Capitulo ⚔️14

18 6 3
                                    

Él se volvió y lo miró de nuevo..

—¿Qué? —dijo.

Apo Natt alzó la cabeza de mal talante.

—¿Qué, qué? No te he dicho nada.

—Estás ahí sentado suspirando como si el mundo se fuera a acabar. Haces tanto ruido que ni siquiera puedo restregar mi camisa en paz, y después tienes el descaro de
mostrarte insolente conmigo cuando te pregunto educadamente qué haces pensando en las musarañas.

—¿Preguntar educadamente? —repitió Natt St Clair—. ¿Crees que un grosero «qué», apenas un gruñido, es una pregunta educada? ¿Un «qué» que viene a decir «cómo te
atreves a invadir mi territorio con tus sonidos lastimeros»? ¿Un «qué» que equivale a
«por favor, puedes ir a morirte a cualquier otro sitio, pava real»? Krimm Roderick, no tienes maldita idea de lo que significa ser educado.

—No hace falta maldecir, pavo real —repuso él con voz suave

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No hace falta maldecir, pavo real —repuso él con voz suave.

—No soy ninguna pavo real.
Krimm le lanzó una mirada incisiva.

—Sí lo eres. Siempre estás picoteando algo. Pec-pec-pec-pec.

—¿Picoteando? —Natt St Clair se puso en pie como impulsado por un resorte, saltó de
la roca y se encaró con krimm—. Yo te enseñaré a picotear. —Rápido con un gato, le arrebató la camisa de las manos, retorció la tela y la rasgó por la mitad. El sonido de la prenda al romperse le resultó perversamente satisfactorio—. Esto es lo que de veras me gusta hacer. Conque he invadido tu espacio, ¿eh? Y dime, ¿por qué te estás lavando esta estúpida camisa? —Le lanzó una mirada desafiante, agitando los faldones
de la camisa para recalcar sus palabras.

Él se sentó sobre los talones, mirándolo con cautela.

—¿Te encuentras bien?

—No, no me encuentro bien. No me he sentido bien en toda la mañana. Y deja de cambiar de tema y de meterte conmigo como haces siempre. Responde a mi pregunta:

¿por qué te estás lavando la camisa?

—Porque está sucia —contestó con irritante condescendencia.

Natt St Clair lo ignoró con comedimiento.

—Hay sirvientas para lavar…

—Hay sirvientas para lavar…

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Seduciendo A Un Highlander Donde viven las historias. Descúbrelo ahora