Capítulo 1 - Love, The Hardest Way.

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"Y asi como la luna nueva marca un nuevo comienzo su energía te llenará de vida y será un nuevo comienzo también para ti, nuevos caminos, aventuras, cambios positivos y renovación de energía, bebe y báñate en aguas tocadas por su luz, purifica tu alma" Firma Charlie Morningstar.

-Qué emocionante! Mi tercer grimorio! Todo hecho por mí, ya quiero comenzar el siguiente!

Dijo Charlie Morningstar, la chica responsable de la vieja abadía de la pequeña ciudad, ella era una bruja natural pues sus padres provenían de una larga y poderosa jerarquía de brujas y alquimistas, su familia, los Morningstar Magne siempre fueron los líderes de covens en el mundo, además de importantes gobernantes, sin embargo no todo era felicidad pues desde siempre habían existido los cazadores de covens, los mata brujas, personas que veían lo desconocido como maldad y pecado y la magia como algo demoníaco, cosa que no era verdad. Los padres de en ese entonces una pequeña Charlie sabían de los riesgos y sabían que estaban muriendo brujas y alquimistas a manos de los cazadores, en un exterminio lograron acabar con casi todos los miembros de los pocos covens que quedaban en el mundo y era cuestión de tiempo para que los alcanzaran, así que con todo el dolor de su corazón decidieron dejar a la pequeña Charlie con una de las pocas personas que siempre los apoyó en secreto, la Monja Madre Superiora de la pequeña ciudad, hablaron con ella, los cazadores les venían pisando los talones, era una locura pero la Monja aceptó, ellos dejaron miles de papelerías, testamentos, documentos de todo tipo para que Charlie Morningstar supiera quien era realmente, grimorios con infinidad de conocimientos, joyas y piedras mágicas, y claro, dejaron en una pequeña que apenas comenzaba a vivir la futura enorme responsabilidad de llevar el apellido Morningstar en sus hombros, de la futura bruja gobernante y más poderosa reina de covens que se volverán a formar o de lo que quedaba de ellos, la encargada de continuar el linaje más demencialmente poderoso que ha existido, todo eso, en una pequeña niña que no sabe a lo que se enfrentará en el futuro, una niña que no comprende lo que pasa, una Charlie de escasos 6 años.
En esa misma vieja Abadía había otro habitante, su nombre era Alastor, un nombre nada convencional, era no mucho mayor que Charlie pero lo suficiente para comprender lo que sucedía a su alrededor , él llegó a la Abadía por razones no muy diferentes a las de la pequeña niña, su madre tuvo que dejarlo ahí pues también huía...

-De nuevo escribiendo cielo? No crees que deberías concentrarte mejor en otro tipo de cosas? Ya sabes, más productivas como pasar el día conmigo- Dijo Vaggie, la novia de Charlie.

-Vagg, pero sabes que esto me apasiona y sabes lo que significa para mi, el amor por la magia y hechicería es una de las herencias qué me dejaron mis padres y quiero que en donde sea que estén se sientan orgullosos de mi.

Charlie como toda bruja natural amaba pasar tiempo aprendiendo, escribiendo grimorios y diarios, así se sentía aún más cerca de sus padres y además era una excelente dibujante y pintora.

-Por cierto Vaggie, mañana no podré pasar el día contigo, debo hacer muchas cosas, sabes que Alastor llega pasado mañana y...

Vaggie interrumpió a Charlie.

-Ah si, ese tipo, y por que de repente se le ocurrió regresar?

-Pues Vagg, el vive aquí haha - Dijo Charlie con una risa un poco nerviosa.

-Y por que tiene que vivir aquí, no entiendo, ya se fue 7 años, por que no se queda en otro lugar?

Vaggie siempre se notaba molesta al hablar de Alastor, su solo nombre la irritaba, Vaggie y Charlie se conocían hace tiempo, eran buenas amigas, pero un día las cosas cambiaron, Vaggie quien en realidad se llama Vagatha le confesó su amor a Charlie, y como no enamorarse de ella, al ser una chica dulce y bondadosa que siempre piensa en los demás y trata de ver por ellos pues si las demás personas son felices ella lo es también no tuvo el corazón para rechazarla, sabía que Vaggie había sufrido mucho y a pesar de que las relaciones con chicas no eran los suyo para Charlie amor era amor no importa qué y decidió que podría intentar ver a Vaggie de otra forma, Charlie aceptó no del todo ser su novia pero si intentarlo, le dejó las cosas en claro y así comenzó la aventura, si embargo Vaggie ya consideraba a Charlie de su propiedad y eso no era bueno del todo.

-Pues Vagg, Alastor y yo siempre hemos vivido aquí, además desde que las monjas se fueron la Madre Superiora nos dejó al cuidado de la Abadía y eso lo sabes, ella nos cedió este lugar, ahora es de Alastor y mía y para que se siga conservando debemos estar aquí, si está sola desaparecerá.

-Pues tal vez eso sería lo mejor - Dijo Vaggie un poco sarcástica.

-Cómo ?

-Sí, para que sirve este lugar, la verdad sería mejor que desapareciera, no le veo ningún caso de que exista.

-En serio eso crees Vagg?

Charlie se sorprendió un poco, no esperaba que Vaggie fuera a decir algo así.

-Si, no tiene ninguna función.

-Vaggie, aquí doy mis clases de arte, piensas que eso no tiene caso? Yo estudio aquí y Alastor tiene aquí su pequeña estación de radio, y tiene éxito, no crees que esas son buenas y suficientes razones para que la abadía siga?

Le dijo Charlie a Vaggie un tanto desilusionada, sintió que Vaggie menospreciaba lo que ella hacía, trato de ignorar el sentimiento pues no tenía ánimo de discutir, ella odiaba eso pues era bastante tedioso discutir con Vaggie, últimamente lo hacían todo el tiempo, Vaggie algunas veces asfixiaba a la dulce Charlie pero ella trataba de ver el lado bueno a todo y tenía fe en que las cosas saldrían bien.

-Si tu lo dices, pero esta bien cielo, si te hace feliz genial, qué siga.

Le dijo Vaggie, muy tranquila, como si las cosas que acababa de decir fueran un juego, no se daba cuenta de lo mal que hacía sentir a Charlie pues sus palabras tal vez no eran con mala intención pero eran duras, sobre todo por todo lo que significaban esas cosas para Charlie, a la que ella decía amar pero que muchas veces lastimaba.
Las chicas pasaron el día juntas, Charlie aun no se sentía del todo bien con la situación, no se acostumbraba a estar con otra chica de esa manera, como una pareja, se sentía incomoda, pero la bondadosa y soñadora Charlie seguiría intentando, llegó el momento de despedirse.

-Charlie segura que mañana no podré verte?

-Si Vagg lo siento, tengo muchas cosas que dejar en orden.

-Ah si, por la llegada de Alastor. - Dijo Vaggie algo molesta.

-Pues sí, por eso - Charlie también contestó algo molesta pues no quería volver a la misma discusión.

-Ahmm está bien cielo. - suspiro Vaggie - Espero verte después entonces, podrías ir a pasar el día en mi casa la próxima vez.

Vaggie estaba muy emocionada en su relación, en sólo una mes Vaggie se había ilusionado de más aún sabiendo que solo era un intento. Las chicas se despidieron y Charlie al estar cansada decidió ir directo a su habitación, decidió tomar un trago y relajarse, pero relajarse era lo último que haría. Ella comenzó a pensar en la llegada de Alastor, hace años no lo veía, para ella sería como volver a conocerlo ya que Alastor partió cuando Charlie tenía apenas 16 años. Alastor había abandonado la abadía por años pues decidió estudiar para ser médico cirujano y embalsamador, siempre le había gustado estar cerca de la muerte y en esa ciudad pequeña no podría hacerlo pues no había un lugar donde hacerlo, por el contrario Charlie se quedó en la ciudad, ella ahora era una gran psicóloga y abogada, ella si tuvo la oportunidad de hacerlo en la ciudad... Hora de dormir, le esperaba un largo día

RAZORBLADE ROMANCE (Charlastor +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora