XIV.- La Masacre del Clan Argent

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Stiles no estaba molesto, él estaba furioso y la manada lo notó cuando las luces del hotel comenzaron a parpadear. Peter había regresado de contactar con Chris y se habían enterado de que Gerard iba a lanzar a niños al bosque para que atrajeran a los omegas locos que habían entrado al territorio.

— Tienes que respirar, Mieczyslaw. — le dijo Derek mientras veía las fotografías y archivos que les había dado el padre de su novio.

Stiles respiró de manera profunda y luego le sonrió con cariño a Liam, que se aferró a él con fuerza.

— Estoy bien. El plan tendrá que ser esta noche. Mis tíos y los más chicos irán con los niños cazadores, van a asesinar a esos omegas. — miró a los menores de la manada — Ustedes solo cuiden de esos niños déjenles lo omegas a mis tíos. — miró a los demás — Vamos a dividirnos y asesinar a los demás cazadores, recuerden que los que tienen un pañuelo rojo están de nuestro lado. — les dijo Stiles de manera seria mientras revisaba sus dagas una última vez, sus armas estaban cargadas y enfundadas en su cintura. Su estela y espada serafín también estaban guardadas, aunque la segunda estaba en su espalda.

— ¿Cuándo vas a decirnos quien es el espía que tienes dentro? — le preguntó Peter con diversión. Desde hace dos años Stiles había infiltrado a alguien en las filas de Gerard y les había informado acerca de todo lo que había estado pasando, gracias a eso pudieron avisarles a otras manadas acerca del peligro que ahora Beacon Hills.

— Pronto, pero ahora les voy a decir que no solo tengo a uno ahí dentro, sino a varios que nos han ayudado a poner a varios cazadores de nuestro lado.

— Estás lleno de sorpresas. — dijo Derek dejando un suave beso en la cabeza de su novio.

— Lo sé, ahora vamos. — miró a su lobo y dejó un beso en sus labios — Cuídate y no mueras.

Derek rio levemente.

— Lo mismo digo.

*

Allyson sentía que algo iba a suceder, su padre estaba más callado de lo normal, era algo extraño y ahora solo se mantenía a su lado de manera tranquila. También había notado un ligero cambio en los demás cazadores, pero no podía comprender que es lo que estaba pasando.

Había pasado alrededor de una hora y ninguno de sus estudiantes había regresado y tampoco se escuchaban gruñidos, algo que no podía entender. Los omegas debería de haber llegado para poder asesinarlos, pero no había rastros de nadie.

— Ellos no van a regresar, nadie va a venir. — comentó Chris de manera tranquila.

— ¿A qué te refieres?

— Lo siento niña, pero no puede interferir en los planes. — le dijo Gabriel para después dejar inconsciente a la chica.

— ¿Cómo está saliendo el plan? — le peguntó Chris mientras aceptaba el arma de sus cuñados.

— Excelente, ya no quedan muchos y estoy seguro de que Mica ya esta con Gerard. — le dijo Dean de manera seria mientras veía como los niños cazadores se acercaban con Liam y los demás, al parecer esos humanos no pensaban igual que la mayoría de los Argent, ellos no querían asesinar a nadie.

— Bien, hay que atar a Allyson y llevarla a un lugar donde no pueda escapar, por el momento.

— ¿De verdad vas a atar a tu hija? — le peguntó Sam mientras empezaba a hacer lo que dijo.

— No sé como vaya a reaccionar a esto.

— Esta bien, es lo necesario, pero que Mica no se entere de esto, creo que podría matarnos si le hacemos daño a su preciada hermanita.

— Si, si. Hay que dejar el sentimentalismo para después. — dijo Gabriel mientras ponía los ojos en blanco.

*

Stiles entró de manera tranquila a la oficina de Gerard, sabía que Kate también estaría ahí, pero no era como su pudiera detenerla, necesitaba acabar con los dos. Al abrir la puerta ninguno le prestó atención por tener su mirada concentrada en unos planos que estaban sobre la mesa de reuniones.

Kate fue la primera en levantar al vista y frunció el ceño al ver al castaño ahí con una sonrisa soberbia adornando su rostro.

— ¿Cómo entraste aquí? — preguntó Kate sacando su arma y apuntándole a su sobrino.

Gerard miró a su nieto de manera seria. Se suponía que había bastantes cazadores alrededor del pueblo, él no podía entrar de manera tan sencilla ahí.

Stiles rio levemente mientras comenzaba a caminar por el lugar sin importarle que le estuvieran apuntando con un arma.

— Fue bastante difícil retomar nuestras fuerzas, pero aquí estoy de regreso en este pueblo y para mi desgracia tengo que ver sus asquerosas caras. — tomó una daga que estaba en el escritorio y la giró entre sus manos — Pero hay algo que me sorprendió. Ustedes siempre se han declarado como los más fuertes e inteligentes, pero ni siquiera se han dado cuenta de que tenían algunas ratas entre sus filas, unas que son completamente leales a mi y que los odian con toda su alma. — rio levemente, una risa seca y vacía — Son inútiles y morirán como los otros inútiles. — lanzó la daga que se enterró en el pecho de la mujer

Kate cayó al suelo y en unos segundos murió. Gerard no había podido reaccionar ante tan velocidad, pero logró tomar una de sus armas y disparar sin piedad, pero no esperaba que estas cayeran al suelo sin tocar a su nieto. Stiles sonrió mientras sacaba su espada serafín y se fue acercando poco a poco al hombre.

— Esta espada o cuchillo largo se utiliza para asesinar demonios y la verdad me parece el arma perfecta para acabar con tu patética vida. Con rapidez le arrebató el arma y con su chispa pegó al mayor a la pared, miró a su tía en el suelo y volvió a usar su chispa, pero esta vez para incendiar el cuerpo.

— Pudiste haber sido el mejor cazador, pero tenías que aliarte con esos monstruos.

— Ellos no son los monstruos, yo lo soy. — sus ojos brillaron en violeta.

Enterró la espada en el abdomen del mayor y después cortó de un lado a otro separando su torso de sus piernas. La vida se iba esfumado poco a poco.

— Ahora puedes sentir el mismo dolor que les hiciste pasar a todos esos inocentes.

Suspiró y también quemó el cuerpo de Gerard y salió de la habitación dejando que también fuera consumida por el fuego. Afuera solo quedaban los cazadores con pañuelos rojos, sus aliados y ahí también estaba su manada. Se acercó a Derek y lo abrazó. Habían masacrado al verdadero y cruel clan Argent, ahora resurgiría uno nuevo y este pueblo volvería a ser el que era.

— Me alegro de que todo haya funcionado, Mica.

Stiles sonrió al ver a su padre y se separó de su novio para después abrazar al mayor. Lo había extrañado tanto y ahora podía estar junto a él después de tres años.

— Hola, papá. Ha pasado un tiempo.

— Hola. — rio levemente mientras veía con atención a su hijo.

— ¿Dónde esta Allyson? — preguntó al no ver a su hermana.

— Tuvimos que encerrarla, esta inconsciente pero no sé como vaya a reaccionar ante todo esto.

— Oh. Lo entiendo. — vio a los demás a su alrededor, incluso las personas del pueblo se había reunido — Muchas cosas han cambiado en tres años, pero ahora van a cambiar, pero este lugar volverá a ser un increíble pueblo, cálido, volverá a ser nuestro hogar. 

Los ArgentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora