Embarazo McGarret

XIII (part two)

Tiembla Honolulu

El aire frío de la base improvisada en Mosul se llenó de tensión cuando Steve McGarrett interrogaba a uno de los enemigos capturados. La adrenalina fluía mientras intentaba extraer información vital de su prisionero, pero lo que escuchó a continuación lo dejó helado hasta los huesos.

El hombre, con una sonrisa siniestra en los labios, le advirtió a Steve que su esposo, Danny Williams, estaba en peligro. Sacó un teléfono celular y mostró una foto de Danny en su casa en Hawai, una imagen que era claramente reciente. El corazón de Steve se detuvo por un momento al darse cuenta de que los enemigos conocían la identidad y la ubicación de su amado esposo.

Con una seriedad intensa en su mirada, Steve exigió saber cómo sabían eso, pero el enemigo simplemente se burló de él, insistiendo en que lo que realmente importaba era lo que le podía pasar a Danny.

La preocupación y la ira luchaban por el control en el interior de Steve mientras intentaba procesar la amenaza implícita contra su esposo. Sabía que no podía permitir que nada le sucediera a Danny, pero también sabía que necesitaba obtener más información para protegerlo adecuadamente.

Fue entonces cuando Joe intervino, reconociendo la necesidad de calmar la situación antes de que la ira de Steve lo consumiera por completo. Con voz firme, instó a Steve a contenerse y a no dejarse llevar por la emoción del momento. Sabía que tenían que ser estratégicos y pensar con claridad si querían proteger a Danny y desentrañar la amenaza que se cernía sobre él.

A regañadientes, Steve se obligó a sí mismo a retroceder, dejando que sus compañeros SEAL se hicieran cargo del interrogatorio. Aunque la preocupación por Danny seguía pesando en su mente, sabía que debían trabajar juntos para descubrir quién estaba detrás de la amenaza y garantizar la seguridad de su amado esposo.