The Queen -HOTD

30

Después de años, Lynesse vuelve a ver a Syrax de cerca. La dragona de escamas amarillas emite un sonido de ronroneo al verla, ansiosa por que la acaricie.

—Calma, Syrax. Asustaras a Lyn.

—Hace mucho que Syrax no me asusta, aunque sé que siempre debo tener cuidado —dice Lynesse habiendo entendido lo que Rhaenyra dijo.

—¿Continuaste con las clases de valyrio?

—No, solo se algunas palabras que los cuidadores de dragones dicen.

Quedan en frente de la dragona y Rhaenyra la acaricia primero para controlar su emoción, luego Lyn posa su mano en sus escamas y la dragona acerca su hocicó hacia ella para poder sentir mucho mejor su aroma. Tanto jinete como dragón aman el olor que emana la reina.

A lo lejos Daemon empieza a volar en Caraxes junto a Joffrey, y los demás dragones lo empiezan a seguir. Todos - a excepción de Joffrey, Lucerys y Lynesse- portando un traje de montar de color negro y rojo, aunque cada uno con detalles únicos. Los hermanos Velaryon (solo que no Jacaerys ya que al ser el heredero de su madre se identifica mucho más con la casa Targaryen que con la Velaryon a diferencia de sus hermanos) utilizan un traje de montar de un color plateado con el azul Velaryon, y en el pecho el emblema del caballo de mar. Y Lynesse usa un traje parecido al de Rhaenyra, solo que las piedras incrustadas en vez de ser rubís son esmeraldas para demostrar de manera mínima que todavía recuerda lo que es ser una Hightower de nacimiento.

Los capas blancas gemelos se acercan para ayudar a la reina a subirse al dragón empujándola un poco y luego manteniendo la distancia para evitar ser comidos por la dragona. Rhaenyra abraza a su amada por la espalda y agarra con fuerzas las riendas para que Syrax empiece a caminar hacia afuera de pozodragón y emprenda vuelo viendo a los demás dragones.

Cuando el vuelo empieza a ser más estable se relajan un poco para comenzar a charlar.

—¿Syrax ya ha puesto otra nidada para el bebé?

—Pronto lo hará. Quizás le cueste un poco al tener que estar en estas cuevas artificiales de pozodragón y no en las de montredragón.

—Se acostumbrará a la capital nuevamente, tú igual lo harás.

—Daemon cree que pronto seré reina por lo que debemos quedarnos aquí de manera permanente.

—Creo que es lo mejor, el maestre Gerardys me dijo que... —guarda un poco de silencio viendo la luna para reunir un poco de aire que sentía que le faltaba para dar la noticia —Viserys no duraría más de una semana.

—Lo sé, ya me lo dijo. Pensé que no me lo dirías tú.

—No sé cómo sería mi vida sin tu padre, lo amo a mi manera. Y cuando me case contigo y Daemon, habrá rumores sobre la paternidad de mis hijos. Ya han señalado a Aemond y Rhaella, tú padre incluso menciono el parecido de Daeron a Daemon cuando era joven.

—Es normal entre Targaryen's parecernos, Aemond de pequeño parecía más mi hijo que tuyo al igual que Helaena. Al igual que tú no has permitido que llamen a mis hijos bastardos, no dejaré que llamen a los tuyos bastardos.

—Tus hijos son mis hijos, Nyra. Ya te los robé hace muchos años —recuerda entre risas a lo que Rhaenyra deja un beso en su nuca —No aquí, es peligroso.

—Nadie nos puede ver, y los niños ya saben un poco sobre nosotras.

—Joff está un poco confundido, cree que yo soy su madre de manera biológica junto contigo.

—Me gusta pensar como él. Me hubiera encantado haber sido hombre o que tú lo fueras para poder estar juntas y tener hijos biológicamente de las dos.

—El mundo no podría con tanta belleza y grandeza, amor.

Pasan el resto del vuelo compartiendo un par de besos tiernos y palabras llenas de amor hacia la otra.

Por otro lado, el maestre Gerardys revisa con mucha pena el cuerpo inerte del que fue el rey Viserys Targaryen. El gran maestre Orwyle empieza a escribir las cartas en conjunto con sus aprendices para enviarlas una vez la reina Viuda de la orden.

Tyland Lannister camina junto con Lord Ormund en los pasillos oscuros de la fortaleza roja. Venían de una visita hacia la antigua mano del rey para poder despedirse debido a que este seria ejecutado al no tener a nadie que peleara por él en un juicio por combate ante la fe.

—¿Coronaremos al príncipe Aegon o nos arrodillaremos ante la princesa Rhaenyra? —pregunta en un susurro el consejero naval —Mi hermano ha dejado la decisión del apoyo de mi casa en mis manos.

—No quiero ganarme el odio de mi hija, Tyland. Lo mejor es ayudar a la princesa Rhaenyra en su reinado, por más que me duela será mucho más fácil mantener la sangre pura. ¿Has escuchado lo que dicen sobre los hijos de nuestras hijas? ¿El dicho?

—"Hijos de mi hija, mis nietos serán, hijos de mi hijo, en duda estarán" —repite —¿Nombrarás a la princesa Helaena como próxima lady de Antigua?

—Por más que la ame a mi dulce niña, es muy débil. Daeron será quien una a la fe de los siete con la corona.

Se detienen en una de las ventanas viendo hacia pozodragón como los dragones empiezan a descender y los carruajes a volver a la fortaleza.

—La reina Lynesse se derrumbará al saber de la noticia, siempre ha amado al rey Viserys.

—Mi hija siempre tan devota —suspira con una sonrisa triste —Debemos ser sutiles con la princesa Rhaenyra, ya le encargué a Lord Beesbury de que buscará la corona del conquistador y tuviera a mano la del rey Jaehaerys, así podrá elegir.

De las sombras aparece Lord Larys Strong, fiel sirviente de la reina Lynesse.

—Mi reina ha mandado a hacer hace mucho una corona especial para la princesa Rhaenyra, es de acero valyrio, unos pocos zafiros y muchos rubís —comenta —La corona está guardada junto a los tesoros de la corona.

Al ser de noche y las calles mucho más desiertas los carruajes no demoraron en llegar al patio de la fortaleza. Los hombres bajaron a recibirlos llenos de angustia al tener una idea de lo que sucedería.

La reina junto a la princesa tienen una enorme sonrisa en sus rostros, los hombres probablemente pensando en la gran amistad que tienen y no en el amor que sienten por la otra.

Lynesse al darse cuenta de que su padre está despierto tan tarde se acerca preocupada.

—¿Padre? ¿Qué sucede? Es muy tarde para que estés fuera de la cama, hace algo de frío ahora que el invierno está cada vez más cerca.

Los maestres aprendices del gran maestre mantienen su distancia y el gran maestre duda en cómo actuar. Tenía ordenes de Otto Hightower de coronar a el príncipe Aegon, no a la princesa Rhaenyra, pero ahora Lord Ormund estaba traicionando la causa para acabar con la casa del dragón.

El maestre Gerardys se acerca a Rhaenyra como su fiel sirviente que es con un rostro lleno de pena hacia ella.

—Majestades —da una leve reverencia —Lamentablemente mis predicciones eran correctas, el rey Viserys ha muerto hace unas pocas horas. El cuerpo todavía está en los aposentos reales para que se puedan despedir antes de que las hermanas silenciosas entren a hacer su trabajo.

Algunos dicen que la reina Lynesse colapso al enterarse de la muerte de su esposo debido a la pérdida de poder y su posición como consorte real, aunque estos solo fueron rumores que de una manera nunca antes vista por los 7 reinos la reina Lynesse se mantuvo en el poder como consorte. 

<3

Nuevo capítulo tras un tiempo, no sabia como terminarlo para poder llegar al reinado de Rhaenyra, aunque habrán unos pocos problemas.