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La hora apuntaba a las 3:23 pm, el equipo de los tigres estaba en entrenamiento vespertino para salir lo más rápido posible al aeropuerto para llevarlos a la Ciudad de México, pues esa noche se disputaria la gran final de la Liga MX.
Diego entrenaba con Ozziel Herrera a darse pases y anotar a portería, pero Lainez no estaba del todo concentrado, sus tiros eran desequilibrados y los pases muy fuertes, cosa que no paso desapercibida para el moreno, quien le gritó al morocho para que despertará de sus pensamientos.

— ¡Diego! ¡Diego! — hablo Ozziel, pero Diego apenas lo escuchó — ¡Te estoy hablando wey!

Lainez despertó de su ensoñación después de sentir el golpe en su nuca proporcionado por su compañero, soltando un quejido.

—¡Ay Ozziel! ¿Que te pasa wey? — pregunto Lainez  sobando su cabeza — Eso mismo te debo de preguntar a ti, ¿porque andas tan distraído? No das ni un pase solido.

— No es nada Ozziel, nomás ando nervioso por la final, es todo — termino Diego sentándose en el césped, limpiando su sudor con la camiseta de entrenamiento.

— A mi no me haces wey ¿Que traes, eh? — Diego no respondió — Diego, se que no somos los super mejores amigos como lo son tu y Córdova, pero, somos compañeros. Ándale cuenta que te ronda por la cabeza.

Diego suspiro ante la insistencia del de nacionalidad Cubana, se tiró al césped y dijo — Mi papá.

Diego nunca era de compartir sus problemas familiares a sus amigos o compañeros de equipo, era demasiado reservado con esos temas y prefería dejar que estos lo consumieran por dentro, pero como sabía que una persona como Herrera podía hacer metiche hasta la médula, no tenía otra cosa que hacer más que contarle la verdad,por más cruda que está fuera.

— Ándale ya salió el peine — dijo tirándose también al piso y mirando al cielo despejado.

— Es que, es muchísima presión... la final, las expectativas que muchos tienen de nosotros...¿a veces no sientes como si eso te ahogara por dentro? — lo miró

— Si, la verdad si, nos tienen muchísima esperanza, pero... ¡oye! somos los más campeones de este estado, es normal ¿no? — pregunto dudoso

— Si... eso creo, solo que — pausó — las expectativas que tiene mi padre sobre mí no son...como quisiera que fueran, es como si, estuviera satisfaciendo los sueños de mi padre en vez de los míos, como si...— suspiró — ya no sé.

Ozziel lo miró un momento, era raro para él ver a Diego de esta forma, casi siempre lo veía sonriendo en cualquier momento, él era de esas personas que aunque no hablarán mucho se les notaba la felicidad en sus rostros. Pero en esta ocasión no se le veía ni un rastro de eso a Lainez, estaba con su semblante serio, mirando hacia el cielo.

después de unos momentos de silencio cómodo Ozziel hablo — ¿Sabes lo que te hace falta? — le dijo y Diego lo miró — Salir de peda.

Diego encorvó una ceja ¿cómo es que su amigo estaba pensando en fiestas cuando la final más importante de su vida estaba solo a 6 horas de realizarse? no lo sabía, solo Herrera sabía la respuesta.

— No se Ozziel, tenemos partido y...— Herrera lo interrumpió — Nah, tu date Dieguito, mira, antes de que nos vayamos al aeropuerto nos jalamos a Gorri y Nahuel, sabes que ellos no dicen que no a un buen shot.

Diego veía incrédulo al cubano, no lo iba a hacer ni aunque le pagarán.

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— ¡No mames Ozziel! ¿pues que le diste a Diego, boludo
? — preguntó Gorriaran todo preocupado al ver el estado en el que estaba Diego.

𝐌𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐃 - ᴅɪᴇᴠɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora