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Rhaenyra se queja, el dolor del parto es bastante. Lynesse sujeta su mano a su lado, siempre cuidándola en los partos al saber el miedo de su amada de tener el mismo destino que su madre.

Con su otra mano pasa el paño húmedo por u frente limpiándole el sudor, una de las sirvientas la ayuda a recibir a el bebé.

—Puje.

Rhaenyra hace fuerzas apretando sus dientes, Lynesse deja el paño a un lado para quitarle el cabello de la cara y atárselo en un moño alto improvisado.

—Otra vez.

—No puedo...

—Nyra, cariño, si puedes —anima Lynesse.

—¡Puje!

Los gritos y quejidos de Rhaenyra se hacen mucho más fuertes.

—¡La cabeza!

Y así es como nace un bebé, un varón. Se lo entregan a su madre quien le sonríe y me pregunta por su bienestar.

Lynesse con una mano abraza a Rhaenyra y con otra acaricia al bebé, la felicidad inundaba a ambas.

Amelia se adentra a la habitación para traerle noticas a su Reina.

—Princesa, felicidades por el varón. Majestad, el Rey viene en camino junto a sus hijos y nietos.

Lyn asiente y mira a Rhaenyra para dejar un beso en su frente.

—Felicidades, Nyra. Trajiste un hermoso bebé al mundo.

Las sirvientas ayudan a la princesa a sacar la placenta y luego a vestirse de manera apropiada.

Las puertas son abiertas y con eso entra toda la familia y unos cuidadores de dragón con un huevo para el bebé.

Laenor se acerca a abrazar a su hijo y lo mira bien feliz. Viserys se acerca a ver a su nieto con una sonrisa. Lucerys y Jacaerys hacen espacio en una mesa para que puedan poner el recipiente del huevo del dragón.

Los hermanastros de la princesa se sitúan uno al lado del otro esperando ver al bebé, los varones tranquilos y las chicas un poco inquietas, más Rhaella.

—¡Los 7 nos han bendecido! ¡Un varón! —exclama contengo el Rey.

—¡Madre!

—¡Quiero conocerlo! —chilla Lucerys mientras Aegon lo detiene de lanzarse contra su madre y hermanito.

Ambas hijas de la Reina toman la caja que traían para dejarla a un lado de su hermanastra.

—Hermana, trajimos regalos —sonríe abriendo la caja y mostrando juguetes de madera como también ropa de la mejor calidad traída del extranjero para el recién nacido —Y hay una espada, pero tío Damon la traerá para las festividades en honor a....

—Joffrey —dice Laenor con una sonrisa, al fin pudo ponerle el nombre de su amado a uno de sus hijos.

—Es un nombre...

—Común —Aemond interrumpe a Aegon ganándose malas miradas.

—Es un nombre hermoso, felicidades hija.

Lucerys empieza a saltar en el lugar y obliga a su hermano mayor para que habrá la tapa del contenedor donde está el huevo.

—Jace me dejo elegirlo, pero tome en cuenta las opiniones de todos. Aemond dijo que le diéramos a el bebé el huevo más grande para que tenga un dragón grande.

Lynesse pone sus manos en los hombros de su segundo hijo varón y le da una sonrisa.

—Fue muy amable de su parte.

—Gracias, su majestad —sonríe Jace.

Lucerys se acerca a su madre dando pequeños brincos.

—¿Puedo cargar a Joffrey? ¿Por favor?

Rhaenyra no le quería decir que no a su dulce niño, pero le preocupaba que pudiera dañar a Joffrey al ser muy inquieto.

—Mejor vayan a la posa de dragones, deben aprender Valyrio y crear un vínculo más unido con sus dragones así evitamos accidentes —dice Lynesse.

Jacaerys sale del lugar junto a Daeron, Aegon y Helaena. El Rey se sienta cerca de su heredera y toma de la mano a su hija menor.

Laenor toma en brazos a Luke al darse cuenta de que no iba a moverse del lugar. Aemond mira triste el lugar.

Rhaenyra mira a su hermano con una sonrisa, aunque parece una mueca por el dolor que siente en sus partes privadas por el parto.

—Ya tendrás un dragón, tarde o temprano.

—Pero ha pasado mucho tiempo.

—Cuando vayamos a Dragonstone puedes intentar reclamar un dragón, el segundo más grande es Vermithor, pero Ala de plata es bastante dócil según los historiadores. También puedes tomar algún huevo de dragón, es tú decisión.

—Y Askai puso una nidada hace poco —recuerda Rhaella tomando con cuidado a su sobrino en brazos, el pequeño mueve sus pequeñas manos en busca de abrigo —Los cuidadores dicen que fue el padre Sunfyre, pero creo que Askai los puso sola. Pero para ser breve, eres libre de tomar algún huevo para ti, hermano mayor.

—Muchas gracias hermanas, de verdad lo agradezco mucho.

Jacaerys se devuelve al notar que falta Aemond y Rhaella.

—Vamos, que el ultimo que llega tiene que ayudar a limpiar el baño de los dragones. ¿O quieres limpiar?

Aemond niega y corre detrás de Jace.

Viserys mira a su pequeña hija sentándola en su regazo.

—Cuéntale del sueño que tuviste, Ella.

—Soñé el sexo del bebé, también soñé que iremos a Driftmark pronto a ver a la familia porque estaban las gemelas en el sueño. Y creo que será pronto.

—Esperemos así sea, deseo ver a mis sobrinas —sonríe Laenor.

Rhaella al ver como Harwin Strong llega junto a Sir Joffrey deja al bebé en brazos de su madre y se retira sonrojada, pues no era un secreto que Ella ama a Sir Harwin o lo idealiza según Lynesse.

—Bueno, me retiro para organizar el torneo en honor a mi nieto —avisa el Rey.

Sir Joffrey felicita a el matrimonio para luego agradecer que hayan puesto su nombre al bebé en su honor. Sir Harwin se acerca bajo la mirada molesta de la Reina a cargar al bebé.

Tampoco es un secreto que la Reina y Sir Harwin no se llevan bien, muchos creen que es por el intento de Lord Mano en casar a Sir Harwin con la princesa Rhaella, pero Rhaenyra sabe que es porque Harwin puede arruinar la vida perfecta que Lynesse ha armado para su familia, pues el caballero no sabe disimular sus preocupaciones por sus hijos.

—Nuevamente los genes Baratheon y Arryn son fuertes —empieza la Reina, ha hecho lo mismo desde el nacimiento de Jacaerys —Pero tiene la belleza de un Valyrio, y tendrá la fuerza de uno.

Se quedan en un silencio incomodo a lo que Sir Joffrey trata de aliviar el ambiente, pero no se logra.

Amelia vuelve adentrarse a la habitación para hablarle a la Reina y ahora la celosa es la princesa.

The Queen -HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora