La Última Alma

Capítulo XXV: Lluvia de Flechas

Habían pasado quince días desde que llegaron a la nueva base cuando surgieron nuevas noticias sobre la guerra. Bonder empezaba a sentir la presión de sus vecinos. Aunque se mantenía neutral, comenzó a reforzar sus fronteras. Se informó que, gracias a la alianza entre Moltan y Kanarie, la guerra se mantenía equilibrada. Atria empezaba a mostrar inclinaciones a apoyar a Kanarie, pero no se involucraba debido al tratado de paz. Azukran, deseoso de asegurar su posición en la región, buscó aliarse con uno de los dos gigantes del continente, naciones que abarcan vastos territorios y tienen gran influencia en la Sala de la Gloria en el hemisferio sur. Sin embargo, su solicitud fue rechazada.

Ese día, Ronny llegó con espadas de madera, distribuyéndolas entre los chicos y explicando que era hora de enseñarles el manejo de un arma. Al tomarla, Akie no pudo evitar emocionarse, ya que este había perdido su espada en los eventos de los 'Rosa Negra'. Ronny instruyó que se enfrentaran entre sí, comenzando con Korra contra Rin y Akie contra Sora. La regla era simple: debían desarmar a su adversario.

En los primeros enfrentamientos, Rin sorprendió a Korra al desarmarlo sin dificultad, demostrando su excelente dominio de la espada. Akie hizo lo mismo con Sora, quien tenía menos experiencia. Luego, cambiaron de oponentes, con Akie enfrentando a Korra y Sora a Rin. En esta ronda, tanto Akie como Rin resultaron ganadores.

En la última ronda, Korra se enfrentó a Sora y Akie a Rin. Korra desarmó a Sora sin muchos problemas, dejándola notablemente frustrada por haber perdido todos los encuentros. Mientras tanto, el duelo entre Akie y Rin comenzó con un rápido intercambio de golpes. A pesar de la técnica de Akie, Rin parecía anticipar cada movimiento. Conforme avanzaba el duelo, la confianza de Akie se desvanecía. Finalmente, con un movimiento elegante, Rin logró desarmar a Akie.

Ronny, no muy sorprendido por los resultados, elogió a Akie por resistir más de lo esperado frente a Rin. Después de observar sus habilidades, se acercó a cada uno para ofrecerles una rutina de entrenamiento individual. A pesar de que estaban mejorando en combate, Ronny señaló que dominar el manejo del arma les ayudaría a potenciar sus habilidades, mencionando que a excepción de Rin, cada vez se acercaban más al nivel de un 'Golder'.

Labella, quien estaba junto a Adolfo, observando el entrenamiento y al escuchar eso, no dudó en preguntar. Adolfo se encargó de explicarle los rangos que el Gobierno Mundial manejaba. Empezó con los 'Reclutas', seguidos por los 'Soldados'. Por encima de ellos estaban los 'Silvers', y destacando entre ellos estaban los 'Golders'. Más arriba estaban los 'Caballeros'; de entre los mejores salía un 'Sub-Comandante'. Entre estos rangos, la diferencia de fuerza no era mucha. El siguiente título era el de 'Comandantes'. Después estaban los rangos de renombre, como 'Señores de la Guerra' y 'Héroes'. Finalmente, estaban los 'Cuervos', bajo el mando directo de los Santo Reinos. Estos tenían subclases: bronce para los recién ascendidos, plata para los experimentados y oro para los candidatos a un ascenso. Los tres últimos rangos eran privilegiados, con influencias políticas, como los 'Paladines'. Luego venían los 'Argeles'. Al final, con el título de guardian del mundo, solo una persona recibía el rango de 'Divino Soberano'.

Cuando el entrenamiento terminó, Ronny felicitó a cada uno y, sin más, se marchó muy contento. Labella se acercó a Rin y le preguntó:

—¿Cómo aprendiste a manejar la espada tan bien?

—Tuve un excelente maestro —respondió Rin mientras descansaba en el suelo.

—¿Ronny? —volvió a preguntar Labella.

—No —respondió sutilmente—, era alguien que solía ser parte del grupo.

—Tómalo como quieras, pero no pienso quedarme atrás —insinuó Akie, sintiéndose superado por Rin.