Chapter 10

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─ Soy su mate, pásame ahora mismo con él, ¿oíste? ─ fui brusca, pero a eso de las 11:25 de la noche no me controlaba. Y ella se atrevió a colgarme.

─ ¿su mate? Disculpe, pero eso es imposible─ balbuceó─ no tenemos registros de...

─ ¡Pásame ahora mismo! Le hablas y me lo pasas, no estoy de humor─ del otro lado sólo hubo un silencio que no tenía ganas de tolerar. ¿Cómo que no tenían registros? ¿acaso él ni siquiera lo comentó?

─ Sí, sí, voy enseguida─ al menos no parecía querer quitármelo. Me puso en espera y una horrible música de piano comenzó a sonar para ser interrumpida por su voz.

─ ¿Olive? Qué sorpresa bebé, estoy llegando, ¿no te di mi número de celular directo? ─ ¿bebé?

─ Es tarde─ no negaba que el nudo en mi garganta se bajó al escucharlo. Mis piernas se pegaron a mi pecho y unas lágrimas de calma bajaron calientes y molestas por mis mejillas.

─ Lo sé, tuve un percance, por cierto─ lo escuché reírse del otro lado─ escuché que eres una niña grosera y que le gritaste a mi secretaria─ si hubiera tenido tu maldito número no habría hecho un escándalo.

─ Es tu culpa, ¿cómo se te ocurre dejarme así? Yo... ─ cálmate... no eres nada suyo por el momento─ lo siento─ sonaba histérica, estaba segura, pero el ardor de no tenerlo me estaba matando.

─ ay mi amor, descuida nenita, tú puedes hacer todo el berrinche que quieras, fue mi culpa no anotarte mi celular y el llegar tarde, tranquila, estoy a unas cuadras.

Estaba malcriándome, su voz pacífica me llenaba los oídos y la mente, no estaba bien ¿este era su plan? Llenarme de halagos y apodos bonitos para que desesperadamente lo necesitase como ahora. Era un idiota.

─ quiero chocolate─ exigí, lo había pensado un segundo antes y lo solté sin medirlo.

─ ¿chocolate?

─ sí, y helado, si no me traes eso no entras─ luego de la tensión que me dejó su silencio, su risa calmada me llenó el pecho de un calor agradable.

─ Por supuesto que sí, bebé, ¿algo más? Lo que quieras, estoy aparcando en un mercado─ ¿me lo decía en serio?

─ ¿de verdad?

─ Claro que sí, eres mi mate, yo debo darte todo lo que quieras y necesites, es mi responsabilidad cuidarte─ me aferré a Louis, quería decirle que se olvide de la comida y sólo llegara rápido, pero en cambio salió una queja de mi boca.

─ Rápido.

─ De acuerdo, te quiero, pórtate bien.

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Cuando me cortó tuve que gritar de emoción contra mi mano, ¿cómo podía ser tan adorable? Estaba extasiado y su comportamiento cambió tan rápido, suponía que era por haberla dejado en medio de su celo y haber tardado tanto.

Lastimosamente tuve percances con unos clientes y tuve reuniones hasta tarde así que cuando terminé aquello llegué sobre la hora a buscar la llave, me la entregaron y nuevamente volví hacia la empresa, la mía, donde estaba Burton, mi secretaria atendiendo las pocas y últimas llamadas del día.

En ese momento cuando fueron más de las 10 me pareció extraño que no me llamara y yo torpemente no le había dicho nada a la secretaria, ni siquiera el nombre de Olive para que pudiera transferirla directamente. La pobre chica no entendía nada, así que cuando me habló de la tal niña que pedía hablarme me relató su comportamiento, que estuvo llamando varias veces y que le gritó de una forma bastante inapropiada.

─ ¿Olive?

─ Sí, esa misma, ¿es alguien que usted conozca? ─ me reí, esa "niña irrespetuosa" sí que era mi mitad.

─ Es mi mate, me disculpo por ella, debe estar haciendo un berrinche.

Y qué berrinche. Me hallaba en el mercado más cercano a su departamento comprando varios tipos de chocolates, esperaba que no fuera alérgica a las nueces o frutos secos y por si acaso llevé de todos los tipos, no la dejaría sin sus golosinas.

Pobrecilla, ¿habrá querido salir? Probablemente, pero era mejor así, si se mantenía a salvo no estaría preocupado y si me lo permitía la dejaría en ese departamento encerrada a menos que me dejase ponerle seguridad, cosa que no le gustaría, lo sospechaba.

Ya en el auto con su helado, sus chocolates y galletas además de la cena porque sí, la había comprado, me dirigí rápidamente hacia su hogar. Quería llegar y abrazarla, llenarla de besos y derretirme ante sus exigencias.

Todo estaba yendo bien, ella estaría berrinchuda y amorosa por el resto de la noche, no sería difícil convencerla para poder dormir con ella hoy, sería nuestra primera noche. Me había preparado de antemano para esto, por lo que me había duchado en casa antes de volverme. Vestía simple y con sólo quitarme la chaqueta estaría listo para una noche sólo con ella, sus soniditos, sus quejidos y su piel tibia contra la mía.

─ Ya llegué muñeca─anuncié en voz alta al entrar─ traje tus golosinas─ planteé más fuerte ante susilencio. Dejé mis zapatos en la entrada, llevé las bolsas hacia la cocina y volteéal escuchar unos pasos. 

Sombrío y Temido. (DDLG / CGL) (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora