Las noticias corren rápido, por lo que hay que trabajar rápido.
Lynesse carga a Helaena esperando a que deje de llorar, al parecer su estado de ánimo se conectaba con el bienestar de su padre.
Amelia entra a los aposentos de los reyes y da una reverencia.
—Sir Criston, majestad.
La Reina se levanta de su lugar y entrega a su hija a una nodriza, deja un beso en su mejilla y ve cómo se la llevan. Sir Criston se adentra a los aposentos a lo que Lynesse se sienta en la mesa llena de cartas y papeles que debía ponerle atención, pero había algo que le preocupaba mucho en ese momento.
Amelia cierra la puerta dejándolos a solas.
—Sir Criston, lo mande a llamar para hablar de un tema muy importante y delicado.
El miedo llega al caballero de capa blanca.
—Soy su sirviente, como siempre, mi reina.
—Es sobre la querida princesa Rhaenyra. Por favor, tome asiento le señala una de las sillas que están en frente de ella en la mesa.
El caballero acata la orden y deja su casco sobre la mesa y la espada apoyada en esta.
—Usted es su fiel protector y es leal a ella.
—Si.
—Hace poco se cuestionó se cuestionó la virtud de la princesa, porque uno de los informantes de Sir Otto comento que se le vio con el príncipe Daemon en un burdel. Por obvias razones es un asunto muy preocupante. Y usted al ser cercano a ella me hace preguntarme si sabe algo acerca del tema. Se que se pueden cometer errores y eso está bien, hay que aprender de estos, pero solo me preocupa el bienestar de la princesa. Ella es muy cercana a mí y...
—Sí sucedió, majestad.
Lynesse lo mira atenta.
<<El pecado del que habla. Yo lo cometí. Por su insistencia, es cierto, pero eso no debería... No es excusa. He roto mi juramento. He quebrantado mi honor. No merezco consideración. Pero si, como Reina clemente, se compadece de mí, solo puedo pedir esto. Más que castrarme y torturarme, condéneme a muerte.
La Hightower se queda en silencio, ya sabía que no se podía confiar del todo en el caballero, al menos Rhaenyra no debería confiar en él.
—Gracias por su honestidad, Sir Criston. Como este asunto no puede quedarse sin algún castigo ordenaré que se le castre de una manera rápida y que sea indolora, aunque no debe decirle a nadie más sobre el tema.
—Gracias, su majestad.
—Puede retirarse.
Ve como el guardia se retira a lo que entra Amelia a verla. Ella escribe rápidamente la orden de castrar al caballero y se la entrega a su sirvienta.
—No quiero ninguna palabra o rumor de esto, Amelia.
—Por supuesto, majestad.
Los planes de la Reina se veían rotos, quizás por culpa de Daemon Targaryen, de la princesa Rhaenyra o de Sir Criston, pero sus planes estaban rotos de cualquier manera.
No podía protegerse a sí misma y a sus hijos, y a Rhaenyra a la vez. Tenía que pensar más rápido, planear más rápido.
***
El día de la boda llego, y la Reina al parecer no tenía intenciones de aparecer.
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The Queen -HOTD
FanficLynesse al casarse con el rey de los 7 reinos puede terminar perdiendo más de lo que gana, puede perder a Rhaenyra por culpa del juego de su tío abuelo Otto Hightower. ¿Podrán destruir el juego? ¿O crearan uno propio?