Capítulo 01

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138 años más tarde.
Las Vegas, Nevada.


—¿Cómo estás?

Build Jakapan apenas entendía esas palabras cuando el doctor se detuvo junto a la cama, inyectándole una sustancia que muy bien podría ser letal. Pero si funcionaba, valdría la pena el riesgo.

—¿Qué?

—¿Biu? ¿Me escuchas?

Build parpadeó lentamente y trató de concentrarse en la pregunta de Hannah. Todo estaba borroso. Aún así, podía ver la forma en que la luz jugaba con el pelo rubio de Hannah. La preocupación en el hermoso rostro de su hermana.

—Um... sí.

Hannah maldijo.

—Estás matándolo. ¡Alto!

El médico no hizo caso.

Hannah se dirigió hacia él, pero antes de que pudiera llegar al otro lado de la cama, su hermano mayor, Kurt, la interceptó.

—Basta, Hannah.

—No sabemos lo que va a provocarle. ¡Es humano!

Kurt negó con la cabeza.

—Él lo necesita. Si esto nos da fuerza, debería hacer lo mismo con él. Además, ya es demasiado tarde. En este punto, o lo ayuda o está muerto. Así de simple.

¿Podría haber menos desinterés en su tono de voz?
Hannah apartó a Kurt de un empujón.

—Estoy avergonzada de ti. Después de todo lo que ha hecho por nosotros, lo sigues viendo como nada más que un ser humano. —Regresó al lado de Build, y le tomó la mano—. Quédate conmigo, Biu. No me dejes sola con un gilipollas insensible como el único miembro de mi familia.

—¡Yo no soy un gilipollas!

Hannah no le hizo caso.

—Necesito a mi hermano mayor. Vamos, chico. No me dejes.

Build no podía seguir el intercambio furioso que se dedicaban. Sinceramente, ahora lo único que escuchaba era su corazón latir con fuerza en los oídos. Vio las imágenes de su pasado corriendo por la mente como si se tratara de un DVD. La vieja casa de dos pisos, donde los tres habían crecido. De él y de Hannah, cuchicheando en susurros después de acostarse, y reírse de sus más recientes célebres enamoramientos.

Muchos recuerdos felices de esa época...

Sus pensamientos se dirigieron a Kurt, a la madre de Hannah y su padre, quienes lo cuidaron después de que los propios padres de Biu hubiesen sido asesinados. También ellos, habían muerto hacía años como resultado de su maldición, y no había nada que no haría por sus hermanos adoptivos.

Y justo podrías estar pagando el precio más alto.

—Espere...

¿Había sido la voz del médico?

El zumbido se hizo más fuerte cuando sintió algo destrozándolo desde lo profundo del cuerpo. Arqueando la espalda, gritó mientras cada molécula del cuerpo parecía incendiarse.

—¿Qué le pasa?

—Haga que su hermana salga de aquí.

Build escuchó a Hannah protestar cuando Kurt la sacó de la habitación y cerró la puerta detrás de ellos. Las lágrimas le corrían por las comisuras de los ojos. Ya no podía ver nada, y sin embargo lo vio todo. No había manera de describirlo. Era como si hubiera un espejo para el mundo.

—Respira —susurró el doctor—. Sólo respira. No voy a dejar que mueras.

Lo que era más fácil decir que hacer. El dolor le laceraba el cuerpo. Era como si se estuviera quemando desde el interior.

Incapaz de soportarlo, gritó, hasta que no pudo aguantar más. Eso fue todo. A pesar de lo que él dijo, se estaba muriendo. Tenía que estarlo. Seguramente nadie podría resistir tanto dolor y vivir. No había manera de que sobreviviera.

De hecho, sintió que la oscuridad lo envolvía. Que estaba tragándolo por completo. Trozo a trozo. Triturándolo por completo.

Volvió la cabeza de lado a lado, tratando de respirar. Alguien le había puesto las manos en el cuello, ahogándolo.

¿Era el doctor?

No podía concentrarse. No podía ver.

—¡Alto!

El grito le resonó en los oídos.

A continuación, tan rápido como había venido, el dolor lo abandonó, como un pájaro que sale disparado hacia el cielo sin ninguna razón. Se había ido.

Tenía la garganta completamente seca. Inclinó la cabeza para encontrarse con la mirada del médico. La preocupación estaba grabada en su frente mientras se bajaba la máscara del rostro.

—¿Cómo te sientes?

No fue sólo el pedacito más pequeño de sus colmillos el que mostró al hablar. Algo más brilló. La imagen de lo que había sido, se había ido tan rápido, que no pudo distinguirlo.

¿Era importante?

—Necesito agua —gruñó.

—¿No te apetece algo más?

—Sí —suspiró.

—¿Qué?

Build se lamió los labios cuando el recuerdo de la muerte de sus padres biológicos quemó a través de él. Incluso después de tantos años, el recuerdo estaba perfectamente intacto, como si hubiera ocurrido ayer.

Apenas con cuatro años y vestido con su pijama rojo de Barrio Sésamo, se había escondido debajo de la cama, mientras que el hombre que sus padres habían llamado amigo, los asesinaba sin piedad con una escopeta. Esos sonidos terriblemente violentos le fueron esculpidos para siempre en el corazón. Desde donde había estado, vio las botas negras de vaquero del hombre, que hacían que el suelo chirriara mientras buscaba en su cuarto. Aterrado, había visto el rastro de sangre por toda su alfombra rosa de princesa. Se había llevado su osito de peluche favorito hasta la boca y poco le faltó para no gritar y traicionar su escondite. Él se detuvo delante de su tocador y en el espejo había visto su rostro con total claridad. A la perfección.

Y cuando oyó las fuertes pisadas salir de su casa, había jurado una cosa.

Encontraría a ese hombre y lo mataría con la misma brutalidad con la que había asesinado a sus padres. Hasta hacerle rogar por una piedad que no tenía intención de otorgarle.

La venganza sería suya...

—¿Build? —El médico le obligó a mirarle—. ¿Qué más deseas?

—La garganta de Sundown Wichapas.

˗ˏˋ 21 BibleBuildˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora