"Me lo esperaba"
Narra Leah.
Me senté en el sillón con la mirada seria del Matías en mi.
— ¿empiezas tu o empiezo yo? —pregunta después de un rato en silencio.
— yo —lo miro —. ¿por que tomaste tanto la otra noche?
El evita mi mirada y no responde por unos 2 minutos que parecen 2 horas, estaba pensando en que decirme.
— se me paso la mano sin querer —se muerde el labio inferior —. perdón si hice algo estúpido, solo necesitaba borrarme un poco —me mira y siento como las copas que me tome comienzan a hacer efecto.
— esta bien, habla ahora...
— ¿que te pasa? Parece que todos saben lo que te pasa menos yo y nadie quiere decirme o darme un pista de lo que te pasa Leah, estoy chato de todo esto, eres mi —lo interrumpo.
— por favor —una sonrisa amarga sale de mis labios —. no lo digas, no digas que es porque soy tu mejor amiga, se que solo soy eso, pero no lo repitas —siento como mis ojos se cristalizan y su expresión cambia a una confundida.
— ¿que?
— ¿es tan difícil que te des cuenta? —siento que en cualquier momento llorare.
— por la xuxa Leah, estoy desesperado y chato —se arrodilla frente a mi y toma mis manos —. solo dime, soy tan weon que no me puedo dar cuenta de lo que te pasa, dime por favor, ¿Qué esta pasando?
Nuestras miradas estaban unidas, veía la desesperación en sus ojitos.
Pero las palabras no salían de mi garganta.
¿Por qué xuxa es tan difícil?
Ahora necesitaba que el supiera, en este momento todo lo que pensé e intente por meses se fue a la xuxa.
No se si era el alcohol o también estaba chata de la situación, supongo que ambos, pero no pude seguir aguantando.
Acerque mi rostro al suyo y lo bese, sentí su sorpresa y antes de que intentara separarme tomo mi cara con sus dos manos y profundizo el beso.
Sus labios se movían contra los míos mientras mis manos se aferraban a su polera.
Sentía cosquillas en la guata, no quería que esto terminara, pero la falta de aire nos estaba agitando.
Al separarnos nos quedamos mirando por unos segundos con las respiración agitada.
— esto... —comienza el hablando muy bajo y corro la mirada al notar su expresión.
Mierda.
Me alejo de el antes de que diga aquellas palabras que solo romperán mi corazón mas de lo que estaba.
— Matías... no... —susurro.
— esta mal Leah —dice finalmente notablemente arrepentido.
— esto me lo esperaba —susurre y me mordí el labio inferior al sentir ganas de llorar.
Antes de que diga algo mas me levanto y me apresuro en salir del departamento, entro al ascensor y mientras presiono el botón para bajar mi vista se nubla por las lagrimas acumulándose.
Apenas llego al primer piso salgo corriendo del edificio, camino sin rumbo y con la mirada perdida mientras lloro sin poder parar, las calles estaban vacías por lo tarde que era y estar sola en Santiago a esta hora era lo mas peligroso, pero no me importo mucho en ese momento, lo único que quería era estar en los brazos de mi papá y que me asegurara que todo estaría bien.
Note que ya no estaba cerca del departamento, mire a mi alrededor y ni siquiera sabia donde estaba, pero había muy poca iluminación y estaba comenzando a lloviznar.
Camine hasta ver si podía cachar alguna calle o algún lugar, pero nada.
— y ni siquiera traje mi cartera, por la mierda —digo y lloro mas fuerte.
La llovizna paso a una lluvia terriblemente fuerte empapándome. Seguí caminando hasta que sentí que alguien me seguía, voltee un poco y vi a un weon vestido por completo de negro con capucha.
Ya diosito, hasta aquí llegue por weona.
Al escuchar sus pasos mas rápidos comencé a correr sin mirar hacia atrás, al cruzar por una calle me paralice al ver como un auto venia hacia mi a alta velocidad, este freno frente a mi y de el salió el Alejandro.
— ¿Leah? —grito confundido.
Mire hacia atrás y vi que ya no había nadie.
— weon estas congelada —dijo el ale cubriéndome los hombros con su chaqueta —. sube al auto, ¿si?
— yo...
El corrió a abrirme la puerta de copiloto y me hizo una seña para que subiera.
No tenia de otra que hacerle caso, era esto o morir de alguna manera.
Al cerrar la puerta un calor cubrió mi cuerpo que me hizo suspirar, el ale subió cerrando la puerta y me miro.
— mi departamento esta cerca, ¿esta bien si te llevo? —pregunto y yo solo asentí.
Agradecí que no hablara ni preguntara nada en el camino y su departamento si estaba cerca, en menos de 10 minutos se estaciono en su edificio.
...
Salí del baño y fui al comedor donde estaba el ale esperándome, me senté a su lado y me dio una taza con chocolate caliente.
— gracias —le di una pequeña sonrisa antes de beber con cuidado el contenido.
— de nada —me devolvió la sonrisa —. ¿por que estabas llorando? ¿paso algo con el Matías?
— una estupidez —dije tragándome el nudo que se formo en mi garganta al escuchar su nombre —. prefiero no hablar de ello —le pedí apenada y el asintió.
— esta bien, te llevare donde dormirás —se levanta y yo lo sigo con mi tacita de chocolate entre mis manos.
Entramos a la pieza que esta al lado de la suya y sentí un olor a vainilla al entrar.
— no te vayas cuando despiertes —sentí su mirada en mi —. yo te llevare mañana, no quiero que te pase nada.
Lo mire y solo asentí, susurro un "buenas noches" y salió cerrando la puerta.
Definitivamente estaría eternamente agradecida con el Alejandro después de esto.
...
Después de desayunar el ale me vino a dejar a mi departamento, le agradecí alrededor de 5 veces en el camino y el solo se reía diciendo que no me preocupara, había sido muy amable y fue entretenido estar con el, es alguien con el que se puede hablar de todo sin aburrirse.
Pero ahora, tenia que enfrentar esto. Suspire al estar frente a la puerta, era temprano y por alguna razón esperaba que el Matías durmiera o no estuviera dentro, saque la llave de emergencia y abrí la puerta.
Al entrar un escalofrió recorrió mi cuerpo, el departamento estaba vació, o eso parecía.
Cerré la puerta y tome mi celular porque necesitaba hacer unas llamadas, luego me fui a mi pieza para empacar mis cosas, era mejor no seguir aquí, al menos por un tiempo.
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Weon, Date Cuenta (Cancelada)
Ficção AdolescenteLa Leah es amiga del Matías desde chicos, mientras fueron creciendo los sentimientos hacia el fueron apareciendo, en un momento se intentó alejar de el para no seguir haciéndose daño con algo no correspondido. Pero todo puede cambiar cuando el tío d...