UN VIAJE INESPERADO

Capítulo 25 Navidad

Navidad

De vuelta en casa de Valeria el ambiente empieza a ser muy navideño. El salón está lleno de cajas con motivos navideños y estamos adornando el árbol ya que mañana es Nochebuena y nos reuniremos todos para cenar.

Según me ha dicho Valeria también vendrán Amelia, Carla y alguien más que no nos ha querido decir a priori. Me pregunto quién será....

Mi madre está en la cocina preparando chocolate caliente para todos y Elena está disfrutando de lo lindo.

--Chicas, me gustaría que cuando terminemos la decoración saliéramos de compras.-- nos dice Valeria a Victoria y a mí.

--¿De compras?-- pregunto.

--Claro, Papá Noel está a punto de llegar.-- dice en voz baja mientras nos guiña un ojo.

--¡Anda, es cierto! Se me había pasado por completo. Pues terminamos y nos vamos de compras navideñas.-- dice Victoria.

La estampa que ven mis ojos es tan maravillosa....jamás imaginé una Navidad como ésta.

Durante nuestra infancia mi madre siempre intentó que esta época del año fuera especial, pero estando mi padre cerca eso era misión imposible. Es más, en esos días tan señalados se volvía incluso más violento y conseguía que quisiéramos que pasaran rápido y sin demasiadas alteraciones en nuestra aburrida rutina diaria.

Por suerte aquello ya pasó y ahora alzo la vista y veo una realidad muy distinta.

La tarde transcurre y tras terminar con la decoración navideña y con nuestros deliciosos y humeantes chocolates calientes nos disponemos a ir de compras.

Valeria propone que una vez hayamos llegado a la zona comercial nos separemos por grupos para mantener el factor sorpresa de los regalos. Valeria va sola, Victoria va con Carlos y yo con Liam. Mi madre se ha quedado descansando en la casa con Elena y Pablo. Nos damos un plazo de un par de horas prorrogable si fuera necesario.

Y ya, a solas con Liam disfruto de un tiempo para los dos. Y mientras caminamos por las tiendas pienso en lo afortunada que soy por tenerlo....no podría haber elegido mejor al hombre de mi vida y al padre de mi hija. 

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Anoche regresamos tarde ya que tras las compras decidimos quedarnos por el centro para cenar. Llamamos a mi madre y se lo hicimos saber. Así es que cuando llegamos ya estaban durmiendo y no tuvimos problemas para guardar los regalos sin que los vieran.

Ya es por la mañana y puedo escucharlos charlando en el salón, salgo del dormitorio y voy a su encuentro.

--¡Buenos días!-- Se encuentran todos menos mi madre y Valeria. --¿Dónde están?-- pregunto.

--Han ido a la empresa de Valeria, tenía que hacer el cierre económico o algo así y de paso le quería enseñar a mamá su oficina.-- dice Elena. 

--Vaya, le ha tocado ir a trabajar hoy.-- digo con fastidio.

--Mamá habrá flipado con el edificio y con el despacho de Valeria.-- dice Victoria.

--Ya ves, es una pasada. Su oficina es casi tan grande como la mitad de mi piso.-- corroboro.

--¿Si?-- dice Liam con asombro. 

--Si, todo el edificio le pertenece y tiene unas cuantas plantas.--

De repente suena el portero y Rosa va a ver quien es. Desde el sofá miro hacia la entrada y la veo sosteniendo un gran ramo de rosas rojas precioso. Cierra la puerta y se dirige hacia la cocina para buscarle un jarrón acorde con su tamaño.

--¡Qué bonito!-- dice Elena.

--Sí, es para la señorita Valeria.-- nos aclara Rosa.

--Debe de ser de un admirador.-- dice Victoria sonriendo. 

En ese momento me acuerdo de Jorge, ¿será él quién le manda estas flores? Se le notaba muy enamorado de ella. Ojalá le de una oportunidad, parecía un buen muchacho. Bueno, esta noche saldremos de dudas y sabremos si es él o no.

--¿Nos vamos a hacer unos largos en la piscina?-- propongo

--¡Vale! Estaría bien hacer algo de deporte. Yo voy.-- dice Victoria.

--¿Alguien más se apunta?-- 

--Yo voy a teletrabajar un poco, es fin de año y aunque me han dado estos días libres tengo que cerrar algunos asuntos.-- dice Liam. 

--Y yo más de lo mismo.-- dice Carlos.

--Vaya....bueno vale no os preocupéis. ¿Chicos os venís vosotros?-- les pregunto a Pablo y a Elena que están en plan perruno en el salón.

--Pues claro mamá, ya sabes que yo voy contigo ¡al fin del mundo!--dice Elena.

--Yo también me apunto. --dice Pablo dando un salto del sofá.

--Pues vámonos, que estos hombres son unos aburridos.-- dice Victoria dejándoles sin opción a réplica.

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Es Nochebuena y nos estamos preparando con nuestras mejores galas para tal ocasión. Amelia y Carla acaban de llegar, pero aún no ha hecho acto de presencia el invitado misterioso y por más que le hemos preguntado a Valeria no suelta prenda. 

Son las ocho y ya estamos todos en el salón. Mi madre luce realmente feliz, como nunca la había visto antes, está radiante y no para de charlar con Amelia. 

 De repente suena el móvil el Valeria. 

--Si dime, ¿ya estás aquí? Vale, te abro.-- Coge sus llaves. --Ahora vuelvo, es un momento.-- Nos hace saber mientras permanecemos todos expectantes.

A los pocos minutos la vemos entrar de nuevo junto con.....¡Jorge! ¡Es él! Me alegro por los dos. Intento disimular que ya tuve la oportunidad de conocerlo en su momento y lo saludo cortésmente mientras Valeria nos lo presenta. Realmente hacen muy buena pareja y no imagino alguien mejor para ella. Ahora ya sí que estamos todos y da comienzo de forma oficial la Nochebuena. 

La cena transcurre y todo es sublime, desde el más mínimo detalle. Las personas, la casa, el árbol de navidad.....todo es sencillamente perfecto. Es como si la vida quisiera compensarnos por todas aquellas otras navidades que fueron una pesadilla. Entre bocado y bocado mi vista hace un barrido a lo que tiene delante y doy gracias a Dios por lo que la vida me ha dado. 

"Y a ti que estás leyendo esto vive, sueña y agradece a la vida todo lo que te ofrece. La experiencia de vivir es única y sólo tú puedes vivir la tuya, o quizás no... déjate llevar, el destino es quien mueve los hilos, no lo olvides."

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