿Por qué estoy aquí?
¡Porque vamos a conocer el sexo del bebé hoy! Así que vine por Spencer para que vayamos directo con mi obstetra.
—Alguna vez Lissa se rendirá con él?
—Debería hacerlo. ¿Cuántas veces la ha rechazado? ¿Siete?
—¡Ni siquiera la mira!
Escucho que cuchilean un grupo de chicas cuando paso a su lado en el pasillo directo al salón de enfrente, donde se supone que está Spencer.
Mi ceño se frunce un poco. ¿Por qué siento que esa conversación tiene que ver con Spencer? Miro de reojo al grupo de chicas y lo confirmo al ver que todas miran con descaro hacia el salón donde Spencer imparte clases.
—Debería tener un poco de dignidad. ¿Acaso no ha visto el anillo de matrimonio qué lleva en la mano el doctor Reid?
Sí. Es un anillo muy grande que cualquiera puede ver. Eh.
—Lissa siempre ha sido así. Cree que si logra tener algo con el doctor Reid, tendrá un lugar asegurado en la UAC.
Toco mi vientre por encima del abrigo negro que llevo, apretando atención a la conversación. ¿En serio cree que Spencer tiene tan poca autoestima como para aceptar tener algo con una alumna a cambio de darle trabajo? Pf. Esa chica, a la cual ni siquiera conozco, pero ya me cae mal, esta un poco demente.
