Los Argent

XXI.- ¡Ay, el amor!

Allyson miró con cariño la oficina de Derek, todo el lugar estaba lleno de fotografías de él y Stiles. Era un lugar acogedor, jamás pensó que el Alfa sería una persona con un lugar tan cálido y menos que presumiera todo el amor y cariño que le tenía a Stiles, también había bastantes fotografías de la manada y de otras personas que se imaginaba que eran la manada e Deucalion.

La cazadora se acercó a una de las fotografías donde salían Deucalion, sus hijos y Stiles, Derek se veía a lo lejos junto con algunos de la manada que no se podían distinguir por completo.

— Él es Deucalion, tu tío y ellos son tus primos. Cachorros inteligentes. — le dijo Derek sorprendiendo a la chica.

— ¿Son buenas personas?

— Las mejores, nos aceptaron desde antes de saber que Stiles era parte de la manada. Deucalion me enseñó mucho acerca de ser un Alfa y los niños siempre fueron muy cariñosos con los Betas.

— Espero un día conocerlos.

— Ellos estarán felices de hacerlo, no creo que tarden mucho en venir de visita.

— Me imagino que eso se debe al anillo que pretendes darle a mi hermano.

— ¿Cómo?... — suspiró — Te dijo Lydia.

— Más bien Erika se encargó de decirle a toda la manada, pero somos buenos guardando secretos.

— No me sorprende. Son unos chismosos.

Allyson sonrió con diversión.

— Creo que es uno de los encantos de la manada, de estar y tener una manada.

— Es verdad.

Ambos se sentaron en la pequeña sala de estar que el Alfa tenía.

— Scott me dijo que están saliendo de nuevo. ¿Cómo te sientes con eso?

— La verdad al principio tenía miedo de hacerle daño o no poder cumplir con las expectativas de Scott, pero lo amo y me gusta mucho estar a su lado. — le dijo la chica con una ligera sonrisa adornando su rostro.

— Eso es bueno, el chico lleva esperando todo este tiempo por ti. No importa cuanto le dijeran los demás él jamás quiso seguir con alguien, para él solo existes tú.

— Y para mí, solo existe él.

Derek sonrió satisfecho.

— Me imagino que no solo me llamaste para hablar de mi relación de Scott.

— La verdad es que quería tu ayuda para proponerle matrimonio a tu hermano, tengo algunas ideas pero tú eres quien más lo conoce.

— Creo que te equivocas, Alfa. Puedo ver que la persona que más lo conoce eres tú y sé que no importa la manera en la que se lo propongas te dirá que sí.

— No m vas a ayudar.

— Claro que te ayudaré, solo te digo que no tienes que carcomerte la cabeza. Tú sabrás el momento preciso para pedírselo y la manera porque algo que he aprendido de verlos en estos días es que no hay amor tan puro y único como el de ustedes. Encajan a la perfección y aprendieron a conocerse con todos su defectos y las mejores partes que tienen.

Derek sonrió.

— Creo que todos en la manada hemos tenido la suerte de haber conocido a las personas con las que pasaremos el resto de nuestras vidas juntos. Aunque tu no lo veas ese amor también existe entre Scott y tú, desde el momento en que se vieron a los ojos supieron que sería lo correcto.

Allyson sonrió con ternura.

— En el momento que lo vi todo se detuvo y algo dentro de mí me dijo que jamás conocería a alguien como él. En estos años negué parte de mi misma pero Scott siempre será parte de mi vida.

— Creo que somos unos tontos enamorados.

— No se preocupen, todos somos unos tontos enamorados. — les dijo Isaac con diversión mientras Boyd y Erika les sonreían.

— Somos la manada de tontos enamorados. — dijo Erika con diversión.

*

Stiles se encontraba con Allyson y Chris en el bosque. La pequeña familia estaba entrenando con diferentes armas, el joven estaba feliz de poder pasar tiempo con su familia como cuando era niño.

— Tu puntería mejoró de manera increíble. — dijo Stiles impresionado al ver como la flecha de su hermana daba en el blanco por décima vez.

— Estuve practicando, la verdad el arco y las dagas son lo que mejor domino.

— Siempre has tenido buena puntería, tengo una cicatriz que lo prueba. — dijo Stiles con diversión al ver que su flecha daba en el blanco.

— Tú tampoco eres tan malo y lamento mucho lo que te hice.

— Nah. Esta bien, ni me dolió. — sonrió levemente — Cuando empecé a entrenar con Alec y los demás probé todas las armas que tenían y dominé la mayoría hasta que encontré que me acomodo mejor con las armas de fuego y las dagas.

Allyson sonrió, aún compartía ciertas similitudes con su hermano a pesar de los años que habían pasado separados.

— Ustedes siempre fueron equilibrados y esas armas son las que más necesitan de equilibrio y precisión. — les dijo Chris con orgullo.

Los tres Argent siguieron practicando por unos minutos hasta que Stiles vio a su hermana y su padre.

— Derek me oculta algo, es un tonto si cree que no me voy a dar cuenta. Por favor, he aprendido a leer a ese hombre mejor que la palma de mi mano.

Allyson rio levemente.

— Es un Alfa enamorado que solo quiere hacerte feliz, no te oculta nada malo así que no tienes que preocuparte por eso. — le dijo la chica con diversión al ver a su Alfa entre los árboles del bosque.

— Tienes razón, creo que no es tan tonto como para ocultarme alguna tontería o algo malo. Solo me frustra verlo así.

— Yo creo que te parece divertido. — le dijo Chris con una leve sonrisa.

—

— Un poco.

Los tres rieron con diversión.

Derek suspiró, los Argent eran demasiado listos.

— Oh, sobrino estar con un Argent es toda una aventura. — le dijo Peter a Derek con diversión.

— Son complicados, pero valen la pena. — dijo Scott con una gran sonrisa.

Esos dos habían acompañado al Alfa a revisar el territorio y se encontraron con los Argent en su entrenamiento.

— Así son ellos, es mejor que me apure o Sti seguirá sospechando y para ese momento va a descubrirlo antes de que si quiera pueda hacer la pregunta.

— Es mejor que te apures. — se burló Peter.

Derek solo pudo suspirar. A veces su manada solo parecía disfrutar de su sufrimiento.