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Los aposentos del rey son muy sombríos a pesar de la hora del día debido a que este no puede tolerar ver mucha luz. La reina Lynesse les explica de una manera más detallada la situación del rey, como ha empeorado su enfermedad y como solo le pueden administrar leche de amapola para tenerlo en una estado algo inconsciente y no sufra tanto.

—Veo que la maqueta sigue en construcción —nota Daemon mientras agarra la mano de Lyn —¿Rhaella?

—Junto a Aemond lo acomodan en una de las sillas para que cambia de lugar y mientras mi hijo le lee, Rhaella limpia y continua con la maqueta. Mi niña me ha ayudado mucho en estos años, ha aprendido como ser una buena consorte para cuando se case con Jacaerys.

Rhaenyra los ignora un poco y abre las cortinas con delicadeza, su padre está sobre la cama soltando pequeños quejidos y se ve algo molesto por la luz que se posa en su cara.

—¿Padre?

—¿Aemma? —murmura confundido —¿Ya es hora?

—No, padre. Soy Rhaenyra.

—Rhaenyra —una débil sonrisa se forma en el rostro del rey —Mi heredera.

—Estoy con Daemon y Lynesse.

—¿Daemon? Daemon —mira a su hermano menor que mantiene un poco su distancia al estar impactado.

—Ayúdame —pide.

Entre los tres lo ayudan a acomodarse y para que pueda hablar.

—Ha pasado un tiempo.

Lynesse toma la copa de oro y le hace beber al rey para que sus dolores se calmen un poco y puedan conversar.

—¿Recuerdas lo que te dije sobre Lord Corlys, esposo?

—Ah, sí. Manden mis condolencias a mi prima, es difícil perder a la persona que amas.

—La Serpiente Marina todavía vive, está gravemente herido, pero vive —actualiza Daemon.

—¿Entonces por qué debo declarar a Lucerys como heredero de Driftmark? ¿Lyn?

El rey estaba muy confundido, su esposa y sus hijos de esta le han comentado un poco de lo que sucede en el reino. Helaena y Daeron han sido los únicos a los cuales les ha podido entender más al ser neutrales. Lynesse le cuenta las cosas y le dice como debe actuar para no poner en peligro a la familia, Aegon le cuenta las cosas entre bromas de diferentes gustos para tratar de sacarle una sonrisa, Aemond es muy serio y al estar estudiando educación marcial con Sir Kevan siempre su solución es una guerra, y Rhaella le habla de que los casamientos son una buena solución para prevenir conflictos como su compromiso con Jacaerys.

—Aemond se está uniendo hombres para ir a ayudar, creo que podrá ganar la guerra como una vez tú lo hiciste, hermano.

—Viserys —trata de que se concentre su esposa —Recuerda que Sir Vaemond hizo una petición para decidir la sucesión de Driftmark y el heredero al trono de Driftwood.

—Cancélala —les responde —Rhaenys me dijo que Rhaena se casará con Lucerys, estoy muy feliz con eso.

—Lord mano ya ha reunido a todos, padre. Ha declarado que tu salud no es la mejor por lo que como segundo al mando él debe tomar las decisiones que tu deberías tomar.

—Pero declaré a mi esposa.

—Tiene un documento firmado por ti.

—No recuerdo firmarlo.

—Entonces es traición —declara la reina —Aprovecharemos la reunión para ejecutar un castigo.

El rey asiente estando de acuerdo. Empieza a toser un poco por lo que Lyn le da más leche de amapola.

—Padre, queremos presentarte al príncipe Viserys —cambia el tema Rhaenyra, unas nodrizas traen a los bebés Targaryen y la princesa toma a su hijo menor en sus brazos —Ese es Aegon, ha crecido desde la última vez. Y este es Viserys.

Daemon deja una caricia en la cabeza de su hijo menor y Lynesse se escabulle para agarrar en sus brazos a Aegon el menor y besar sus mejillas, el pequeño sonríe abrazándose a su reina.

—Viserys —trata de acariciar con cuidado al infante —Ese es un nombre digno de un rey.

—Rhaenyra ha sido muy bendecida por la madre, esposo. Me... Le ha traído más niños a la corona.

Los pequeños se empiezan a impacientar un poco y Viserys a sentir mal, por lo que entregan los niños a las nodrizas para que se retiren y Lynesse le da más leche de amapola a su esposo hasta que cae dormido.

Se van a sentar a la sala de estar de la reina donde los regalos para los infantes son la fascinación de estos. Sin ningún pudor, Lynesse se sienta en el suelo junto a sus nuevos hijos y empieza a jugar con ellos. Ya estaba ansiosa de conocer al próximo bebé de su amada.

—Le escribiré al maestre Gerardys para que venga a dar su opinión —dice Rhaenyra tomando la mano de Daemon que está sentado en una silla mientras la princesa está de pie.

—El gran maestre ha hecho todo lo posible por el rey, pero si quieres escribirle a él maestre Gerardys hazlo. De igual modo será bueno que este por aquí para cuando des a luz.

—¿Qué castigo le darás a Otto?

—Tendremos dos ejecuciones, querido —le da una pequeña sonrisa que se ensancha al notar como el príncipe sonríe con diversión maligna —Sir Vaemond y Sir Otto deberán conocer el filo de la espada del ejecutor real.

—Podría hacerlo yo —sugiere Daemon.

—Como gustes.

Toma en sus brazos a el bebé Viserys notando que su cabello platinado tiene un poco de rulos dorados muy hermosos.

—Mis niños han sido bendecidos con la belleza valyria. Muchas damas querrán su atención en el futuro. Quizás puedas comprometer alguno con la heredera de Dorne.

—Mis hermanos son más aptos para la heredera de Dorne, quizás Aegon para que sea catador de vinos allí.

Lynesse ríe haciendo sonreír a Rhaenyra.

—Se está esforzando para tener un lugar en tu corte, ha aceptado conocer a algunas doncellas para que luego las conozcas y veas quien es digna para él. Te admira mucho, Nyra.

—Es mi hermano pequeño, por supuesto que me admira.

***

Rhaella le cuenta todo lo que ha sucedido en Desembarco a su prometido mientras están bajo el Arciano. La princesa juega con las manos de Jacaerys mientras le sigue contando un sin fin de cosas y el príncipe solo la escucha con una sonrisa.

—¿Por qué Jace tiene cara de tonto cuando ve a Ella? —pregunta Joffrey en brazos de Aemond.

Ambos príncipes junto a lady Rhaena miran a los futuros esposos desde un balcón.

—Porque es un tonto.

El niño ríe bajándose de los brazos de su tío para correr al bosque de dioses y molestar a su hermano mayor interrumpiendo la pequeña cita de los mayores.

—Jace se quejará con la reina —comenta Rhaena a su primo —Te castigarán.

—No, soy el hijo perfecto.

—Con Daeron cerca, lo dudo.

Empiezan caminar por los pasillos en busca de algo que hacer.

—¿Has hablado con tu abuela?

—Un poco, dice que no apoyará a Vaemond, pero sé que es muy orgullosa para admitirlo ante mi padre o Rhaenyra. Cree en los rumores de que mis padres mataron a su hijo para poder casarse.

Aemond hace una mueca a lo que Rhaena se molesta.

<<¿En serio?

—Es muy probable que ellos sean los que mataron a Sir Laenor y Sir Joffrey, quizás no directamente, pero le ofrecieron dinero al tipo que lo hizo.

Rhaena lo deja caminando solo, sus padres nunca harían eso, quiere creer.

The Queen -HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora