VII

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Honolulu tiembla.

El aire en el este de Basora era denso y cálido, impregnado del aroma del polvo y la tensión que siempre acompaña a las misiones en zonas de conflicto. Steve McGarrett se encontraba sentado junto a su maestro y mentor, Joe White, mientras su pelotón tomaba un breve descanso. Los hombres charlaban en voz baja, manteniendo la guardia alta a pesar de la pausa.

Steve sacó una pequeña fotografía del bolsillo de su uniforme, la cual mostraba a Danny, su amado esposo. Observó la imagen con una sonrisa nostálgica y anhelante. Joe, notando el gesto, se acercó y le dio una palmadita en el hombro.

"¿Ese es el famoso Danno del que siempre hablas?" preguntó Joe, con una sonrisa. "Déjame echar un vistazo."

Steve le mostró la foto y comenzó a hablar con entusiasmo. "Sí, Joe. Este es Danny. Lo conocí cuando era detective en Nueva Jersey. Nos encontramos por primera vez durante una operación conjunta; yo estaba buscando al mismo criminal que él. Al principio, chocamos mucho, pero... bueno, las cosas cambiaron."

Joe observó la foto mientras escuchaba, notando el brillo en los ojos de Steve al hablar de Danny. "¿Y cómo es que terminó en Hawái contigo? Pensé que estaba firmemente arraigado en Jersey."

Steve suspiró, guardando la foto con cuidado. "Dejó todo por mí, Joe. Sabía que con mis permisos cortos y la distancia, no podíamos mantener una relación a largo plazo si él se quedaba allí. Así que se mudó a Hawái, para que pudiéramos estar juntos. No sé cómo lo hizo, pero... bueno, estoy agradecido."

Joe asintió lentamente, comprendiendo el sacrificio y la dedicación que implicaba esa decisión. "Debe ser un tipo excepcional, Steve."

"Lo es. Y... hay algo más. Estamos esperando un bebé," murmuró Steve, casi con timidez, como si fuera un secreto preciado.

Joe levantó una ceja, sorprendido y a la vez complacido. "¿Un bebé? Vaya, eso es una gran noticia, Steve. Estoy feliz por ti."

Steve sonrió ampliamente, casi como un niño que acaba de recibir el mejor regalo de su vida. "Sí, aún me cuesta creerlo. Danny ya está de cinco meses. Me hace mucha falta, Joe. Pero saber que estoy formando una familia con él me da fuerzas para seguir adelante."

Joe se recostó contra la pared, mirando a Steve con una mezcla de orgullo y afecto. "Te ves como un bobo enamorado, hijo. Tu madre estaría muy orgullosa de ti, siempre quiso que encontraras a alguien que te hiciera feliz y te mantuviera en el buen camino."

Steve asintió, emocionado. "Eso espero, Joe. Y tener a Danny a mi lado... eso lo hace todo posible."

El pelotón comenzó a prepararse para continuar con la misión, y Steve guardó la foto de Danny con cuidado en su bolsillo. Se levantó, listo para seguir adelante con la tarea que tenían por delante. A pesar del peligro y la distancia, el pensamiento de Danny y su futuro hijo le daban la fortaleza necesaria para enfrentar cualquier cosa.

Mientras avanzaban, Joe se quedó un momento observando a Steve. En su mente, no cabía duda de que Jhon McGarrett podia estar tranquilo, sabiendo que su hijo no solo era un excelente SEAL, sino también un hombre que estaba construyendo una familia llena de amor y dedicación.

Con una sonrisa silenciosa, Joe se unió al resto del pelotón, llevando consigo la certeza de que Steve McGarrett estaba en el camino correcto, tanto en la misión como en la vida.

Embarazo McGarretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora