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Tiembla Honolulu.

Era una mañana común para Danny Williams mientras realizaba su ronda como detective. Había tenido un desayuno rápido y ahora estaba haciendo patrullas junto a su compañero, Meka. Sin embargo, en los últimos días, Danny había notado algunos cambios en sí mismo. Se sentía más hambriento de lo normal y había subido algunos kilos. Meka, siempre observador, no tardó en mencionarlo.

"Danny, ¿has notado que últimamente estás comiendo más? Y no quiero sonar ofensivo, pero parece que has ganado algo de peso", dijo Meka mientras ambos caminaban hacia su auto después de resolver un caso.

Danny frunció el ceño, sintiéndose un poco ofendido. "Gracias por el cumplido, Meka. Tal vez sea solo estrés o algo así."

Antes de que pudieran continuar con la conversación, recibieron una llamada para arrestar a un sospechoso en un caso que llevaban investigando. Llegaron al lugar, y después de una breve confrontación, lograron arrestar al criminal. Mientras lo esposaban, el hombre observó a Danny con una mirada astuta.

"Detective, ¿alguna vez ha considerado que podría estar embarazado?", dijo el sospechoso con una sonrisa burlona.

Danny lo miró con incredulidad. "¿De qué demonios estás hablando?"

El criminal se encogió de hombros. "Mi pareja tuvo los mismos síntomas cuando estaba embarazada. Mucha hambre, aumento de peso... Solo digo."

Danny lo mandó a callar, molesto por el comentario. Sin embargo, las palabras del criminal quedaron en su mente. Después de terminar con el papeleo y dejar al criminal en custodia, decidió tomar un pequeño desvío antes de regresar a casa.

Entró a una farmacia cercana y, con cierto nerviosismo, compró una prueba de embarazo. Se sentía ridículo por siquiera considerar la idea, pero algo en su interior le decía que necesitaba saber la verdad.

Una vez en su apartamento, Danny se dirigió al baño y se dispuso a realizar la prueba. Esperó los minutos más largos de su vida, sintiendo cómo la ansiedad crecía en su pecho. Finalmente, miró el resultado.

El test mostraba dos líneas.

Danny se quedó mirando el test, incrédulo. No podía creer lo que veía. Las palabras del criminal resonaban en su mente, y ahora, con el resultado en sus manos, la realidad comenzaba a asentarse.

"Estoy... embarazado", murmuró para sí mismo, tratando de asimilar la noticia. Miles de pensamientos se arremolinaban en su mente. ¿Cómo se lo diría a Steve? ¿Qué significaba esto para su vida y su carrera?

Necesitaba hablar con alguien, pero primero tenía que procesar lo que acababa de descubrir. Se sentó en el borde de su cama, sosteniendo la prueba en su mano, sintiendo cómo su mundo cambiaba radicalmente con cada segundo que pasaba.

Al día siguiente, Danny se encontraba nervioso, fue hacia el cuarto que usaban de oficina,Steve recién habían vuelto de una misión, el estaba todavía abrumado por el descubrimiento. Trató de mantener la compostura, pero sus pensamientos estaban distraídos. Sabía que no podía ocultar esto por mucho tiempo y que necesitaba hablar con Steve lo antes posible.

Steve notó que Danny estaba inusualmente callado y preocupado. Decidió confrontarlo en su oficina.

"Danno, ¿estás bien? Has estado raro todo el día", dijo Steve, cerrando la puerta para tener un poco de privacidad.

Danny respiró hondo, sabiendo que había llegado el momento. "Steve, hay algo que necesito decirte. Es... algo grande."

Steve frunció el ceño, preocupado. "¿Qué pasa, Danny? ¿Estás en problemas?"

Danny negó con la cabeza. "No es eso, Steve. Es... algo personal." Sacó la prueba de embarazo de su bolsillo y se la mostró a Steve. "Hice esto ayer. Y... salió positivo."

Steve miró la prueba, luego a Danny, y de nuevo a la prueba, incrédulo. "¿Estás diciendo que estás...?"

"Embarazado, sí", confirmó Danny, su voz temblando ligeramente. "Sé que suena loco, pero es real. Estoy esperando un bebé."

Steve se quedó en silencio por un momento, asimilando la información. Finalmente, una sonrisa se formó en su rostro. "Danno, esto es... increíble. Es una locura, pero es increíble. Vamos a ser padres."

Danny soltó una risa nerviosa, sintiendo cómo la tensión comenzaba a desvanecerse. "Sí, vamos a ser padres. No tengo idea de cómo vamos a manejar esto, pero..."

Steve lo interrumpió, tomando sus manos. "Lo manejaremos juntos, como siempre. Esto no cambia nada entre nosotros, solo hace que nuestra vida sea aún más interesante."

Con una mezcla de nerviosismo y emoción, Danny asintió. "Sí, lo haremos juntos."

Embarazo McGarretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora