Capítulo 18 Culpable

78 38 3
                                    

Culpable

Han transcurrido dos semanas y mi madre se encuentra por fin protegida con una orden de alejamiento. La situación empezaba a ser insoportable y decidí llamar a mi abogada para ponerla en antecedentes. Lo primero que hicimos fue denunciar en el juzgado y a partir de ahí el proceso se puso en marcha.

La situación no ha dejado de ser todo lo difícil que cabe esperar, pero al menos saber que mi madre está protegida nos tranquiliza.

La abogada me comentó también que no tenía que haber dejado su domicilio habitual, es más, han obligado a mi padre a que sea él quien lo haga.

Esta orden de expulsión tiene en principio una duración de diez días, la verdad es que no veo preparada a mi madre para volver a esa casa...

Suena el timbre, es Victoria que viene a hacernos una visita.

-- ¿Qué tal? -- Pregunta mientras viene a saludarnos.

-- Bien, de sábado por la tarde. -- le digo.

-- ¿Y mamá? --

-- Ha ido con Elena a dar un paseo. --

--Deberíamos aprovechar para ir a casa de mamá y ver como está aquello. -- Propone.

-- No es mala idea, pero volver ahí me da repelús...--

-- Lo sé, pero quizás mamá quiera volver algún día y deberíamos asegurarnos del estado en que se encuentra y más después de que papá haya tenido que irse. Ya sabes que por hacer daño es capaz de muchas cosas. --

-- De acuerdo, vayamos. --

Nos montamos en el coche de Victoria y nos dirigimos hacia allí.

Al llegar el aspecto lúgubre de lo que un día fue nuestro hogar nos invade y el olor a cerrado revuelve nuestros estómagos.

Abrimos todas las ventanas y
subimos las persianas para que entre la luz. Hay una docena de botellas vacías de vino tiradas por el suelo, restos de comida en descomposición y suciedad
por todos sitios.

-- Si mamá viera esto....-- dice Victoria.

-- Más vale que no. --

-- Limpiar nos va a llevar días. - dice con resignación.

-- Yo diría semanas. Tiremos al menos toda la basura que veamos y ya vemos como nos organizamos para limpiar. ¿Mañana domingo puedes venir? -- le pregunto.

De pronto suena mi móvil, es Valeria.

-- ¡Hola Valeria! Que alegría escucharte. -- le digo.

-- Hola Laura, ¿cómo estáis?--

-- Bien, Victoria y yo hemos venido a la casa de mamá aprovechando que el susodicho no está y estamos en riesgo de pillar una intoxicación. --

-- ¿Y eso? ¿Qué os habéis encontrado? --

-- Bueno, esto parece un estercolero, está todo lleno de basura y suciedad. Menos mal que mamá no ha venido. Se habría llevado un mal rato. --

-- Ni se os ocurra limpiar eso, vamos a hacer una cosa. Contratad una empresa de limpieza y yo corro con los gastos. --

-- Pero Valeria....-- le digo.

-- De verdad, quiero y puedo hacerlo. --

--¡Pues no sabes la alegría que nos das! -- miro a Victoria y suspiramos aliviadas.

-- Oye cambiando de tema, lo de la orden de alejamiento ya está en vigor, ¿no?--

-- Si, son diez días. Me imagino que prorrogables. Espero que no vuelva a esta casa nunca más.--

UN VIAJE INESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora