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"tío desconocido"

Narra Leah.

Desperté de la nada y mire la hora.

Eran las 10 de la mañana.

Estaba sola en mi pieza, me senté en la cama y me estire con cuidado, ya no tenía dolor de útero así que me levanté y me fui directo al baño.

Cuando ya estaba limpia, me vesti con ropa cómoda y abrigada porque hoy hacía mucho frío, me puse mis pantuflas y baje encontrándome con mi mamá y el Matías conversando en la sala.

— cariño, ¿Cómo te sientes? —me pregunta mi mamá al verme y el Matías también pone su mirada en mi.

— mejor —le sonrió y lo miro —. Gracias —le agradezco sincera.

— no tienes que agradecerme Leah, sabes la razón —me guiña el ojo y yo hago una mueca lo más disimula posible.

Pir qui iris mi mijir imigui.

Camine a la cocina dejándolos hablar tranquilos y note que mi papá estaba recargado en el mesón viendo hacia mi dirección.

— aún no entiendo porque no le dices, dudo que su respuesta sea negativa.

Yo me río y comienzo a hacerme un té.

— papá, lo conozco, prefiero por mi bien no decirle.

— mientras más lo sigas evitando más se acercará la verdad a él y se terminará enterando por otras bocas, Leah hija —me hace mirarlo y pone sus manos en mis mejillas a lo que frunzo en ceño —. Por favor, dile pronto, es lo mejor para ambos.

¿Para ambos?

¿En serio será lo mejor para ambos?

Puede que si lo sea, pero nunca falta la parte negativa de todo y eso me da miedo.

Que pasa si lo hago y al final todo queda en nada.

Yo solo asiento y mi papá se aleja de mi para volver a su posición inicial y yo me concentro en mi té.

— hoy hay una cena en su casa —dice después de un rato —. Iremos todos.

— ¿razón? —lo miro mientras revuelvo en té con una cuchara.

— llegó del extranjero el hermano menor del mauro.

Bebo un sorbo de mi té algo pensativa.

— creí que no tenía hermanos el tío.

— tiene 2, 1 hermano —se corrige rápido y yo levanto una ceja.

— ¿1 o 2? —pregunto.

— 1, tiene solo un hermano —dice nervioso y justo entra mi mamá.

— el Matías se fue y dijo que —se calla al ver a mi papá —. Nos vemos en la cena —me mira y sonrie.

¿Porque siento tan tenso el ambiente?

— buenos días —saluda la cami llegando a la cocina y nos mira a todos con el ceño fruncido —. ¿Quien se murió?

Mi papá iba a hablar pero cierra la boca y solo sale de la cocina.

— todo está bien cami —sonrie mi mamá —. Iré con Manu, no se les olvide la cena de esta noche.

Al decir eso se va y nosotras quedamos más confundidas que la chachu.

— ¿dónde dormiste? —le pregunto a la cami mientras bebo mi té y ella se sienta en el mesón.

— con la Jona, tu y el Mati estaban bien acurrucados cuando llegue así que los deje solos —sonrie pícara y yo corro la mirada algo sonrojada —. Por cierto, mañana necesito salir, ¿me acompañas? —la miro y ella sonrie y me hace ojitos.

— ¿me vas a comprar algo? —entrecierro los ojos.

— Leah, tienes 20 años no 5 —dice sería.

— entonces anda con alguien más —bebo de mi té y ella rueda los ojos.

— bien, lo que quieras.

— ¿todo lo que quiera? —levanto una ceja.

— solo recuerda que aún soy universitaria —dice fastidiada y yo escondo mi sonrisa victoriosa con la taza.

— bien, te acompaño.

(...)

Estaba sentada en mi cama mientras la cami estaba atrás mío peinando mi pelo.

La mamá de la cami es peluquera y desde chica le enseño a la cami como hacer peinados y algunas técnicas con el pelo.

Yo tenía puesto un vestido negro con cuello alto y ceñido a mi cuerpo junto con unas botas negras arriba de la rodilla.

Mi maquillaje estaba perfecto y mi peinado iba por el mismo camino, era una cola baja con ondas, muy bonita.

Cuando ya estaba lista la cami se aleja un poco y mira lo que hizo orgullosa.

— divina —me sonrió y yo la miro a través del espejo.

Ella tenía puesto un vestido muy simple color mostaza, a la cami no le gustan mucho los vestidos pero accedió a vestirse así solo por la cena.

Algo que tienen los papás del Matías es que en todas las cenas importantes tienen que ir todos los invitados vestidos "elegantes".

— los papás ya se fueron y dijeron que no nos demoremos tanto —dice la Jona entrando a mi pieza con su vestido blanco —. ¿Están listas?

Primero se había puesto un conjunto negro pero según ella parecía que iba a un funeral y ahora andaba con un vestido blanco que usaba mi mamá en sus años de adolescencia junto con unos zapatos altos de color blanco.

— lo estamos —digo y las tres bajamos para irnos.

Entramos a la casa y pasamos directo al patio de atrás donde estaban todos, las chiquillas salieron y yo me quedé en la cocina para servirme un vaso con agua porque mi garganta se seco de la nada.

— me gusta ese vestido.

Me doy vuelta y veo al Matías recargado en el mesón mirándome fijamente con sus manos en los bolsillos.

No me mires así... Por favor.

— ¿no deberías estar afuera?

— recién termine de vestirme, ni siquiera había bajado.

Bebo un poco de agua mientras lo miro de arriba hacia abajo.

— La corbata no está amarrada.

— me gusta así —se encoge de hombros.

— Mentiroso, no sabes atarla.

Ruedo los ojos y me acerco a el para amarrarla, la dejé suelta porque se que odia que este pegada a su cuello.

Estaba vestido con un pantalón negro, camisa blanca, corbata negra y chaqueta de cuero, sus rulos estaban desordenados cómo siempre.

— listo —sonrió y miro hacia arriba notando que me mira fijamente —. ¿Que? —se me borra la sonrisa y trago duro ante su mirada.

— gracias —sonrie un poco —. Mi tío ya llegó, ven te iré a presentar.

Nos separamos y el me extiende su mano a lo que lo miro confundida.

Al ver que no obtiene un movimiento de mi persona se estira más tomando mi mano y entrelaza nuestros dedos.

¿Por qué hace esto?

Si supiera que tenerlo así es una tortura para mí...

Me tira mientras camina y yo suspiro uniendome a su paso.

Todos estaban en grupos conversando pero el matias me llevo donde estaba un hombre alto de unos 40 años muy parecido al tío mauro y al Matías, el estaba con mi papá y con la mamá del Matías, la tía claudia.

— tío luis —dice el Matías haciendo que el nos mire.

Su sonrisa se borra de su cara cuando nos ve y la expresión de sorpresa y tristeza no tarda en aparecer.

Esto me recuerda mucho a la mirada que me dió mi papá hace unos días.

¿Que estaba pasando?

Weon, Date Cuenta (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora