26

280 27 0
                                    


Tras el nacimiento del bebé Viserys, Daemon y Rhaenyra se encerraron en Rocadragón para poder cuidar de sus hijos más pequeños tomando distancia con la capital. La reina Lynesse solo los pudo ir a visitar tras el nacimiento del último integrante de la familia gracias a que Rhaella la llevo en su dragona a la isla para poder estar junto a la otra parte de la familia, luego de eso solo han compartido cartas.

Un nuevo embarazo, esa era la noticia que recorría por los 7 reinos, como la fertilidad de la princesa heredera Rhaenyra era una bendición de los dioses.

La princesa observa la sala donde su familia está pasando el rato, Rhaena le enseña unas pocas palabras en valyrio a su hermano Joffrey que quería aprender valyrio junto a Jacaerys, pero este insistía en tomar las clases solo con el maestre. La ausencia de Baela se hace notar un poco, pero su presencia en Drifmark junto a la princesa Rhaenys es primordial para que mantenga al tanto a el resto de la familia.

Rhaenyra corrige a su hijo para tratar de ayudarlo en sus clases, le recuerda cuando su amada reina Lynesse intento aprender valyrio para poder conversar con ella y Daemon como también con los niños, pero sabe que tuvo que dejar las practicas cuando tuvo que tomar asiento en el trono ante la ausencia de Viserys.

Daemon se adentra con sus ropas de montar en silencio mirando a su esposa.

—Déjenos —pide Rhaenyra en un tono autoritario.

Mientras las personas dejan la sala de la mesa pintada, lee lo que trae la pequeña carta reconoce por la letra fue enviada por Baela. Posa una mano en su vientre preocupada mientras mira a su esposo.

—Piensa en poner en tela de juicio la legitimidad de Luke. Por ende, la de Jace, y por ende mi reclamo al trono.

—A Vaemond solo le importa Driftmark y el linaje Velaryon —recuerda Daemon —No nuestras políticas. ¿Se ha aliado con Otto Hightower?

—Es lo que temía, Lyn ha asegurado que los Hightower no desean coronar a Aegon sabiendo que la boda de Jace y Rhaella está muy cerca.

—Hemos descuidado a Lyn, Rhaenyra.

—Nunca nos traicionaría, ha hecho todo para evitar una guerra por lo que no tirara sus esfuerzos a la basura solo porque no nos hemos visto tanto en estos últimos dos años.

—Hay que recordárselo. Una simple visita a sus aposentos y se le pasará cualquier enojo —ríe Daemon sabiendo que Rhaenyra concuerda —Ella también mando una carta.

De su bolsillo saca otro papel, pero este tiene el sello real y no el personal que usa para hablar con ellos.

Rhaenyra lee de manera rápida, es una carta que probablemente se escribió en el consejo.

—Una citación para el juicio —pone la carta contra la luz y deja pasar un poco de tiempo notando como se puede leer otras palabras —Y Rhaenys volvió a la corte. ¿Apoyará a Vaemond?

—No. A pesar de nuestros desacuerdos, ella no es tan cruel... o tan estúpida.

—¿Desacuerdos? Ella cree que matamos a su hijo para poder casarnos.

—Sí. Y aun así tomó a Baela bajo su tutela, y se mostró complacida ante el compromiso de Luke y Rhaena.

—Para honrar la memoria y sangre de Laena, no por amor a nosotros.

—Veamos que nos dice Lyn, al parecer sigue de nuestro lado.

—Será mi consorte, debe estar de mi lado —Rhaenyra sonríe a lo que Daemon niega divertido.

—El plan es que se case conmigo, no contigo.

—Bueno, no te decepciones cuando te rechace para casarse conmigo.

Ambos ríen ante su pequeño juego sabiendo que Lynesse tras un tiempo de la muerte de Viserys se casará con los dos.

***

La reina les grita a todas las personas que están en la corte para que tengan todo perfecto para la llegada de su familia restante. La princesa Rhaella trata de ayudar a su madre para ignorar la emoción de volver a ver a su prometido.

—Las banderas están chuecas —regaña a la servidumbre que ha acomodado mil veces las banderas del patio.

Lord Caswell se acerca algo asustado para darle las noticias.

—El barco y los dragones llegaron, majestad —le informa —En cualquier momento llegan los caballos y carruajes.

La orden de que todos los hijos de la reina estén presentes fue dada, el primero en llegar fue Daeron junto a Lord Hightower que vinieron para estar junto a la reina por un tiempo. Aemond y Helaena vienen juntos, la princesa con una ardilla en sus manos y el príncipe cargando las espadas que se les regalaría a sus sobrinos y prima.

Aegon fue el último en llegar, pues se había tardado toda la mañana en arreglarse para verse digno de un puesto en la corte. Todo con la excusa que el catador de vinos de la futura reina debe ser un hombre de lujos.

Las puertas son abiertas dejando que los carruajes entren junto a los caballos. Daemon entra con un aire de grandeza con su cabello hasta los hombros, seguido viene Jacaerys que se nota mucho más relajado, pero al ver a Rhaella rápidamente se baja del caballo rompiendo protocolo para ir a abrazarla. Lucerys se ve algo miedoso en el caballo, con duda de su propia posición, aunque trata de ocultarlo.

—La princesa heredera Rhaenyra Targaryen, y su esposo el príncipe consorte Daemon Targaryen acompañados de los príncipes Jacaerys, Lucerys y Joffrey Velaryon, los príncipes Aegon el menor y Viserys Targaryen junto a Lady Rhaena.

Las puertas del carruaje se abren y Rhaenyra es ayudada por su medio-hermano Aegon para bajarse.

—Hermana, te ves hermosa. Todos los embarazos te hacen aún más hermosa, eres como una diosa valyria que camina con nosotros los simples mortales —elogia Aegon para ganarse su favor y ser su catador de vinos real.

Rhaenyra ríe por las ocurrencias de su hermano y le agradece. Se acerca a Lynesse quien la abraza con cuidado y luego pone una de sus manos en su vientre.

—Espero que el viaje no haya sido muy pesado. Tus aposentos siguen siendo los mismos, deberías ir a descansar.

—Estoy bien, quiero ver a mi padre.

—Por supuesto, los acompaño.

The Queen -HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora