Nota: Al principio la historia tal vez empieza rápida y floja pero luego mejora, está es una de mis primeras historias que me tome en serio.
Desesperado por revivir a su hermano el cual no tenía ni alma ni cuerpo, Edward se ofreció a si mismo usand...
Desperté al fin, estaba en una especie de... ¿Dojo? No tengo tiempo que perder, como no había nadie alrededor me levante. Tal vez si podía confiar en Hitogami. Tal vez si debía volver para encontrar a Winry si iba allí... pero el no menciono nada sobre encontrarla allí. Si no me hubiera dicho de ir allí igualmente hubiera ido, pero si me dijo que no la encontraría no debe estar allí. Mierda, mierda, mierda... ¿Que debo hacer? Tenía una respiración agitada, la había perdido otra vez.
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Maldita sea... ¡Maldición! Comencé a golpear el suelo con fuerza, agrietándolo y rompiendo la madera. Mi fuerza había crecido increíblemente, todo mi cuerpo en general, incluido mis prótesis metálicas. Entonces una especie de enfermera entro.
''-Te has levantado, bien ahora podré usar magia de curación, quédate quieto.''
Dijo ella, ¿Si ella podía usar magia de curación porque no lo hizo desde el principio? Como Zenith cuando me encontró.
''-¿Esto es... La Tierra Santa de la Espada?'' Pregunte.
''-¿Como lo sabes? Me dijeron que cuando te encontraron estabas inconsciente... ¿Tuviste problemas mientras llegabas aquí? Supongo que eres uno de los muchos que quieren conocer al Dio–''
No la deje continuar y comencé a caminar hacía lo que parecía ser la salida extensa del dojo, típica de samurais.
''-Disculpe señor, pero si intenta irse...''
Entonces me percate, numerosos hombres aparecieron detrás y delante mío de un momento a otro. Todos portaban una espada, algunos aún no la desenvainaban. Por algo se llama la Tierra Santa de la Espada... ¿No? ¿Pero porque me atacaban?
''-Lamento que no será posible.''
''-¿Por qué? Pensé que la Tierra de la Espada Santa daba la bienvenida a los viajeros.''
Dije esperando respuestas. Todos ellos eran una distracción en mi camino. Si no salen del medio todos ellos se arrepentirán. Cada uno de ellos.
''-Por ordenes del Dios de la Espada Gal Farion no tenemos permitido dejarte irte hasta que el hable contigo. Nos indico que hiciéramos todo lo posible por mantenerte en este lugar, debes esperar.''
''-¿Esperar? ... ¿Esperar?''
Todos se mantuvieron en guardia.
''-Bien jeje, no pasa nada es un honor hablar con el Dios de la Espada, puedo esperar. Me sentaré y esperare.''
Todos se calmaron al ver mi sonrisa.
''-Gracias por su paciencia señor.''
''-Oye, ¿Puedo decirte algo señorita?''
''-Eh... por supuesto.''
''-He mentido.''
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