Capítulo X: Juegos del Destino

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Habían pasado diez semanas desde el primer encuentro entre Korra y Rin. Una semana después de unirse, Korra se había sanado por completo. En el incidente con los gemelos, Sora lamentaba que su violín hubiera sido destruido; era uno de sus recuerdos más preciados. La base secreta de Ronny estaba ubicada en la Nación de Moltan. El año 768 había llegado a su fin, y habían festejado el inicio del nuevo año llenos de gozo y alegría. Ambos grupos se habían vuelto más cercanos. El entrenamiento de Ronny hacia los chicos había sido un infierno que soportaban día a día. Sin embargo, los chicos notaban su progreso. Sora, por su parte, se esforzaba por dominar más su poder. Shiina entrenaba su destreza con el arco junto a Alan.

Aquel día, Korra iba de camino a entrenar cuando vio a Sora meditando. Le llamó la atención y se quedó a observar. Aparecieron dos réplicas a cada lado de Sora, y frente a ella surgió una entidad borrosa que pronto se desvaneció. Korra quedó asombrado al ver cuánto se había esforzado Sora, lo cual lo motivó.

Al llegar al campo de entrenamiento se unió a Akie. Después de un arduo entrenamiento, aún no lograban acertarle un golpe. Akie, fatigado, empezó a analizar cuidadosamente los movimientos de Ronny. Detectó un patrón claro: siempre comenzaba con una defensa alta, seguida de un barrido bajo para desestabilizar. Luego se acercó a Korra y, con voz firme y medida, le susurró: "Ataca primero la parte superior. Forzaremos a Ronny a seguir su secuencia habitual. Yo iré por su parte inferior. En cuanto nos esquive, se abrirá una brecha y tendrás unos segundos para contraatacar con una patada al abdomen". Korra asintió, aunque el plan le parecía simple, dudaba si funcionaria.

Ambos se lanzaron hacia Ronny. Él los miró con una sonrisa que los incomodaba. Como era de esperarse, evadió ambos ataques con facilidad. Korra, siguiendo el plan, lanzó una patada. Ronny se sorprendió por el ataque tan directo, lo miró con cierta decepción y se preparó para bloquear. A pocos centímetros del impacto, Akie desvió el ataque de Korra con su codo, cambiando la dirección del golpe hacia el costado de Ronny. El movimiento fue tan inesperado que Ronny no tuvo tiempo de reaccionar y recibió el golpe. Retrocedió un paso. Hubo un breve silencio mientras Akie y Korra caían rendidos al suelo.

—Vaya —dijo Ronny con tono serio—, me han atrapado por completo —continuó, mientras una sonrisa se formaba en su rostro—. Están mejorando, chicos, y a una velocidad impresionante.

—No nos subestimes —dijo Akie entre jadeos.

—Eso está claro, no volveré a confiarme —dijo Ronny, con una sonrisa entusiasta.

Con esas palabras, los chicos entendieron que su entrenamiento había subido de nivel. No sabían si debían temer o estar satisfechos con tal hazaña.

—Creo que están listos —mencionó Ronny, preparándose para regresar a la base.

—¿Listos? —preguntó Akie, confundido.

—¿Para qué? —agregó Korra.

—Para usar las píldoras.

—¿Píldoras? —repitió Akie, aún sin entender.

—No son cualquier píldoras. Estas incrementan su fuerza y velocidad. Hay unas que las aumentan [x2] y otras [x4]. Según su resistencia actual, están listos para soportar las más básicas.

Ronny no explicó mucho más y mencionó que en el próximo entrenamiento les mostraría más detalles. Los chicos quedaron intrigados. Cuando llegaron a la base, esperaban la típica despedida de Ronny con un "Los veo mañana" seguido de unas palmaditas en la espalda, pero ese día no hubo tal. Solo los miró y les dijo:

—Llamen a Shiina y Sora. Los veo en el cuarto de reuniones.

Ambos asintieron, extrañados, ya que nunca antes los habían llamado a ese cuarto. Después de buscar a las chicas, entraron al lugar, donde casi todos los integrantes estaban presentes, incluso Rin, pero Ronny aún no llegaba.

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