Chapter 12

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─ Entonces sí eres peligroso─ rodó los ojos mirando hacia otro lado─ No quiero... no quiero que mi mate sea un asesino─ me avergonzó decirlo tan brusco y más cuando me miró dolido. Tragó saliva y comenzó a negar.

─No... no, descuida, no soy un asesino ni mucho menos, soy dueño de muchas empresas, soy un prestamista─ lo dijo tan rápido y seguro que a lo mejor podría ser verdad.

─ ¿prestamista? ¿y qué hacías en mi empresa a esa hora? ¿qué fue esa sangre? ─rio nervioso.

─ Fue un truco, era uno de mis empleados, era sangre falsa─ me crucé de brazos─ ¡es en serio! lo hacemos cuando no quieren pagar, le hacemos creer que... desvivimos a uno de sus secretarios─ suspiró nuevamente y esta vez sólo frunció el ceño─ no importa lo que haya hecho, eres mía, de mí propiedad. Y yo soy tuyo, nada de lo que pretendas hacer para separarte de mí va a funcionar. Somos mates y ya que nos encontramos vas a sufrir cambios poco a poco.

─ Averigüémoslo, vete ya.

Me salí de sus piernas, me dejé caer a su lado y me aparté como pude con su mirada seca.

─ De acuerdo, decide. Puedo llevarte conmigo a mi casa ahora mismo o puedo quedarme aquí hoy, porque yo─ se señaló─ voy a dormir muy bien el día de hoy, quiero dormir y voy a dormir con mi bebé, mi bebé eres tú, tú eres mi mate y estoy dispuesto a lo que sea para que hoy se cumpla lo que quiero─ no me asustó tanto su advertencia, lo que me aterró fue cuando miró mi cuello y abrió ligeramente la boca, pasando su lengua por sus colmillos afilados─ podemos hacerlo a las buenas o a las malas.

─N-no vas a morderme.

─ Lo haré si sigues portándote así. Me perteneces, vas a ser mi novia, luego mi prometida y al final nos casaremos, es lo que pasará porque yo lo proclamo aquí y ahora. Y lo que yo prometo, lo cumplo, por eso soy millonario─ sonrió dejándome ver sus colmillos─ ahora, a la cama, a menos que quieras tu helado y tus chocolates─ bufé─ iré por tu helado. Además, estás en celo─ se levantó, dejándome atónita y quieta como si de alguna forma pudiera evitar que me olfateara─ debo mimarte mucho para que no te duela nada de nada y estés cómoda.

Sacó el helado y los chocolates, lo miraba rebuscar en las gavetas hasta encontrar la herramienta para hacer bochas. Traté de relajarme y pensar cómo abordar lo que estaba pasando. Otra reacción muy diferente a la que haría.

─ ¿tú no tenías muchas novias? A mí no me gustaría compartir─ me miró pícaro y rió.

─ No tengo novias, estuve con varias mujeres por la necesidad de poder dormir, pero a decir verdad no aguantaba las feromonas de ninguna, algunas eran algo más tolerables que otras, pero no conocí a ninguna que tuviera el aroma neutro─ volvió hacia mí con un tazón pequeño y transparente con helado y chocolates, me estiré para alcanzarlo, sonrió.

─ ¿me sientes neutro? ─ pregunté llevando el helado a mi boca, se sentó.

─ No, hueles dulce, muy dulce, a vainilla y a flores─ aguanté mi mirada al quedarme impresionada por su revelación, ¿de verdad le gustaba?─ ¿y yo a qué huelo?

─ A... a café y chocolate─ rió─ y menta.

─ ¿menta y café? Suena bien.

─ Sí, es rico, ahora vete─ se rió de nuevo.

─No me iré, dormiremos juntos, ¿y tú no tenías novio? ¿Dónde está ese tal Louis? ─ pude sentir algo de celos al preguntarme.

─ Está en mi habitación─ fingió una mueca.

─ ¿Tienes algún fantasma viviendo ahí? ¿es más guapo que yo? ─ reprimí una risa y seguí con mi helado─ mientras tú comes tu helado, te hablaré de una cosa que necesito que entiendas.

─No arruines mi momento de felicidad con mi helado.

─ El helado que yo te compré.

─ El helado que es mío porque es un tratado de paz─ sonrió de lado.

─ Háblame de ese tratado de paz, me interesa─ lamí mis labios.

─ Tú me diste helado y chocolate, eso significa que te debo, por lo menos, dejar ingresar a mi departamento─ "ah" hizo con sus labios sorprendido─ pero no te debo nada más, así que te puedo echar─ carcajeó─ ¡no te rías!

─ Está bien, qué debo darte para quedarme hoy─ me quitó el tazón para dejarlo sobre la mesilla, me distraje pensando lo suficiente para cuando me tomó de las muñecas y me acorraló contra el respaldo del sofá para besarme, fue rápido y se separó un poco luego de lamer la comisura de mis labios─ qué rico─ rió.

─ ¿por... por qué?─ me miraba cariñoso nuevamente y sin soltarme se colocó más cerca de mí. Besaba mi cuello de una forma tan peligrosa que comencé a temblar, sin embargo y por alguna extraña razón mi cuerpo lo permitía─ por favor─ supliqué─ no sigas. 

─ Haces unos sonidos preciosos, significa que sí me necesitas, tu cuerpo lo pide─ al mirarme noté aquellos ojos rojos que quería evitar, según sé algunos alfas puros los tienen y con ello controlan a omegas, a algunos betas y alfas no entrenados─ ¿Qué? Ay no... no bebé─ se recompuso soltándome, limpió mis lágrimas con sus pulgares sosteniendo mi rostro. Dejó una cortos besos sobre mis labios y rápidamente me cargó en sus brazos yendo hacia mi habitación─ tranquila, no iba a hacerte nada que tú no quisieras, calma. Vamos a dormir, estás de mal humor porque no duermes bien.

Cerró la puerta con una patada suave y se acercó a la cama para acostarme. Pareció realmente preocupado así que al ver que me estaba pidiendo permiso con la mirada mientras hacía tiempo arreglando las mantas, le asentí. ¿Cómo podía decirle que no? Es que era mi maldito mate, no puede ser... 

Sombrío y Temido. (DDLG / CGL) (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora