Lucerys llora abrazado a su tía Rhaella, han pasado un par de meses desde la muerte de su padre y unos pocos desde el casamiento de Rhaenyra y Daemon.
—Extraño a mi padre, Ella. Me da miedo perder a las personas que amo.
—Todo estará bien, Luke, lo prometo.
—¿Por el dedito?
—Por el dedito.
Ambos enganchan sus dedos meñiques para luego seguir mirando las flores.
—¿Cuáles son tus favoritas? —pregunta Lucerys para luego decirle a su hermano.
—No sé, nunca lo he pensado. Creo que me gustan todas.
Lucerys la mira algo molesto, ¿qué clase de respuesta debía darle ahora a su hermano?
—¿Qué?
—Quiero comer pastel de limón.
Se levanta de la banca de piedra y agarra su caballo de madera para irse a las cocinas.
Rhaella se queda un momento sola para luego empezar a caminar por el jardín, mira con un poco de asco a los insectos y se aleja del lugar, ya aprendió que si mataba a alguno y Helaena se entera ella podría llorar cosa que no quiere que suceda.
Daemon mira a la princesa que podría ser su hija desde la distancia, duda sobre si acercarse o no. Al final opta por acercarse al verla acercarse a una barandilla de piedra que da vistas al mar.
—Princesa.
—Príncipe, Daemon.
—Es un día bastante lindo, ¿no cree?
—Lo es, quizás madre haga que los pintores empiecen con los retratos familiares.
—¿Retratos familiares?
—Cada que puede ordena que hagan nuevos, los pintores siempre tienen trabajo y las paredes siempre tienen cuadros. ¿Ha escuchado sobre los rumores de que será la nueva mano del Rey?
—Si, pero por el momento son rumores.
—Y lo seguirán siendo.
Daemon la observa un momento, ¿no le cae bien a la princesa?
—La Reina me conto sobre sus visiones...
—Genial —interrumpe molesta, mira el agua mientras ve un bote, pero en realidad el bote no está allí —Mi madre contándole a todo el mundo sobre mis visiones, al menos padre los considera como unos dones.
—¿Usted no?
—Me gustaría poder dormir bien, sin escuchar nada.
A lo lejos ven a las mellizas paseando junto a la Reina, Rhaella bufa molesta.
—Me he dado cuenta de que no le agradan mis hijas, ¿se puede saber el por qué?
—Con todo respeto, ustedes son extraños para mí y lo que conozco son historias, y visiones con agujeros.
—No le agradamos.
—No me gustan los cambios, mucho menos tener menos atención de la que ya tenía.
—Entonces está celosa.
—No, estoy molesta. No me puedo casar con quien quiero, pero no puedo celar a mi prometido, no lo entiendo.
Daemon suelta una pequeña risa, vaya que Rhaella es todo un caso.
—¿Qué es tan gracioso?
—Me recuerdas a mi tía Saera, pero también a Viserra.
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The Queen -HOTD
Fiksi PenggemarLynesse al casarse con el rey de los 7 reinos puede terminar perdiendo más de lo que gana, puede perder a Rhaenyra por culpa del juego de su tío abuelo Otto Hightower. ¿Podrán destruir el juego? ¿O crearan uno propio?