Capitulo ⚔️25

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Pero pese a la distancia, la fortaleza de Elizabeth St. Clair estaba dentro de el, en su sangre. El era un Sacheron y un St. Clair, "Nattawin Jill St Clair Sacheron" una combinación formidable.
¿Krimm sentía indiferencia hacia el? Había llegado el momento de ocuparse de eso.

—Bien, ya está. Se han ido —murmuró Hatchard, mirando a los hombres que se marchaban. Pensativo, se peinó con los dedos la corta barba pelirroja. Estaba junto a
Kaley en los peldaños de la entrada principal de Caithness, observando cómo tres caballos desaparecían entre remolinos de polvo por el tortuoso camino.

—¿Por qué tuvieron que escoger Durrkesh? —preguntó Kaley, irritada—. Si querían echar una cana al aire podían haber ido al pueblo de aquí al lado. —Hizo un
gesto en dirección al pequeño pueblo que se apiñaba cerca de las protectoras murallas de Caithness derramándose hacia el valle.
Hatchard le lanzó una mirada incisiva.

—Aunque esto pueda suponer una grave conmoción para tu… digamos naturaleza acomodaticia, no todo el mundo piensa todo el rato en echar una cana al aire, Missus
Twillow.

—No me llames Missus Twillow, Remmy —soltó ella—. Y no creo que hayas vivido casi cuarenta años sin haber echado algunas. Pero, sinceramente, me parece
vergonzoso que se hayan ido de juerga cuando se les mandó llamar por  el Doncel Natt St Clair Sacheron.

—Kaley, si para variar escucharas un poco, quizás habrías oído lo que te he dicho.Van a Durrkesh porque Ramsay lo propuso. No para echar ninguna cana al aire sino
para adquirir mercancías que sólo allí se pueden comprar. Me dijiste que se nos estaba terminando la pimienta y la canela, y aquí no es posible conseguirlas. —Señaló el pueblo e hizo una pausa elocuente antes de añadir—: También he oído que este año en la feria de la ciudad se puede encontrar azafrán.

—¡Azafrán! Alabado sea el Señor, no tenemos azafrán desde la primavera pasada.

—No dejas de repetírmelo —gruñó Hatchard.

—Para ayudar a un viejo a refrescar la memoria se hace lo que se puede. —Kaley se sorbió la nariz—. Y corrígeme si voy errada, pero normalmente eres tú quien envía
a los hombres a comprar, ¿no?—Vi a Quinn tan ansioso por comprar un regalo bonito para Natt  St Clair que no quise interponerme, como es lógico. Además, creo que krimm ha ido con ellos simplemente para no quedarse solo con el muchacho Doncel—añadió Hatchard.

A Kaley le centellearon los ojos y empezó a dar palmas.

—¡Un regalo para Natt St Clair! Así que será Nattawin Jill de Moncreiffe, ¿no? Un nombre excelente para una excelente muchacho todo hay que decirlo. Y eso hará que el se quede cerca, en las Lowlands.

Hatchard volvió a mirar la franja de camino que se dirigía al valle. Vio desaparecer el último jinete tras un recodo y chasqueó la lengua.

—Yo no estaría tan seguro, Kaley —susurró.

—¿Qué se supone que significa este comentario tan misterioso? —dijo Kaley con ceño.

—Sólo que, a mi juicio, el muchacho jamás se ha fijado en otro que no sea Krimm.

—¡Krimm Roderick es el peor elemento que le podría caer en suerte! —exclamó Kaley.

Hatchard dirigió una mirada curiosa a la voluptuosa sirvienta.

Hatchard dirigió una mirada curiosa a la voluptuosa sirvienta

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