palabras furiosas que quería arrojar a la cara del hombre, palabras que habían emponzoñado la mitad de su vida.
-¿Quién eres tú? -preguntó al que había hablado.
El hombre se volvió hacia su compañero con una mirada acongojada...-Balder, me está preguntando quién soy. ¿Puedes creerlo? ¡Quién soy!
-Al menos no te ha escupido -dijo el otro con tono afable.
-Eres Ronin -dijo krimm con voz acusadora. Si uno era Balder, el otro tenía que ser su padre: Ronin McIllioch.
-Para ti no soy Ronin -exclamó el hombre, indignado-. Soy tu padre.
-Para mí no eres mi padre -señaló krimm con una voz tan fría que rivalizaba con el viento más cortante de las Highlands. Ronin lanzó a Balder una mirada acusatoria.
-Ya te lo dije.
Balder meneó la cabeza y arqueó una poblada ceja.
-Aún no te ha escupido.
-¿Qué diablos tiene que ver escupir con todo esto?
-Mira, muchacho -dijo Balder-, es la excusa que estoy buscando para agarrarte por tu rencoroso trasero y arrastrarte hasta el castillo, donde a tortazos quizá
consiga meterte en la cabeza un poco de sentido común y de respeto hacia los mayores.-¿Crees que podrías? -lo desafió krimm. Su peligrosa mezcla de emociones clamaba por una buena pelea.
El grueso Balder rompió a reír gozosamente.
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Seduciendo A Un Highlander
Ficción históricaMile Icarus Mcillioch había nacido en un clan de guerreros de fuerza sobrenatural, pero abandonó su nombre y su castillo de las Highlands decidido a escapar del sombrío destino de sus antepasados. Ocultando su identidad al implacable clan rival que...