𝐌𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐃 - ᴅɪᴇᴠɪɴ

011

El Club Tigres y Club América se enfrentaban en otra final de la Liga MX, los nervios y la emoción se sentía en cada rincón del Estadio Azteca. El retumbar de las gradas se escuchaba perfectamente, el grito del "Olé" en la afición americanista era sonoro. Ahí, Diego Lainez  abrochaba su chaqueta, peinaban su cabello con la liga en su frente y tocaba su nariz nerviosamente en un tic, el nervio lo invadía y la ambición le ganaba, quería ganar, ganar y demostrarle a todos que no es un fracaso, que no era un maldito insulto de futbolista, que era quien fuera capaz de conseguirle el bicampeonato a su equipo, si la vida se le iba en ello valía la pena.

Mientras tanto en el otro costado, Álvarez estaba nervioso, no iba a jugar pero tenía miedo de que algo sucediera, tenía la fe puesta en su equipo, miraba al equipo titular, movía su pie nerviosamente y pasaba una mano por su cabello, había perdido de vista a su amigo Igor que lo más probable es que estuviera saludando al equipo contrario o hablando con el cuerpo técnico, el chiste era de que no estaban ninguno de sus amigos ahí para apoyarlo, caminaba nerviosamente hasta que chocó con alguien

— ¡No mames! Fíjate pinche estup- ¡Hola Diego! — reaccionó rápidamente Kevin al ver al tabasqueño — Perdoname wey, es que ando nervioso

Diego se quedó callado unos segundos, intentando recordar de dónde lo había visto, después de unos segundos habló.

— ¡Kevin! — ríe nervioso — no te preocupes, yo también estoy ansioso ¿vas de titular? — pregunto el menor

— Si-si... digo no — corrigió — no voy de titular — estaba nervioso hasta las orejas, se notaba bien, y está vez no era por la final.

Diego le sonrió, Kevin en su mente pedía que no sonriese por qué era capaz de pedirle matrimonio aunque ni se conozcan.

— ¿cómo has estado? — preguntó Diego mientras lo veía. — Igor me comentó que estás pasando por una lesión...¿pubalgia, verdad?

Kevin quería morirse en ese momento porque eso no era lo que había hablado con Igor cuando le pidió que le contara algo a Diego sobre él. el tema de su lesión era algo que no quería hablar con otras personas, pero ahora que lo sabía Diego estaba muerto de pena.

— Si, si eso...— pauso — pues como todo tiene sus subidas y bajadas, trato de seguir un tratamiento y esperar lo mejor — dijo optimista —

Kevin pudo notar la verdadera preocupación de Diego en sus ojos la manera en que ladeó su cabeza para escucharlo atentamente, esos ojos brillando por la luz del estadio, y cómo morías un labio inferior como si estuviera pensando en algo.

— me alegra que estés tomando un tratamiento, y espero que todo vaya bien con tu recuperación — sonrió.

Kevin ya tenía una de las cosas que odiaba de Diego: que era demasiado formal y claro entendía perfectamente, veía que Diego era de esas personas que solo tenía confianza con las personas que verdaderamente conocía, no podía pedirle que lo tratara igual que a uno de sus amigos porque todavía no tenían esa confianza y Kevin no quería cruzar esa línea, quería que Diego se sintiera cómodo en todo momento cuando estuviera con él

la voz del Estadio se escuchó abriendo el partido, Diego y Kevin miraron en aquella dirección — Bueno Kevin, nos vemos, que gane el mejor.

Diego tomo su lugar y camino fuera del túnel, su mente en el objetivo.

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La final del primer tiempo era horrible para Tigres, Siboldi hablaba con el equipo, señalaba estrategias nuevamente, hacía todo lo posible para que el equipo entendiera lo que él quería que hicieran.