XI.I

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Tiembla Honolulu

Steve se mantuvo en las sombras mientras seguía a Danny de regreso a casa. Una vez dentro, Danny parecía estar más relajado, como si toda la tensión se hubiera evaporado. Sin embargo, para Steve, la intriga seguía creciendo.

Decidido a abordar el asunto de una vez por todas, Steve esperó hasta que Danny se metió en la ducha antes de revisar su teléfono en busca de pistas. Después de unos minutos de búsqueda, encontró un mensaje de texto sospechoso de un número desconocido.

El mensaje decía: "Recuerda, mañana es el gran día. Todo está listo para sorprender a Steve".

Steve frunció el ceño ante el mensaje enigmático. ¿Qué sorpresa tenía preparada Danny para él? Y, lo más importante, ¿por qué todo este misterio?

Con su mente girando con posibilidades, Steve decidió confrontar a Danny esa misma noche. Cuando Danny salió del baño, Steve estaba esperando en el sofá con una mirada intensa.

"Danny, necesitamos hablar", dijo Steve, su tono serio.

Danny se sentó a su lado, visiblemente sorprendido por la seriedad de Steve. "¿Qué pasa, cariño? ¿Todo está bien?"

"No, no todo está bien", respondió Steve, mostrando el mensaje en su teléfono. "¿Qué es esto, Danny? ¿Qué estás planeando?"

Danny miró el mensaje con una mezcla de sorpresa y preocupación. "Oh, eso..." titubeó. "Es solo una pequeña sorpresa que he estado planeando para ti".

"Una sorpresa", repitió Steve, escéptico. "¿Y por qué todo este secreto? ¿Por qué has estado tan extraño últimamente?"

Danny suspiró y bajó la mirada. "Lo siento, Steve. Solo quería hacerte sentir especial, especialmente con todo lo del embarazo y todo. Quería demostrarte lo mucho que te quiero y aprecio todo lo que haces por nosotros".

Steve sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras sinceras de Danny. A pesar de sus dudas iniciales, se dio cuenta de lo afortunado que era de tener a alguien como Danny a su lado.

"Lo siento por haber sido tan paranoico", dijo Steve, sintiéndose avergonzado. "Debería haberte confiado más".

Danny sonrió y tomó la mano de Steve. "No te preocupes, cariño. Todo está bien. Y mañana, te prometo que te sorprenderé de la mejor manera posible".

Con un suspiro de alivio, Steve abrazó a Danny con fuerza, sintiéndose agradecido por tener a alguien tan especial en su vida. A partir de ese momento, decidió confiar en el amor de Danny y esperar con anticipación la sorpresa que tenía preparada para él.

Embarazo McGarretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora