Sin munición [König x Tu] (#3)

Capítulo 9

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Cuando Ottys me lanzó esa mirada de terror, el impulso de sujetarla casi ocasiona que hiciera algo estúpido. Por un momento solo quise preguntarle quién la asustaba tanto; solo quise decirle que no tuviera miedo, que no dejaría que la lastimaran como lo hicieron.

Cuando Itzaya y yo vimos las grabaciones de las cámaras para confirmar su teoría sentí como mi cuerpo se cargaba de una ira familiar. Tenía mucho tiempo que no salía de mi caparazón de indiferencia, ese en donde trato de no dejarme llevar por las emociones negativas y trato de no meterme en asuntos ajenos. Es por eso que no pude simplemente quedarme quieto cuando Vargas me dió el nombre del cabron, y no dudé en ir a buscarlo aunque estuviera demasiado cegado como para pensar en las consecuencias.

Félix Forrys se encontraba en el comedor, me daba la espalda y se reía como si sus actos no le pesaran en lo mas mínimo. Su tranquilidad solo me hizo enojar más, sobre todo porque en cada grabación que vimos, (T/n)_______ nunca parecía tan tranquila. Se veía aterrada. Se veía enojada. Se veía con todas esas emociones que no merecía sentir por su culpa.

Sabía muy bien que darle una paliza no solucionaría las cosas tanto como me gustaría, pero aún así me acerqué a la mesa donde sus compañeros guardaron silencio abruptamente. Todo el mundo me conoce y saben que soy capaz de arrancarles la cabeza del cuello. Félix parecía confundido hasta que se giró a verme, y ese rostro suyo no tardó en colocarse pálido al mismo tiempo que me daba una tensa sonrisa para disimular el miedo.

Lo demás que sucedió solo deriva a él en el suelo y a mi encima sin dejar de golpearlo.

—König. —el llamado me saca de mis pensamientos.

Price fuma un tabaco mientras me intercepta en la salida de la enfermería. Sé muy bien porque está aquí, y por su rostro extrañado es obvio que no se esperaba eso de mi parte.

—¿Golpeaste a un soldado? —va directo al grano, lo que me agrada.

—Si.

No necesito mentir, no cuando conozco las consecuencias de mis actos. El tal Félix forma parte de otro grupo, con su propio Capitán al mando. Dicho sujeto se encuentra furioso por la golpiza que le brindé a su soldado, sobre todo porque lo dejé prácticamente incapacitado. Además, según ellos, lo hice sin motivos válidos.

El problema aquí es que sí fue válido, por lo menos para Itzaya y para mí. Siempre he odiado a la gente que lastima a otros sin razón, sobre todo porque me tocó vivir eso mucho tiempo. Saber que ese imbécil estaba lastimando a Ottys siendo ella una gran enfermera y una persona que no molesta a nadie hizo que lo golpeara con más ganas.