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El Rey se sitúa a los pies del trono de hierro esperando a que Lady Lynesse se adentre.

Rhaenyra se sitúa en las primeras filas a un lado de la princesa Rhaenys y a su otro lado la Mano del Rey. No hace mucho dejo a Lyn sola tras ayudarla con el vestido y darle un besito de buena suerte.

Le dolía mucho lo que sucedía, pero prefería compartir a Lynesse que a perderla por completo. Perderla, ahora su mayor temor era perderla como a su madre. No le preocupaba que su padre pudiera tener un hijo varón y reemplazarla como heredera, le preocupaba que llevara a Lynesse a la muerte como lo hizo con su madre.

Unas trompetas suenan y con ello las puertas se abren dejando ver a Lynesse con su padre, Ormund Hightower.

Lynesse tenía acomodado su cabello en un recogido que dejaba caer su cabello suelto por su espalda pero que dejaba un soporte para la corona que le otorgarían luego de pronunciar los votos.

Su vestido blanco está hecho con las joyas más costosas y las telas más finas. El vestido inicial era muy escotado por lo que decidieron rellenar este escote con perlas y joyas en forma de flores pequeñas y detalles dorados que se unían con otros alrededor de su cintura. Usaba unos aros de oro y perlas que quedan colgando. Y, por último, la parte baja del vestido queda lisa sin hacer contraste con la parte superior.

El Rey sonríe viendo a su prometida y futura Reina. Sabía que realizo una buena decisión.

Lord Hightower deja a su hija entregándosela al Rey para luego hacer una reverencia e irse a su lugar junto a su tío.

El gran Septo les sonríe y Lynesse se da una media vuelta para que Viserys le pueda poner una especie de manta con el emblema de la casa Targaryen y bordados de esta con referencia a la antigua Valyria.

Unen sus manos y las envuelven en una tela con los colores de la casa Targaryen.

—Por la presente, proclamo solemnemente que Lynesse, de la Casa Hightower, y Viserys, de la Casa Targaryen, son un solo corazón, una sola carne, y una sola alma. Y maldito sea aquel que ose a interponerse entre ellos.

Tras las palabras del Septo y que este se aleje un poco, varios maestres especializados en la antigua Valyria traen lo esencial para una boda Valyria.

El vidriodragón corta el labio inferior de Lynesse y luego el del Rey, sus manos entrelazadas son separadas para luego hacer un leve corte y volverlas a juntar sin antes dejar caer un poco de la sangre en una copa de acero Valyrio.

Viserys es el primero en tomar la sangre de la copa y luego Lynesse quien no puede evitar mirar a Rhaenyra mientras traga la sangre con un poco de asco.

Quería correr en ese momento, pero las palabras del Rey la detienen.

—Prometo cuidarte y protegerte, Reina Lynesse.

Toma la corona de acero Valyrio con las piedras preciosas más costosas incrustadas en esta y la coloca con cuidado sobre la cabeza de su ahora esposa.

Viserys con cuidado toma a Lynesse de la mejilla para juntar sus labios en un beso algo doloroso, pues a la ahora Reina le dolía el labio inferior por el corte.

Muchos aplauden ante el acto y cuando ahora ambos Reyes miran a los Lord's y Lady's más importantes del reino se arrodillan ante ellos.

Y con eso la fiesta comienza, pasan al gran banquete donde todos se divierten, todos menos Rhaenyra, aunque en un momento se divertido, pero fue cuando pudo bailar con Lyn sin ser mal vista.

Reían juntas mientras paseaban de un lado a otro en una parte del baile.

—¿Y te está gustando tú boda? —pregunta la princesa.

The Queen -HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora