XVII.- Nueva Era

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Derek rio levemente al ver a Stiles en su oficina.

Ya pasaron dos meses desde que regresaron a Beacon Hills y se instalaron, Peter se encargó de que la mansión Hale fuera reconstruida y ahora toda la manada vive ahí incluyendo a los hermanos Winchester y a los cazadores de sombras. Alec consideraba a Stiles como un hermano menor así que después de hablarlo con los demás decidió que iniciarían un Instituto en el pueblo. El consejo de cazadores de sombras estuvo de acuerdo y más al enterarse de todos los sobrenaturales que estaban llegando al pueblo, el lugar iba a necesitar más protección.

Stiles implementó nuevas reglas y costumbres, los sobrenaturales ya no se tienen que esconder y los humanos ya no veían con extrañeza a todos los que eran diferentes. El castaño también implemento varias áreas nuevas en los hospitales, necesitaban un lugar donde los sobrenaturales fueran tratados y los humanos estaban siendo capacitados por otros sobrenaturales para poder atenderlos si llegaba a haber algún accidente con acónito, muérdago u otras sustancias que podrían hacerles daños. Los niños también crecían con los sobrenaturales en sus escuelas solo que también había profesores que podrían controlar a los menores que tuvieran algún desplante. Por el momento todo funcionaba a la perfección y la manada estaba contenta con todos los cambios.

— Creo que no deberías de molestarlo. Ha estado estos días con la cabeza metida en los planos de los nuevos orfanatos, quiere que los niños tengan los mejores cuidados. — le dijo Peter a su sobrino, él era la mano derecha de Stiles como alcalde por lo que sabía todos los proyectos que el menor tenía en su cabecita.

— Tiene que tomar un descanso, los chicos quieren que salgamos a cenar y le serviría. Ha estado muy ocupado y siento que se esta llenando tanto de trabajo porque no quiere pensar en Allyson.

— ¿No ha habido algún avance?

— Ella no quiere hablar, creo que Sti se esta torturando un poco pensando que es su culpa por dejarla aquí.

— Allyson esta en un hoyo bastante grande, creo que debería de hablar con ella.

— ¿Piensas que es lo mejor?

— Ella no puede quedarse de esa manera, voy a traerla al pueblo. Stiles ya habló con la mayoría de los humanos y ellos nunca odiaron a Allyson, de hecho decían que la chica era bastante amable cuando no estaba Gerard.

— ¿Cuánto tiempo piensan estar afuera de mi oficina? — les preguntó Stiles con diversión.

— Lo siento. Vamos a salir a cenar, los chicos nos esperan en el restaurante de Dean. — le dijo Derek sin importarle el rostro cansado de su novio.

— Algo me dice que no puedo negarme.

— Nop. — movió la silla del castaño — Iremos a cenar y cuando regresemos nos vamos a ir a dormir y mañana vas a tomarte el día. Tu y yo vamos a tener una cita.

— Te odio.

— Me amas. — dejó un suave beso en los labios del castaño.

— Para mi desgracia, lo hago.

Chris miró a Peter con una pequeña sonrisa adornando su rostro.

— ¿Alguna vez pensaste que Derek y Sti terminarían juntos? — le preguntó Peter al cazador.

— Sí. Ellos siempre fueron muy unidos y tienes que admitir que Derek siempre se ha derretido por mi pequeño.

— Ya no es tan pequeño, ahora es un adulto bastante responsable.

— Siempre será mi pequeño y no sabes lo feliz que me hace verlo así.

— Me recuerdan a nosotros.

Chris miró al lobo con sorpresa. Desde que ellos habían regresado habían estado en una clase de tira y afloja, pero no lo habían dicho de manera tan directa.

— Sí. Ellos son como nosotros cuando éramos jóvenes.

— Tal vez podríamos ser así de nuevo. — le dijo Peter mientras entrelazaba su mano con la del humano.

— Quizás. Tal vez es el momento de seguir a nuestro corazón.

— No recordaba que fueras tan romántico y cursi.

— ¡Oh, cállate!

Stiles y Derek rieron levemente, el Alfa le contó todo lo que los mayores dijeron.

— Me da gusto de ellos sean felices. — comentó Stiles viendo con ternura a su padre y a Peter.

— Al fin.

— Solo queda una pequeña niña necia y al fin podemos estar todos tranquilos.

— Ella también estará con nosotros. — le dijo Derek dejando un suave beso sobre la cabeza del castaño.

*

Peter miró con diversión a Allyson, había logrado sacar a la chica del bunker y ahora estaban paseando por el pueblo. La verdad pensó que sería más difícil lograr que se acercara a él, pero al parecer la cazadora también quería cambiar.

Las personas que pasaban saludaban con alegría a Peter, el lobo estaba agotado pero le gustaba ver a las personas ser tan felices, además ya no había secretos, podía sentir el territorio más tranquilo. Stiles les había dicho que incluso el Nemeton estaba recuperando su poder y que no pasaría mucho tiempo para que volviera a ser un hermoso árbol.

— Sabía que Mica haría las cosas bien. — susurró Allyson con una leve sonrisa al ver como un grupo de niños mostraban sus ojos brillantes y los niños humanos los veían con emoción y sin temor.

— ¿Querías esto?

— Cuando me enteré de lo sobrenatural y vi la relación de Mica con ustedes supe que él estaba destinado a estar en este mundo y algo me decía que él era quien cambiaría el pueblo.

— Tú también formas parte de este cambio. Tu hermano es como es porque siempre te tuvo a su lado. En estos años nunca te olvidó, siempre pensó en como estabas, lo que más le preocupaba era que no tuvieras una buena salud.

— Es demasiado bueno.

— En eso estoy de acuerdo. Pero tu hermano termina haciendo que los demás nos veamos envueltos en esa calidez que lo caracteriza. — suspiró — Allyson no eres una persona malvada. Mereces esta paz tanto como los demás. Te equivocaste. — miró a la chica — Todos nos equivocamos, pero lo importante es darnos cuenta y el cómo seguimos adelante. ¿Planeas quedarte aislada para siempre o vas a levantarte y luchar por cambiar? Tú mereces ser feliz, tener amor y estar al lado de las personas que amas. — le dijo Peter de manera seria, pero sonrió con tristeza y cariño al ver los ojos llorosos de la humana.

— ¿De verdad puedo tener todo eso a pesar de todo lo que he hecho?

— Si Derek y yo pudimos hacerlo, tú también puedes tener todo esto.

Allyson sonrió y abrazó a Peter.

Tal vez ella si merecía ser feliz. 

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