Nota: Al principio la historia tal vez empieza rápida y floja pero luego mejora, está es una de mis primeras historias que me tome en serio.
Desesperado por revivir a su hermano el cual no tenía ni alma ni cuerpo, Edward se ofreció a si mismo usand...
Bienvenidos a la Aldea Dedoldia, sé encuentra en el continente Millis, una aldea situada en el Gran Bosque, vecinos de los Elfos, está aldea es el hogar de la tribu bestia, la raza de grandes guerreros como Ghislaine... pero hoy no estamos aquí porque si, hoy es simplemente otro día para nuestros mi, Rudeus Greyrat y mi compañero Alphonse Elric, ambos somos íntimos amigos que sé encuentran en nada más y nada menos que una prisión que cuelga de una de las altas ramas de los numerosos arboles. Pero ¡Hey! No todo es malo, no hay pago de garantía, cuentas de servicio ni alquiler... ¡Es más! Nos dan comida gratis dos veces al día, no sé exactamente que clase de carne es la que comemos pero para alguien que ha dos años en el continente demoniaco sin duda esto es un manjar, una delicia sin igual en este mundo, ah claro y si aún después de comer tienes hambre puedes revisar las camas hechas de paja, infestadas con nutritivos y deliciosos insectos para un snack de media noche. Simplemente un lujo.
¡El baño! Un cubo que dejamos al otro lado de la habitación el cual debemos vaciar a un agujero que está justo en el otro lado, sin acceso al agua claro, pero para magos como nosotros esto no es un problema jeje...
Y hablando de la seguridad, no, es que esto simplemente no tiene palabras, garantizan la seguridad de sus huéspedes ante nada, tan solo miren estas barras resistentes de hierro. Las cuales no importa cuantas veces las golpees simplemente ¡Nada! si, dije ¡Nada! pasara, porqué son inmovibles, garantizan que ni ante el guerrero más hábil te sentirás amenazado. A no ser que sea un mago ya que la única debilidad es la magia.
¡Si! Sin duda una vida un hogar sin igual... salvo que esto no es un hogar... es nuestra celda de prisión... Por ''cometer'' un crimen.
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Si, sin duda estamos en tiempos duros, lo que hicieron con nosotros fue quitarnos la ropa y dejarnos desnudos en aquella celda, este era el segundo día y fue allí cuando decidí escapar. Sabía que Ruijerd tarde o temprano me encontraría pero no podía esperar más, así que teniendo a Alphonse a mi lado decidí idear un plan.
''-¡Tenemos que escapar!'' Le dije a Al.
''-Ellos dijeron que nos juzgarían... ¿No prefieres esperar un poco más? Quiero decir no vamos a estar aquí para siempre–'' El respondió, pero no podía aguantar esas palabras.
''-Alphonse creo que ya nos han juzgado, escapar es nuestra mejor opción... además... ¡Tú dices eso porque te tratan bien!''
Alphonse me miro con cara de confusión, pero mientras yo trataba de explicar estos dos días, Alphonse como niño bueno le decía a la guardia ''Hola'' o ''Buenos días'' cuando ella le daba comida el decía lo siguiente ''Gracias por la comida señorita'', el primer día y el segundo yo recibí baldes de agua fría caer sobre mi, por otro lado Alphonse el día de hoy no sintió ni la más minima gota, el primer día a mi me quitaron la ropa y para colmo la guardia me llamo pervertido, el segundo día a Alphonse le dieron una prenda de ropa para que se tapara. Ah claro, ahora entiendo.
