Chapter 2

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Vi un oscuro fondo lejano con pocos puntos de luz atravesando por entre las puertas de salida en cada piso. A pesar de que era buena noticia me aterraba ver todo ese mecanismo oculto que nunca pensé presenciar.

Salté varias veces, me puse de puntitas y nada hasta que traté de apoyarme en la barra contraria a la que había quitado de la pared, apoyé mi pie y di varios saltos que me hicieron tropezar hasta que por fin llegué a sujetarme, entregué toda mi fuerza para sujetarme bien y subir y a medio camino con una pierna sobre el techo la luz volvió, no me detuve y vi la luz enfrente de mí, las puertas abiertas me ayudaron a avanzar viendo un hall de espera vacío, me arrastré y me metí cayendo al suelo al estar algo alto, me había llenado de hollín, un polvo negro y desagradable cubría mis piernas y las palmas de mis manos, manchando mi bonito vestido.

Vi a mi alrededor y escuché voces provenientes del ascensor.

─ Carajo, ¿se fue?

─ ¿Qué le diremos al jefe?

─búsquenla, debe estar en el edificio, por las escaleras.

Fue mi señal, corrí hacia las oficinas de ese piso, todos los cubículos parecían vacíos, seguí corriendo y al escuchar pasos cerca me adentré a en una oficina al final de un pasillo, era la única que no tenía paredes de vidrio, no había nada allí más que unas librerías y un gran escritorio al fondo, fui hasta allá y me oculté cobardemente debajo del mueble cubierta por la silla y entre un carro con papeles variados.

La puerta se abrió, sentí que entraron y uno hasta se acercó a la mesa.

─ Es una lástima ¿no crees?

─ ¿Qué cosa?─ preguntó otro suspirando─ maldita niña.

─ lo de la muerte del superior, ¿y por qué estaban contratando si no podían pagarle al jefe?

─ A lo mejor no iban a pagarle, parecía muy joven, ya sabes, a lo mejor querían otra cosa.

Dejé de escuchar cuando se alejaron, mi corazón se aceleró tanto que me impedía escuchar mis pensamientos y con ese silencio ¿Cómo no me oyeron?

Pasaron varios minutos, puse mi celular en modo ahorro para ver la hora.

Una hora después me estaba quedando dormida y el sonido de unos pasos me advirtió algo malo, se acercó quien sea hacia el escritorio, tomé aire y lo aguanté temblando en mi lugar al verlo detenerse, tomó la silla y se sentó, suspiró y al hacerlo me atreví a ver mejor, su ropa era similar a la de Alastor.

─ Sabes... fue desafortunado, no te ocurrirá nada ya que sé que no dirás nada─ evité hablar o respirar─ pero siempre es bueno tener asegurado todos los cavos sueltos así que─ carraspeó su garganta, se levantó para arrodillarse y mirarme apenado en el hueco de debajo del escritorio─ hola bonita, ¿Cómo te sientes? Estás toda sucia ─ chasqueó la lengua─ pobre nena, ¿quieres hablar de lo que viste allá arriba? ─ miraba sus ojos tranquilos, era Alastor, era el mismo hombre que me trató bonito hace un rato.

─no... no vi nada señor─ sonrió, acercó su mano a mi mejilla y la acarició con cariño, como si me conociera de toda la vida─ no me lastime─ susurré dejando de verlo, me fue imposible no llorar, mordí mi labio inferior en un intento de no derrochar más lágrimas. Él continuó su gesto por un breve momento, quitó mis lágrimas y se separó.

─ vamos, te llevaré a casa, no tuviste que ver nada de aquello, se avisó a todo el personal que no viniese a trabajar hoy, necesitaba hacer mi masacre en paz y sólo hacia algunos, y tú no estabas en mis planes así que hablaremos mientras te dejo en donde vivas, ¿sí? ─ levantó mi mirada hacia la suya, me hablaba tan calmado y suave como si me estuviera ofreciendo ir a cenar y ver una película─ no te lastimaré de ninguna forma, lo prometo, pero debes ser buena.

Con eso dicho se separó de mí y se levantó del lugar donde estaba y movió la silla esperándome unos minutos en lo que me tranquilizaba y recomponía, no me apuró y al verme parar sonrió una vez más.

─ tu vestido─ negó lamentándose con la mirada─ qué pena, te daré dinero para la tintorería, era muy bonito para que se estropee tan rápido, ¿era nuevo? ─ hablaba mientras caminábamos hacia la puerta, noté que fuera había guardias u otras personas.

─ No, pero era la primera vez que lo usaba─ susurré antes de salir, su mano fue hacia mi espalda y la mantuvo allí dirigiéndome por el pasillo, las personas vestidas de negro no se atrevieron a mirarme en lo que nos metíamos al ascensor arreglado, éste se cerró y ambos nos quedamos dentro─ me gustaría... ya sabe, limpiarme antes.

─ Oh... sí, tienes razón, el baño de abajo es más grande, te daré unos minutos.

Traté de no demostrarle mi miedo, tomé aire apretando mis manos, vi la suya cerca de la mía y di un paso hacia el costado, queriendo de alguna forma alejarme lo más de él sin que se enojase.

─ Olive, estás buscando trabajo según entiendo─ el ascensor se detuvo, esta vez tuve la certeza de que fue él quien lo detuvo, me miró desde arriba y sonrió─ ¿cuántos años tienes?

─ ¿yo? Eh...─ tragué saliva, quería tragarme el nerviosismo haciéndose una pelota en mi garganta pero simplemente no bajaba así que mi voz salió bastante baja─ ve-veinticuatro ¿y usted?─ fue pregunta de cortesía, aun así pareció gustarle por cómo me miraba.

─ en unos días cumpliré treinta, puedes pensar en mi regalo─ rió sin rastro de maldad con su dedo aún en el botón del ascensor, evitando que bajara─ ¿tienes pareja? ─ negué y cuando entendí mi error traté de arreglarlo.

─ Sí, digo, sí tengo─ abrió sus ojos curioso.

─ ¿Cómo se llama?

─ ¿su nombre?

─ Sí, dime cómo se llama tu novio.

─ eh... Louis─ lastimosamente no recordaba en ese momento otro nombre más que el de un peluche de un oso que tenía en casa, me avergonzó levemente saber que el primer nombre de hombre que venía a mi mente era ese.

─ Bien─ tocó el botón de vuelta antes de arrodillarse, sujetó mis manos logrando que mis oídos se tapasen, el miedo quería hacerme correr y escapar─ Dile al tal Louis que lo lastimaré si él te lastima a ti, pareces ser una chica buena, te daré mi teléfono luego de que hablemos, seremos buenos amigos─ lo dijo tan lento y aun así no lo comprendí cuando lo dijo y decidí restarle importancia.

Las puertas se abrieron, miré hacia fuera, era el primer piso y todo estaba vacío como cuando llegué. Me guio hasta el baño y me adentré ni bien lo vi detenerse a un metro de la puerta, sonrió hacia mí. 

Sombrío y Temido. (DDLG / CGL) (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora