Narra Leah.
Yo y el Matías estábamos sentados en la mesa del comedor frente a nuestros papás, los chiquillos estaban detrás de nosotros esperando que hablaran.
— la Antonia era mi prima hermana —comienza mi papá evitando mi mirada —. su adolescencia fue muy difícil por muchas razones, después se fue a vivir con su papá al extranjero, termino sus estudios y entro a la universidad para estudiar psicología, estaba muy contenta por estudiar la carrera que le gustaba y estaba tranquila —una sonrisa triste apareció en sus labios —. pero hace 22 años ella falleció en un accidente de avión, ella venia a pasar sus vacaciones aquí, al parecer el avión tenia fallas técnicas detectadas desde antes del vuelo, aun así salieron en el sin avisarles a los pasajeros y ahí las consecuencias, no hubo sobrevivientes.
— el Ignacio fue su pololo en 4to medio —hablo Luis —. además eran amigos, tenían un grupo grande de amigos, el nacho también falleció en un accidente el mismo día, el iba en su moto hacia el aeropuerto cuando un conductor ebrio lo atropello, ambos murieron al instante.
Todos estaban en completo silencio hasta que la vale hablo.
— ¿Por qué nos ocultaron sobre ellos?
— todos hicimos como si no hubieran existido para evitar sentir la perdida de ambos —dice el papá del Matías —. no tuvimos que haberlo hecho, pero fue lo único que se nos ocurrió en el momento.
— un año después nacieron ustedes y mientras crecían nos dimos cuenta de lo parecidos que eran a la Anto y al nacho, hasta en los gestos se parecían y de alguna manera parecía que seguían entre nosotros, viviendo una nueva vida —habla mi mamá.
— en los pendrives hay videos de ambos, por si les gustaría conocerlos —menciono mi papá antes de levantarse y irse.
Poco a poco se fueron yendo hasta dejarme a solas con el Matías.
— deberías irte, es tarde.
Tome los dos pendrives y al levantar la mirada veo que el Matías mirándome fijamente.
— ¿podemos hablar de?.. —lo interrumpo.
— solo sigamos siendo amigos, hagamos que eso nunca paso, porfa —pido intentando sonreír, pero salió mas como una mueca.
Me levante dispuesta a irme.
— no puedo, no puedo fingir que nada paso Leah.
No me doy ni cuenta cuando me tiene acorralada a la mesa.
— mira, tienes que ordenar tus pensamientos, se nota que estas confundido y te entiendo, osea solo soy tu mejor amiga y saber que me gustas debe ser raro, yo... —me interrumpe antes de que siga hablando.
— ¿y si te demuestro que no estoy confundido?
— me demostraste eso la noche que te bese, Matías, ¿me dejas irme a mi pieza?
— fui una mierda y perdón, te daré espacio mientras estemos aquí, pero cuando regresemos a Santiago hablaremos sobre todo esto.
Apenas se corrió fui a mi pieza, escucho la puerta principal abrirse y cerrarse.
Me acuesto en mi cama pensativa por todo lo que había ocurrido este ultimo tiempo.
...
Salí de la ducha y me puse un jeans con una polera blanca corta.
Me termine de amarrar los cordones de las zapatillas, tome mi mochila y baje a la cocina.
— ¿y tu que haci despierta tan temprano? —soltó la Jona apenas me vio entrar a la cocina.
Estaba la cocina pasada a café recién preparado, dios, amo ese olor,
— buenos días también para ti —digo terminando de amarrarme el pelo y me siento frente al desayunador.
La Jona me pasa una taza con café recién hecho y le agradezco tirándole un beso.
— ¿por que estas vestida así? —pregunta viendo mi ropa veraniega.
— iré a la playa.
Estaba apunto de beber mi café cuando la Jona pone su mano en mi frente.
— no teni fiebre —se burla y le pego un manotazo.
— que pesada, solo quiero ir a la playa.
— ¿ya? ¿Desde cuando te gusta la playa a ti? Desde chica has odiado la sensación de la arena.
— es relajante el sonido de las olas, déjame.
Asintió divertida y yo solo la ignore.
Mis papas llegaron a la cocina, ambos se notaban cansados y con razón, ayer todos nos acostamos tarde y igual era muy temprano.
— por trabajo tendremos que viajar de urgencia a Australia —dice mi mamá abrazándome por los hombros.
— ¿por cuanto? —pregunta la Jona mirando a mi papá.
— 3 meses —suspira —. se que volvimos hace poco, pero es trabajo —dice bajoneado —. se cuidan las dos, si necesitan plata o cualquier cosa nos llaman, ¿ya?
— avísenos cuando el paro de su U termine, ahora nos vamos a Santiago para ir al aeropuerto, cuídense por favor, las amamos mucho —dice mi mamá con la voz quebrada.
A ambas nos da un beso en la cabeza y nos abrazo fuerte, mi papá hizo lo mismo y se fueron.
— siempre lo mismo —suspira —. vuelven por 1 o 2 meses y se van —me mira seria —. a veces pienso que nunca tuvimos que volver... ire a dormir un poco más, me compartes tu ubicación en tiempo real y me llamas cualquier cosa.
Escucho como sube y yo dejo la taza en el lavaplatos, abrí el refri y saque un pote con frutillas picadas para guardarlo en mi mochila, mi casa estaba cerca de la playa asi que camine unos 15 minutos y llegue, altiro pase a uno de los negocios y había una mina atendiendo.
— hola —salude —. ¿tienes capuchino chico?
— si, ¿con azúcar o sin?, ¿algo más? —pregunto sacando los vasos.
— sin azúcar y una tritón de naranja —saque mi billetera.
— yap, son 2100 —dejo las cosas en el mesón y le pase la plata.
— gracias —dije tomando lo que pedí.
Baje a la playa, abrí mi mochila y saque una manta de esas para la arena y la extendí, me senté en ella dejando mi mochila a un lado con las galletas y bebí del capuchino.
— conchetumare esta caliente —hable rápido sacando la lengua.
Me tire aire con las manos y cuando paso el dolor tome un poco con más cuidado, porque tampoco tan weona.
Casi no había gente, el día estaba lindo, no hacia ni tanto calor ni frio, era todo perfect.
Saque el libro que estaba leyendo ahora, twisted love de Ana Huang, mi mama me había dado de regalo de navidad toda la saga y recién me los comencé a leer como hace 1 semana, pero igual me había enganchado rápido.
Lei tranquilamente mientras me comía mis galletas y tomaba mi café.
Cuando iba por la mitad del libro saque un pote con frutillas de mi mochila y hice unas fotos pal insta porque hace caleta no subía alguna foto y a una le gusta creerse influencer.
Después de una tranquila mañana decidí que era hora de volver a mi casa.
Y así paso una semana, casi no vi al Matías, salí y disfrute arto con la vale y la Jona. Hable con la Cami quien estaba en el sur con sus abuelos y volvería a Santiago pronto según ella.
Todo transcurrió muy tranqui y después de mucho tiempo me sentí en paz, hasta que el lunes en la mañana llego el correo de la U avisando que el paro había acabado, los problemas estaban solucionados y las clases comenzarían de vuelta el Miércoles.
Y de nuevo a la rutina.
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Weon, Date Cuenta (Cancelada)
Teen FictionLa Leah es amiga del Matías desde chicos, mientras fueron creciendo los sentimientos hacia el fueron apareciendo, en un momento se intentó alejar de el para no seguir haciéndose daño con algo no correspondido. Pero todo puede cambiar cuando el tío d...