Allyson suspiró por décima vez en el día, había hecho eso los últimos años, su vida había perdido todo el color que alguna vez había tenido. No tenían ni idea de que como llegó hasta ese punto, bueno... sí lo sabía pero no quería admitir todo el daño que había hecho, que les había hecho. Su padre se mantenía a su lado, él trataba de acercarse, pero ella solo se alejaba. Su hermano se rindió, después de lastimarlo se fue con las personas con las que estaba destinado a estar, ella no estaba destinada a formar parte de la manada pero su hermano sí. Ahora ella se había convertido en un monstruo de aquellos que Stiles solía ahuyentar cuando eran niños, era parte de esos demonios que su hermano trataba de alejar.
La verdad le dolía ver ese pueblo que una vez fue hermoso y tan lleno de vida convertido en un lugar donde solo había sufrimiento e indiferencia, ya no había vida, ahora todo parecía ser esclavo de las oscuridad. Gerard había destrozado este pueblo y ella lo había ayudado. ¿Merecía el perdón de su hermano? No. Ella sabía que no merecía ni siquiera acercarse a su hermano. Ellos eran el ying y yang, la oscuridad y la luz. Stiles era la luz más intensa y cálida mientras que ella era la oscuridad fría y violenta.
La chica sonrió y miró a Gerard entrar a la habitación, ella se encontraba preparando el entrenamiento de los nuevos cazadores. En ese lugar el entrenamiento era una tortura, eran exigentes porque no podían darse el lujo de ser débiles.
— ¿Ya tienes a los que son la carnada? — le preguntó al ver los expedientes de sus estudiantes.
— Si. Los entrené, pero lo más probable es que mueran de inmediato, pero cumplirán con su propósito.
— Excelente. Hazlo esta noche.
Allyson asintió y gruñó al ver a su padre entrar después de que Gerard se fuera.
— ¿Qué estás haciendo, Allyson? Ya han pasado tres años, ¿estás satisfecha? Ya ni siquiera te reconozco. — tomó uno de los expedientes — Son niños, estás por asesinar a niños.
— Yo no.
— Si. Tú los vas a asesinar. ¡Son niños! ¿Qué estás haciendo? ¿Qué tratas de hacer? ¿A quién quieres impresionar?
— A nadie. Solo hago lo que tengo que hacer.
— ¿Asesinar niños?
— Hacer los sacrificios necesarios.
— ¿Para qué?
— Para lograr mi objetivo.
— ¿Tuyo o el de Gerard?
Allyson lo miró molesta.
— Mio.
— Mi dulce princesa jamás haría algo así. Yo sigo creyendo que no has sido consumida por la oscuridad de mi padre. Mica también piensa en eso, lo sé.
Allyson miró a su padre con sorpresa.
— ¿Sabes dónde está?
— No. Ni siquiera sé si está vivo, pero lo conozco como a ti.
— ¿De verdad no sabes dónde está?
— No. Desde que dejó el pueblo con los Hale no tengo la menor idea de donde podría estar, la verdad es mejor así. Ya estoy arriesgando la vida de mi hija, no pienso arriesgar la vida de mi hijo.
— ¿Y si él regresa?
— Lo hará y va a asesinar a Gerard.
— ¿Cómo estás tan seguro?
— Él es mi hijo y un beta Hale. — salió de la habitación.
Allyson se quedó sola en la habitación. De su bolsillo sacó una fotografía doblada y algo desgastada por los años, en ella estaban Stiles y Allyson abrazados, tenían unos diez años y sonreían con felicidad.
— Lo siento. — susurró Allyson respirando con fuerza para después volver a su semblante frío y sin emociones.
*
Dean rio levemente al ver como Stiles mostrarle el dedo de en medio a Jackson, quien solo le mostró sus colmillos. Scott negó con la cabeza al ver eso, ellos dos se la vivían peleando de broma, era su manera de mostrarse cariño. En esos años el castaño se había vuelto mucho más abierto con los demás, los que lo conocieron de niño decían que se parecía bastante a cuando era un niño.
Estaban en un hotel en el pueblo de al lado de Beacon Hills, después de tres años habían vuelto a su hogar. Stiles ahora era una chispa además de que también había podido aprender algunos trucos de los cazadores de sombras, él tenía un leve rastro de sangre de ángel, por lo que podía usar algunas runas, pero no todas. Él les dijo que el poder del Nemeton era muy fuerte y que solo estaba esperando a que entraran al territorio para ayudarlos.
Derek se acercó a Stiles y lo abrazó con fuerza por la cintura. El castaño rio levemente y besó los labios del alfa. Hace un año al fin habían formalizado su relación y el cazador se había convertido en la luna de la manada. Los betas más jóvenes adoraban a Stiles, eso no había cambiado en ese tiempo así que eran los que más lo obedecían y escuchaban. La manada ya no era la misma que dejó el pueblo.
— ¿Cuándo atacaremos? — le preguntó Jackson al alfa.
Peter también se acercó a la pareja. Stiles y él habían formado una relación de padre e hijo, fue un gran apoyo para él en esos años.
— Dentro de dos días. — miró al lobo — Pet, ¿puedes contactar con papá sin ponerte en peligro. — asintió — Bien, una vez que tengamos todo ordenado y podamos obtener más información podremos acabar con todos los cazadores de uno a uno.
Todos los betas sonrieron con emoción. Los Winchester y sus esposos solo asintieron, no les agradaban as masacres, pero esta vez era necesario.
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Los Argent
FanficLa manada Hale siempre ha existido en Beacon Hills y cuando solo quedaron tres miembros de ella: dos hijos y un hermano, buscaron nuevos betas para formar una nueva manada Hale y los encontraron. El año donde los betas son encontrados una pequeña f...